Un perro murió el 5 enero después de su paseo rutinario por el parque, donde ya han muerto varios gatos en similares circunstancias
S.N./Castellón Información
Envenenamientos intencionados a animales en el jardí de San Pasqual. Así lo han denunciado vecinos de la zona a este diario, expresando su preocupación porque es un lugar al que acuden numerosos niños y las consecuencias podrían ser fatales. A una familia de Vila-real le tocó vivir hace escasos días,la muerte de su perro, de 10 años de edad, en extrañas circunstancias. Poco tiempo después de volver de su rutinario paseo por el parque, empezó a presentar extraños síntomas como vómitos, diarrea, hipotermia y debilidad general. Enseguida fue llevado al veterinario, que le realizó una analítica completa y comprobó que existía un daño hepático y renal compatible con una intoxicación aguda. En un principio se logró estabilizar al animal durante unas horas pero su muerte fue certificada el 5 de enero.
El especialista destaca en el informe médico, que los síntomas aparecieron en el perro pocas horas después del paseo por el jardí de Sant Pasqual, donde ha informado la familia y es de conocimiento general en la ciudad, hay una importante colonia de gatos, lo que podría haber sido el detonante del suceso. Cuenta la afectada que están controlados y esterilizados pero aún así “sigue habiendo vecinos a los que les desagrada que los alimentadores acudan día a día al jardí de San Pasqual y les den de comer y beber. Así, con el fin de erradicarlos, habrían dejado veneno en distintos puntos del parque, como nos han trasladado los cuidadores de felinos, y que ha provocado con anterioridad la muerte de varios gatos”, asegura. Además, lo que más preocupa a la familia, es que no solo conlleva una gran riesgo para los animales, sino también para las familias con niños pequeños que frecuentan el lugar.
Por el momento, la familia ha presentado una instancia en el Ayuntamiento de Vila-real y se mantiene a la espera de la respuesta de la administración para emprender acciones legales en los juzgados. “Los afectados, entre los que se incluyen los alimentadores, podríamos organizarnos como un colectivo, ya que es necesario unirnos y concienciar sobre los comportamientos en los que desemboca la falta de civismo, y que además son un delito, y es por eso que hemos acudido a los medios de comunicación”, asegura la vecina de Vila-real.
