Confirmada la condena de 3 años y 6 meses de cárcel por un delito de ‘descubrimiento y revelación de secretos’
La Audiencia Provincial de Castellón ha confirmado la condena de 3 años y 6 meses de cárcel a un hombre que grabó con su móvil una relación sexual en los baños de una discoteca de Castellón y difundió públicamente las imágenes. El condenado había apelado la sentencia con el argumento de que, aunque se utilizó su teléfono, las pruebas no habían demostrado que él fuera el autor de los hechos.
Castellón Información
La Audiencia Provincial de Castellón ha desestimado la apelación presentada por un hombre que había sido condenado a tres años y 6 meses de cárcel por un delito de ‘Descubrimiento y revelación de secretos’. Dicho así, la cosa dice poco, pero el relato de los hechos no deja indiferente a nadie…
Los hechos sucedieron el 26 de octubre a las 03:30 horas de la madrugada, en los baños de la discoteca Clam de Castellón. Los hechos probados señalan, que esa noche, el individuo, ‘B’, utilizó su teléfono móvil para grabar a dos mujeres que mantenían relaciones sexuales en el cubículo continuo de los aseos. La grabación, según las mismas fuentes, se produjo sin que las dos personas afectadas se percataran de ello y, por tanto, sin su consentimiento.
Posteriormente, el hombre remitió las imágenes grabadas a través del WhatsApp a otras personas de su entono. Como consecuencia de esta acción, las imágenes fueron redifundidas una y otra vez hasta convertirse en virales.
Ambas víctimas atravesaron momentos muy difíciles, fueron estigmatizadas, e incluso, una de ellas había presentado graves síntomas de ansiedad.
Pese a que los hechos se cometieron en 2013, no fueron denunciados hasta dos años después. Tras la recogida de pruebas, el juicio oral se celebraba a principios de marzo de 2017, con la comparecencia de varios testigos, además del acusado y las víctimas.
El tribunal condenó a ‘B’ a 3 años y 6 meses de cárcel como autor de un delito de ‘Descubrimiento y revelación de Secreto’, así como al pago de cantidades de 5.000 y 3.000 euros a las víctimas en concepto de responsabilidad civil.
El condenado apeló la sentencia y alegó para ello, que las pruebas que se presentaron durante el juicio no habían llegado a demostrar su autoría en los hechos que se indicaban, es decir, que, si bien el teléfono que se utilizó para grabar si fue el suyo, él no fue quien realizó la grabación ni quien la difundió después a terceros.
Sin embargo, la apelación de ‘B’ ha sido rechazada por el tribunal, que estima que se cumplieron los protocolos adecuados, y que la capacidad del tribunal para valorar las pruebas presentadas no es cuestionable. También aluden a los datos que se presentaron durante el juicio, y las contradicciones en las que incurrieron el condenado y sus amigos o familiares…
Por todo ello, se desestima el recurso de apelación aunque el condenado puede presentar recurso de casación.
