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martes, 21 de mayo de 2024 | Última actualización: 23:19

Programa del actual Gobierno: ¡Ni Dios, ni patria, ni rey!

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Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.

En el curso de la pasada semana, han quedado patentes las líneas maestras diseñadas por las mentes más soeces y calenturientas, de la mitad de nuestro Gobierno, con el silencio y la tolerancia cómplice de la otra mitad, que apenas ha aplicado algún paño caliente en la criminal y profunda herida hecha a nuestras instituciones del Estado por sus socios de Gobierno.

En ese perverso juego del “poli malo y el poli bueno”, yo no me voy a dejar envolver, porque los dos “polis”, tanto Pedro como Pablo, persiguen los mismos objetivos finales.

Sólo se trata de manipular la estrategia de cada momento convenientemente, para diluir las responsabilidades de dos irresponsables, que en vez de dedicarse a gobernar de una manera digna y sensata a todos los españoles, insisten en debilitar la figuras más representativa de nuestro Estado durante medio siglo, el Rey Emérito Juan Carlos I.

Una vez han conseguido dinamitar su imagen, no conformes con el daño causado mandándole a un exilio voluntario, para no perjudicar a su hijo Felipe VI y a la Monarquía, veremos cómo dirigen el punto de mira de sus cañones destructivos hacia este doble objetivo.

De tener un mínimo sentido de la moral y la ética estos dos atrabiliarios personajillos que se han instalado en la Presidencia y VicePresidencia del Gobierno, lo primero que yo les recordaría es una frase que Jesucristo le dijo en su día al pueblo judío, cuando iban a lapidar a una pobre prostituta públicamente:

¡Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra!

Los judíos, en un alarde de sentido común, se retiraron del lugar discretamente, sabedores de que todos ellos tenían muchos pecados que hacerse perdonar.

Juan Carlos I antes que Rey, es hombre como ellos.

No seré yo quien diga que es perfecto, porque no lo ha sido, pero la pareja que le ha querido usar, para conseguir sus indignos objetivos, no resiste en ningún caso un análisis comparativo con nuestro Rey Emérito.

Bastaría analizar todas las actitudes y servicios prestado por D. Juan Carlos al servicio de España entre 1.975 y 2.014, para perdonarle sus debilidades personales.

Fue el artífice de una Transición ejemplar y pacífica desde un Régimen Autoritario a una Democracia moderna y ejemplar que nos homologaba en Europa, llevándonos a la integración en la Unión Europea en términos de igualdad y prosperidad.

Acertó completamente en la elección de sus colaboradores y llegó a ser considerado unánimemente en el mundo occidental, como el Rey Socialdemócrata, por su afinidad con Felipe González que ha sido ahora el único que ha salido en su defensa, en todos los foros.

Paró un Golpe de Estado el 23 de Febrero, con un temple espectacular, sin dejarse arrastrar por los Golpistas.
Ha sido el mejor Embajador de España en todos los foros internacionales, de los cinco continentes y precisamente gracias a su imagen y prestigio, las grandes empresas españolas consiguieron contratos espectaculares tanto en Oriente Medio como en Sudamérica, imponiéndose a consorcios franceses y alemanes, y permitiendo la creación de muchos miles de puestos de trabajo en España.

Puestos en los platos de la balanza entre lo positivo y lo negativo durante casi medio siglo, el plato de lo positivo ganaría abrumadoramente.

Pero curiosamente, llegan recientemente dos advenedizos a la política apoyados por el islamismo radical y el narcotráfico venezolano uno de ellos y por el Globalismo angloamericano el otro y pretenden destruir la imagen de quien tanto hizo por España.

Le acusan y condenan políticamente, sin haber sido ni siquiera imputado todavía por la Justicia, de tráfico o blanqueo de capitales, sin haber explicado ni uno ni otro de donde recibieron todo el dinero que han necesitado para montar sus dos “chiringuitos políticos”.

A Podemos, el mismo Pablo Iglesias ha reconocido públicamente que en principio le financió el Régimen de los Ayatolás iraníes para debilitar la imagen de España aunque el auténtico maná, les llegó posteriormente desde el chavismo y el narcotráfico, disimulado como pago a unos estudios económicos tan nefastos como falsos, vista la situación de Venezuela.

Pedro Sánchez, que fue defenestrado y repudiado por todo el PSOE oficial, aún no ha aclarado cómo pudo financiar toda su campaña por todo el territorio nacional durante meses, comprando voluntades y prometiendo canonjías a quienes quisieran creerle, todos ellos segundones fracasados dentro del PSOE hasta entonces como el mismo caso de Ávalos en Valencia.

Pero lo cierto es que no le faltó apoyo financiero para comprar todo lo que hiciera falta en todo momento.
Por eso, una vez instalado en el poder como Presidente del Gobierno, la primera visita oficial que recibió fue la de Soros.

Blanco y en botella, a mí me dio la impresión de ser leche.

Yo les preguntaría ahora mismo a Pedro y Pablo:

¿Qué podemos poner ahora los españoles en el plato positivo de vuestra balanza de gobierno? 

Personalmente no encuentro nada.

El plato negativo, está saturado de errores, voluntarios unos e involuntarios quizás otros, pero habéis arruinado la convivencia entre los españoles, en un viaje al pasado que me recuerda a la década de los años treinta del siglo pasado, en un sueño republicano absurdo, después de los rotundos fracasos de las dos Repúblicas que duraron apenas algo más que la innata independencia catalana, paro nos abocaron a cuatro gobiernos fracasados en la primera en menos de dos años, y a una Guerra Civil con un millón de muertos la Segunda.

Vuestro único programa político fue desenterrar a Franco del Valle de los Caídos.

La economía española esté en ruinas por vuestra culpa y estáis mendigando en Europa, para malgastar, más que para administrar, por lo que el dinero prometido está en riesgo.

Habéis gestionado con el culo la pandemia, con los peores resultados del mundo tanto en principio, como ahora.
Hemos alcanzado unas cotas de paro insoportables, las peores del mundo occidental, que se verán multiplicadas cuando en un futuro próximo, los ERTES se reviertan a ERES alcanzando las siete millones de parados si Dios no lo remedia.

No me explico, como con todas esa alforjas tan saturadas de miserias y errores os habéis dedicado a la caza de Su Majestad y de la Monarquía.

Sois el cáncer crónico de España.

Ni todos los enemigos de España juntos, podréis conseguir destruir esta nación, en la que siempre seremos muchos los españoles dispuestos o denunciaros, ante las jóvenes generaciones a las que les hemos dado todo sin exigirles nada.

Vosotros encarnáis lo peor de esa generación.

Vividores de las subvenciones, sin preparación adecuada, sin ganas de emprender y crear puestos de trabajo, nacisteis predestinados a políticos, por inmorales, mal trabajas e incompetentes.

Que ese Dios del que renegáis, como habéis renegado de vuestra Patria y vuestro Rey os lo perdone.
Yo nunca podré hacerlo, por mucho que ahora Pedro trate de poner paños calientes y crear algo de distancia de Pablo.

El daño ya está hecho y el cáncer nos está destruyendo.

¡Ojala no sea demasiado tarde!