Santiago Arcas será un espectador especial este jueves en el Estadio Castalia. Acudirá desde Mairena (Sevilla) a presenciar el partido que jugará el equipo de su infancia y del alma, el CD Castellón, ante sus vecinos del Gerena. A una distancia de casi 1.000 kilómetros este sevillano, sin vinculación genealógica con Castellón, es un ejemplo de que el sentimiento albinegro no tiene fronteras.
F. F.
El amor de este sevillano, a sus 49 años, se remonta cuando apenas tenía siete primaveras, en aquellos tiempos en los que el CD Castellón fue capaz de jugar la final de la Copa del Rey de 1973 ante el Athletic de Bilbao y tras eliminar a varios "grandes" en una temporada de ensueño.
Luego la pasión por estos colores, la continuó cimentando a través de la radio, “por aquel tiempo no existía internet y crecí escuchando cada domingo el clásico sonido de los goles albinegros de la voz de locutores de radio tan añorados como Chencho o José Maria Arquimbau”.
Ahora Santiago, que este verano recibió la felicitación del CD Castellón por su nuevo estado civil, quiere hacer historia con el equipo y animar desde la grada a un equipo que va a por todas en la Copa Federación. Pese a que en su ciudad hay dos grandes equipos con dos grandes aficionados y mucha rivalidad, el Sevilla y el Betis, este “orellut del Sur” considera que "soy una persona normal pero tengo pasión por este gran equipo que es el CD Castellón, y en Tercera o Primera me siento siempre albinegro”.
Ha acompañado al equipo cuando estaba en Segunda División por toda Andalucía (Málaga, Cádiz, Xerez, Córdoba, Recre, Betis, Sevilla e incluso Écija), y ya ha visitado Castalia varias veces (la última vez en la famosa noche del ascenso a Segunda División frente al Zamora).
Ya en Tercera, estuvo también apoyando al CD Castellón en el partido de playoff del Arcángel, con el Córdoba B. “Desde que está en Tercera, me he hecho socio porque creo que es ahora cuando más hay que ayudar al club para que vuelva al sitio que nunca debió perder. Sé que puede ser un poco raro que lo diga un sevillano, pero me siento ‘orellut’ y quiero volver a ver un CD Castellón entre los mejores del país”.
"Anécdotas tengo muchas, pero la más curiosa fue en un partido de playoff de ascenso a Segunda con el Sevilla At., que tuve que esperar casi dos horas después del partido para poder ir a mi casa en Sevilla, en mi ciudad, tuve que ser escoltado dado que fui al campo con los aficionados del CD Castellón, mientras mi familia que estaba con los aficionados locales apenas tardaron en salir".
También tiene palabras sobre el rival, el Gerena, "un equipo cimentado en un pequeño municipio donde el presidente-entrenador es muy carismático y le gusta el futbol de toque. La verdad es que es para admirar su trayectoria, es un 'Llagostera' andaluz". Curiosamente tengo un amigo de mi barrio que juega de central con ellos. Le dije bromeando que están haciendo historia, que es admirable lo que están consiguiendo, pero que sentía su próxima eliminación a manos de los míos”.
Este verano, Santiago recibió una sorpresa el día de su boda. Recibió una 'carta sorpresa' del CD Castellón en la que la entidad, en un día tan especial, le agradecía su fidelidad pese a la lejanía dejando claro el Presidente David Cruz que "el apoyo de personas como tú, han permitido que este club tan querido haya superado las más complicadas adversidades y porque tu apoyo supone un halo de esperanza para afrontar con más ilusión si cabe esta temporada". El destino ha querido que Santiago se desplace hasta Castellón para animar a su equipo desde el propio Estado Castalia.
El ejemplo de Santiago, de desplazarse casi 1.000 kilómetros, debe cundir en Castellón. No hay excusa para no caminar unos metros para animar al CD Castellón este jueves. Por el equipo, por su trayectoria y porque somos la mejor afición.
