Noticias Castellón
sábado, 4 de mayo de 2024 | Última actualización: 22:51

Las Gaiatas plantaron cara a la lluvia en una noche desapacible y complicada de Magdalena

Tiempo de Lectura: 3 minutos, 32 segundos

Noticias Relacionadas

Algunas bandas de música se retiraron, se preservó a algunos de los más pequeños, pero los sectores dieron el ‘do de pecho’

El Desfile de Gaiatas de Castelló se celebró pese a todo lo que pudiera tener en contra. La lluvia llegó y dejó a las comisiones y a los monumentos chopados de agua. Algunas bandas se retiraron para evitar que se mojaran los instrumentos y se preservó del mal tiempo a los más pequeños. Pese a todo, las Gaiatas plantaron cara a la lluvia y los sectores dieron ‘el do de pecho’

Esperanza Molina/ Castellón Información

Se cumplieron las previsiones. Tras un día de romería que permitió cumplir con la tradición, el cielo volvió a encapotarse y la lluvia llegó, y lo hizo con intensidad.

Los sectores esperaron hasta la tarde antes de sacar sus monumentos a la calle. Después de dos años, esas construcciones de luz eran la parte más importante de una Magdalena que llegaba con demasiado retraso.

Se colocaron a lo largo de la calle Sant Roc, una detrás de otra. En algunos casos, las infantiles cubiertas con plástico, e intentando que los motores de los grupos electrógenos no se mojaran.

No era mala la ubicación, pero cuando se ideó el cambio no se pensó en que las comisiones acompañan a cada una de las Gaiatas. De esta forma, se mezcló todo, y fue difícil formar los otros desfiles, la llegada de los carros, los romeros y la Tornà de la Romería.

Cuando se les dio la señal, se pusieron en movimiento. La gente se había concentrado donde siempre, en la calle Sant Roc, para verlas cuanto antes. Esperar a que circularan por las zonas más alejadas de Casalduch con las previsiones meteorológicas que había, parecía un despropósito.

Sin embargo, y según manifestaron algunas comisiones, habían recibido orden de no encender las Gaiatas hasta no llegar a la confluencia de Sanahuja con la Plaza Mª Agustina.

Unos lo acataron, otros no, y algunos comentaban que habían tenido que encender y apagar hasta en tres ocasiones.

Poco a poco comenzaron a desfilar y lo hacían con ganas y con ilusión. Las ‘niñas del meneo’ que acompañaban a la Gaiata de Viciana nunca fueron mejor recibidas y más aplaudidas.

Hay que mantener as distancias, se repetían una y otra vez, y es que tenían autorizado el desfile sin mascarilla siempre que se cumpliera con las pautas contra el Covid.

Pero la lluvia débil de por la tarde generó problemas, unas gaiatas no arrancaban, los grupos que tenían que suministrar la luz al monumento, fallaban. Y así los problemas de última hora se sucedían y faltaban manos para cumplir con la misiva de que fuera un desfile ligero, sin parones ni contratiempos.

Seguramente nunca han debido parecer más bonitas las Gaiatas de la ciudad que en su desfile de esta Magdalena.

El orden de salida fue como siempre: primero la 19, la Cultural, luego la 18, Crèmor, la 17, Tir de Colom…

Y lo que se temía se cumplió.

Cuando se preparaba la Gaiata 16, Rafalafena, comenzó a llover. Y no de cualquier manera, caían chuzos de punta en la calle Sant Roc. Imposible tapar las gaiatas, paraguas para proteger a las comisiones, y las bandas de música se apiñaban pegados a las paredes para resguardarse de la lluvia.

Surgió la duda. ¿Abandonamos o salimos?.

Lo primero fue resguardar a los más pequeños. Pero los mayores lo tenían muy claro. Los problemas también se multiplicaban, una gaiata que no se encendía, otra que tenía problemas para moverse.

El chaparrón fue duro pero las Gaiatas siguieron adelante. Luego llegaron momentos de respiro, pero la lluvia, fina y débil o fuerte y con ganas habían llegado para quedarse.