Noticias Castellón
martes, 21 de mayo de 2024 | Última actualización: 23:19

Nuevas tecnologías y democracia

Tiempo de Lectura: 3 minutos, 30 segundos

Noticias Relacionadas

Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.

A veces, las cosas no son lo que parecen.

Ni siquiera esos pasos agigantados que en un principio daba la impresión de que iban a solucionar a velocidad de vértigo, problemas que tardaban bastante tiempo en encontrar una solución, eran lo que se pretendía que fueran.

Viene al caso todo este preámbulo, para intentar hacerles ver a todos ustedes, que con la llegada de la Informática y sus constantes progresos, no sólo no ha mejorado la infraestructura de nuestras democracias, sino que las han deteriorado hasta un punto, que acabamos desconcertados.

Después de las penúltimas elecciones en EEUU, ganadas por el actual Presidente en funciones Trump, ya hubo sus más y sus menos y se despertaron todo tipo de sospechas sobre la limpieza de las mismas.

A partir de entonces, las dudas no han dejado de presentarse en cualquier proceso electoral llevado a cabo en el mundo, tanto en las democracias más sólidas y acreditadas, como en aquellos regímenes totalitarios que han pretendido darle un barniz de limpieza aparente a sus procesos electorales.

A mí, personalmente me da la impresión de que las nuevas tecnologías y sus procesos de control y recuento de los votos emitidos informáticamente, se han convertido en el cáncer de la democracia.

Como soy profundamente analítico y desconfío de lo que no controlo, tengo la sensación de que en este tema como en el de las auditorías externas, “el que paga manda” y por lo tanto, todo es manipulable aunque se le quiera dotar de toda la credibilidad que se quiera, nadie echa piedras sobre su propio tejado.

Y en este mundo tan desarrollado y moderno, ya no se sabe contar con los dedos, ya se cuenta y recuenta con las máquinas.

Y esas inteligencias artificiales tan sofisticadas, son tan sensibles a la manipulación y al fraude, que cualquier “hacker” habilidoso, puede manipular la voluntad popular a requerimiento de parte interesada.

Precisamente por eso, hemos podido asistir a consultas a petición de parte, de mil temas tanto trascendentes como intrascendentes cuyos resultados nos han dejado “ojipláticos” a los ciudadanos de a pie.

Y ya no les hablo de procesos electorales que son los casos más importantes.

Basta con analizar los resultados de las consultas periódicas llevadas a cabo por el C.I.S de Tezanos, sobre las estimaciones de votos de los españoles trimestralmente y compararlas con las del resto de las que ofrecen otras encuestas, para comprender lo que digo.

Sin duda, a aquellas empresas a las que se les encargan los trabajos de campo, se les indique o no, saben lo que quiere oír quien paga por esos trabajos.

Y los resultados suelen ser acordes con sus deseos.

Pues bien, estoy seguro de que también las grandes y prestigiosas empresas a las que se les confían los resultados de los comicios electorales de todo el mundo, no pueden sustraerse de esa servidumbre y acaban “sirviendo al mejor postor”.

Que no tiene porqué ser el organismo que las encarga, si otras fuerzas tan potentes como como esos, pagan más espléndidamente los resultados que les interesan.

Comprar a miles de ciudadanos, que están supervisados por los representantes de los partidos políticos en cada mesa electoral durante el recuento manual de votos, es prácticamente imposible.

Puede haber errores que se saldan fácilmente, pero no se pueden tergiversar los resultados fácilmente, porque siempre quedan las actas de cada mesa para poder controlar las Juntas Electorales.

Por eso, aunque parezca un regreso al pasado, pienso y seguiré pensando mientras no se me demuestre lo contrario, que la informática ha acabado con la democracia.

El día que alguien me demuestre lo contrario, intentaré ponerme al día.

Hasta entonces sintiéndolo mucho seguiré pensando que hay demasiados intereses creados en la política, para dejar a los países en manos de desaprensivos, capaces de vender su alma al diablo por un puñado de votos falsificados.

Hasta la semana que viene amigos.