El ayuntamiento se enteró el mismo 1 de junio, que Costas no daba permiso para la apertura hasta el mes de julio
Los chiringuitos adjudicatarios del ocio de las playas del Pinar y Gurugú de Castellón, esperan con angustia que se retomen sus permisos para acabar de instalar y abrir el viernes, porque, de lo contrario, el retraso los dejará en la ruina y perderán a su personal. El Ayuntamiento de Castelló, que les había dado permiso para abrir, se enteró el mismo 1 de junio, que Costas no autorizará la ocupación hasta julio. Crispación, desconcierto y presión para que Medioambiente medie en la situación.
Esperanza Molina/ Castellón Información
Los chiringuitos de la playa de Castelló que habían recibido la autorización municipal para poder iniciar su actividad ya el próximo fin de semana, permanecen con las manos atadas y sin saber que hacer. Ojo, no les ocurre solo a ellos, el ayuntamiento se encuentra en la misma situación.
Según han manifestado los empresarios a Castellón Información, aunque las autorizaciones municipales estaban en regla, ha sido la Dirección General de Costas la que les ha denegado el permiso. Y la razón es que el ‘chorlitejo patinegro’ anida en estas fechas, aunque lo hace en la playa del Serradall y no en la del Pinar y el Gurugú.
Lo peor de todo, indicaban, es que la denegación de Costas para el montaje de los negocios en junio, llegaba al ayuntamiento el pasado 1 de junio.
Así las cosas, el desconcierto es absoluto. Otros años, manifestaban los propietarios, cuando se adjudicaban los chiringuitos se les daba como fecha de inicio de la temporada el uno de junio, con 5 días previos de mayo para realizar el montaje. El año pasado ya se encontraron con estos problemas por el chorlitejo patinegro, pero entonces, afirmaban, fue la Conselleria de Medioambiente la que terció en el asunto con un certificado en el que se aseguraba que la nidificación del chorlitejo solo afectaba a la playa del Serradall y no a la del Pinar ni el Gurugú. Con este certificado pudieron abrir a mediados de junio.
Ahora, la orden para que paralicen el montaje les ha dejado sin poder hacer nada. “Una vez que empiezas el montaje ya no puedes paralizarlo”, afirmaban las mismas fuentes. "El coste más elevado de estos negocios es precisamente ese, la instalación, para el que cuentas con diferentes empresas con las que has contratado previamente. No les puedes decir: adiós, vengan dentro de unos días”, eso, indicaban, conlleva pérdidas muy altas.
Al mismo tiempo, está la cuestión del personal que se contrata para estos chiringuitos durante la temporada de verano. Cuando se inicia la instalación ya se tiene contratado ese personal que, si se retrasa la temporada hay que pagar, aunque el chiringuito no esté en marcha, o los trabajadores optan por otras ofertas para no perder la temporada.
Así las cosas, algunos de estos chiringuitos ya han suspendido su inauguración del viernes, otros esperan. Comentan que la negativa de Costas ha sido muy mal recibida por la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco que, desde el fin de semana está tocando ‘todas las cuerdas’ para desbloquear la situación.
Un retraso de un mes en la apertura de la temporada supone además de un mayor gasto, una pérdida de beneficios. Los chiringuitos, que confían en que las nuevas restricciones sanitarias sean menos rígidas a tenor de la baja incidencia de la pandemia, ya no saben si van a poder recuperar la inversión o se van a encontrar con nuevos problemas.
