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viernes, 31 de mayo de 2024 | Última actualización: 17:12

El Hospital Nisa 9 de Octubre, primer centro en la Comunidad Valenciana en usar un equipo de asistencia ventricular avanzado

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El doctor Alberto Berenguer, cardiólogo  del Hospital Nisa 9 de Octubre, ha realizado con éxito la primera intervención en la Comunidad Valenciana, en la que se ha usado el dispositivo avanzado de asistencia ventricular Impella®. Este dispositivo hace de "motor" de ayuda para que el corazón pueda bombear sangre al organismo durante la intervención.

Hasta este momento, se usaban  balones de contrapulsación para este fin, sin embargo, su capacidad para permitir un soporte hemodinámico óptimo es considerablemente menor que la de Impella®. "El gasto cardíaco -volumen de sangre que consigue impulsar por minuto- de un balón de contrapulsación es de 0,5 litros, frente a los 4-5 litros de Impella 5", asegura el Dr. Berenguer. "Además-matiza- el soporte que proporcionan los balones de contrapulsación depende en gran medida del nivel de función cardíaca residual, por lo que en situaciones muy críticas en pacientes muy delicados, el balón puede no ser efectivo".

MOTOR DE AYUDA
"La intervención- explica el Dr. Berenguer-consiste en la introducción de un catéter por la arteria femoral hasta el ventrículo. El catéter lleva incorporada una turbina que se encarga de extraer la sangre del corazón para hacerla llegar a la arteria aorta e impulsarla por el torrente circulatorio". En otras palabras, Impella hace las veces de "motor" de ayuda para que el corazón pueda desarrollar su función de bombear sangre al organismo.

MAYOR SEGURIDAD
El sistema Impella® añade seguridad al intervencionismo coronario en pacientes de alto riesgo o en situación de shock cardiogénico. Es importante destacar, sin embargo, que los beneficios asociados a Impella® se centran en pacientes que, pese a sufrir una insuficiencia cardíaca grave, tienen un corazón susceptible de mejora una vez reestablecido el riego coronario. Por tanto, su uso debe centrarse en situaciones en las que exista un real potencial de recuperabilidad.

EL DESAFÍO DEL SHOCK CARDIOGÉNICO
Tres de cada diez fallecimientos en España se producen por enfermedades cardiovasculares. En la actualidad constituyen la primera causa de muerte en occidente, por delante del cáncer.

En los últimos años se han producido multitud de avances en los tratamientos intervencionistas de todas las áreas cardiovasculares con impactos positivos en la supervivencia, sin embargo el shock cardiogénico continua siendo un extraordinario desafío.

Su incidencia parece incrementarse gradualmente y la mortalidad sigue siendo alta. El shock cardiogénico ocurre cuando el corazón ha resultado tan dañado que es incapaz de suministrar suficiente sangre a los órganos del cuerpo. La causa más frecuente de shock cardiogénico es el infarto de miocardio.

En este contexto, es crucial determinar la severidad y la extensión de la enfermedad coronaria, puesto que la interrupción o disminución del flujo sanguíneo al corazón está en la base del problema. Consecuentemente, la revascularización coronaria para recuperar el flujo sanguíneo alterado es una premisa fundamental para tratar a estos pacientes. Debido a la condición crítica que tienen, cualquier manipulación intervencionista puede desestabilizar al paciente y precipitar un acontecimiento adverso fatal, cuando no ser insuficiente para sacar al paciente de esta situación.

El sistema Impella es especialmente interesante para estos pacientes, aquejados de una importante debilidad cardíaca -por shock cardiogénico, enfermedad coronaria o intervención quirúrgica- o no susceptibles de ser tratados con técnicas convencionales de hemodinámica por el alto grado de riesgo que conlleva. "Añade seguridad y, por ello, hace posible un soporte hemodinámico del paciente crítico durante el intervencionismo coronario", resume el Dr. Alberto Berenguer.