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sábado, 27 de abril de 2024 | Última actualización: 16:51

Alfonso Bataller y Marisa Ribes renuncian a su acta y dan paso a María España como nueva concejal del Partido Popular

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El ex alcalde de Castellón anunció el viernes su decisión de dejar la política

El ex alcalde de Castellón, Alfonso Bataller ha renunciado esta mañana a su acta de concejal y a todos sus cargos en el Ayuntamiento y en el Partido Popular. Tal como anunció el pasado jueves, Bataller abandona la política por respeto a su familia y a su partido. Marisa Ribes, exconcejal y número 10 de la lista, ha anunciado también su deseo de no recoger su acta de concejal, y da paso a María España, como nueva edil del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón.

Esperanza Molina/Castellón Información

Alfonso Bataller es ya un ciudadano más de a pie, que retorna a sus tareas como profesional de la medicina en el Hospital General de Castellón. Tras más de una década en política, Alfonso Bataller renunciaba esta mañana a su acta de concejal, de la que había tomado posesión el pasado sábado, con la configuración del nuevo Consistorio.

Cumplía así con su palabra y con el anuncio realizado el pasado jueves, en rueda de prensa, después de haber sido interrogado con motivo de la investigación sobre la Operación Púnica.

Bataller afirmó el jueves, que se va con la cabeza muy alta y con su honestidad intacta, sin embargo, señaló también, que después de haber pasado un infierno con su primera imputación, no quería que su familia volviera a pasar por lo mismo, aunque está convencido, como entonces, que finalmente se resolverá todo a su favor.

En su comunicado, Bataller también pidió respeto a la presunción de inocencia. Y es que, por encima de la lucha contra la corrupción y de las medidas para defender la ética de las instituciones, también se corre el riesgo de condenar a personas honestas que trabajan por los suyos, a los que destrozan su imagen y su credibilidad.

Sea como fuere, Bataller renuncia también por respeto a su partido, dentro de las líneas rojas marcadas en su día por Alberto Fabra; y porque según el Código de Buen Gobierno, que él mismo firmó como alcalde y portavoz del PP, no podría ejercer sus funciones dentro del Grupo Municipal, hasta que no se levantara toda sospecha sobre él.

Todo ello, reconoció ‘mancha’ a la persona y a su reputación. Aunque se demuestre su inocencia, su reputación siempre quedará marcada por ello.

Fuentes de su grupo, y también fuentes municipales, reconocieron, que “Bataller no se merecía esto”. Acabar su etapa política, como ‘presunto’ y no en función de su trabajo y de su gestión, en una época tan dura para la ciudad.

Esa misma sensación de impotencia era compartida por otros concejales del equipo que ha ejercido su gobierno entre 2011 y 2015. “lo triste es… que habremos hecho las cosas mejor o peor, pensamos que mejor, que hemos trabajado muy duro, y que luego solo se nos va a recordar por esto… deprime un poco”.

La renuncia al acta de concejal de Alfonso Bataller, daría paso al ‘siguiente’ de su candidatura municipal, la número 10, Marisa Ribes, que sería la más antigua de la Corporación, ya que empezó con José Luís Gimeno en 1991. Pero la exconcejal ha manifestado también su renuncia a ocupar de nuevo el puesto de concejal en el Ayuntamiento. Será por tanto, María España, la que entre a formar parte del Grupo popular.

Pero antes, tendrán que cumplir los trámites administrativos previstos: que ambas renuncias sean comunicadas a la Junta electoral, y que la Junta verifique quien es la persona, democráticamente legitimada para ser investida como miembro del consistorio.

El Partido Popular, que se encuentra inmerso también en críticas internas, intenta plantar cara y acallar a los que se pronuncian en contra del partido y sus políticas. Entre ellos, Esther Pallardó, Vicent Aparici o Marisol Linares, con apertura de expedientes y llamadas de atención.

El PP no pasa por sus mejores momentos.