La Diputación de Castellón ha encontrado las piezas de un mural contratado a Ripollés en el año 2000, enterradas en el polvo y en el olvido en un rincón del cocherón de la entidad provincial. El mural, por el que la entidad provincial pagó 23 millones de pesetas debía adornar la fachada del edificio de las Aulas. Pero la obra nunca se terminó. Ahora, entre palets, rodeados de polvo y suciedad, se han descubierto las 8.000 piezas del 'puzzle' que se van a rescatar del olvido, si se puede. Según Jiménez, "esta ha sido la historia de una gran chapuza".