Sant Joan de Moró vivirá mañana (Lunes, 13 de abril), una intensa jornada festiva en torno a la figura de Sant Vicent, una efeméride que, como ocurre todos los años, congregará a los vecinos en romería hasta la ermita del santo, en una jornada entre lúdica y religiosa, y en la que se repartirá cerca de un millar de ‘fogasetes’.
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“La romería y la fiesta que cada año organizamos en honor a Sant Vicent es relativamente reciente, pero va adquiriendo más protagonismo en el municipio”, destaca el alcalde de Sant Joan de Moró, Vicente Pallarés, quien participará en la fiesta junto a otros miembros del equipo de gobierno local, y quien recuerda que la de este año será la novena edición, puesto que la ermita dedicada a Sant Vicent fue inaugurada en el año 2007.
A su llegada a la ermita, los moroneros recibirán las tradicionales ‘fogasetes’ que serán repartidas por los quintos y quintas de Sant Joan de Moró. Se trata de unos singulares y típicos panecillos elaborados especialmente para la ocasión por todas las panaderías de la localidad, que se implican activamente en la fiesta. Pero, además, los quintos y quintas también aprovecharán la concentración de vecinos para montar la tradicional ‘paraeta’ sirviendo bocadillos y bebidas con el fin de recaudar fondos para la organización de diversas actividades a lo largo del año y, de manera especial, durante las fiestas patronales.
Los moroneros, reunidos en grupos familiares o de amigos, almorzarán en el bello paraje natural que rodea a la ermita en honor a Sant Vicente, y posteriormente se celebrará una misa y el colectivo de “vicentes” del pueblo, es decir todos los varones que se llaman Vicente o Vicenta; sacará en procesión la imagen del santo por las inmediaciones del recinto.
Un paraje excepcional
Sant Joan de Moró construyó su ermita en honor a Sant Vicent en el Barranc del Molí, a los pies del Tossal del Mollet, uno de los entornos naturales más privilegiados del término municipal, rodeado de rocas y vegetación. Muy cerca de allí se encuentra un muy bien conservado refugio dela guerra civil y la Font del Ros.
La ermita de Sant Vicent es un edificio moderno, con aspecto de refugio de montaña, que se caracteriza por su mampostería de piedra y su campanario, con campana y cruz, que sobresale sobre la cubierta a una sola vertiente, con pendiente hacia un pequeño porche o atrio lateral soportado por pilares. También característico es su vistoso reloj de sol en retablo cerámico junto a la puerta de acceso.