Las exportaciones azulejeras han entrado ya en números rojos. La incapacidad de Pedro Sánchez para atajar los graves problemas que atraviesa el sector cerámico, así como a la práctica totalidad de la actividad industrial de nuestro país, ha puesto a las empresas cerámicas castellonenses ‘a los pies de los caballos’.
El desorbitado incremento del precio de la energía, tanto del gas como de la electricidad, ha aniquilado por completo la siempre maltrecha rentabilidad de los pavimentos y revestimientos cerámicos Made in Castellón. Y aunque el sector se ha visto obligado a subir los precios de sus productos, lo cierto es que no se han aumentado las tarifas para ganar más –que sería lo lógico y deseable-, sino para perder menos… Y es que ese incremento de los precios, que solo es una pequeña parte del aumento de los costes que está soportando la industria, no basta para poder pagar una factura energética fuera de toda lógica.
Las ventas internacionales han registrado una considerable mejora, en cuanto a facturación, y eso se debe a los incrementos mencionados; pero la verdad es que, en volumen, las exportaciones comienzan ya a caer. El sector entra en números rojos.
Desde la patronal Ascer se reconoce que en los primeros cinco meses del año, el sector ha vendido al exterior un 3,7 % menos de metros cuadrados que en el mismo periodo de 2021. Y lo peor es que no estamos hablando un dato aislado, sino que todo indica que se trata de una tendencia que se mantendrá, al menos, en los próximos meses si nadie pone remedio… El producto cerámico español es, ahora, muy caro para la mayor parte de los mercados internacionales y, por lo tanto, los consumidores buscan cerámica de productores low cost o, incluso, apuestan por otros recubrimientos industriales más baratos, como el linóleo…
La cerámica, el principal motor de la economía provincial, entra en números rojos. Y si a la cerámica le va mal, a todos nosotros nos va a ir mal… ¿Y qué hace Pedro Sánchez ante esta grave situación? Pues se quita la corbata. Y punto.
