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sábado, 27 de abril de 2024 | Última actualización: 17:29

El pleno de la Diputación de Castellón da luz verde al acelerador lineal y a la gratuidad de los libros escolares

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La Diputación Provincial ha dado luz verde a la aportación del 50% del acelerador lineal para que se pueda iniciar la contratación en noviembre, y a la gratuidad de los libros escolares que ha propuesto la Generalitat. Este consenso en el resultado no ha evitado agrios debates que anuncian una legislatura más que difícil para la provincia

Esperanza Molina/Castellón Información

La Diputación de Castellón ha celebrado este medio día, su pleno ordinario de septiembre, con despacho ordinario más que normalito, y un extraordinario que se anunciaba ya tenso y largo.

Se celebraba a una hora inusual, las dos de la tarde, según indicaron por el equipo de gobierno, por deferencia al alcalde de Villarreal que llegaba de un largo viaje. Y con la previsión de que podía ser largo e intenso. Y lo fue. Largo, no tanto por la cantidad de puntos del orden del día, como por la múltiple composición de la Corporación, donde todos tenían algo que decir y mucho de lo que acusarse.

Acelerador Lineal

En el punto tres del orden del día, un tema ya consensuado: el incremento de aportación provincial para promover la contratación, en noviembre, del tercer acelerador lineal para el Hospital Provincial de Castellón.

Según explicó el equipo de gobierno, el incremento se correspondía a la petición realizada por la Conselleria de Sanidad, que no disponía de fondos para iniciar el procedimiento. La disposición de la sala fue favorable, hasta el punto, de que el portavoz del Psoe, José Benlloch mostró el apoyo de su grupo por una decisión fundamental para el tratamiento de los ciudadanos. De la misma forma se pronunció la portavoz de Ciudadanos, Cristina Gabarda.

Pero el portavoz de Compromís, Xavier Trenco, tomó la palabra y pidió datos. ¿De dónde iba a salir ese dinero?. La pregunta no estaba exenta de ‘trampa’ como lo entendió el portavoz del Grupo Popular y se demostraría posteriormente en otros debates.

Barrachina explicó entonces, que la Diputación estaba saneada económicamente, que disponía de dinero para ello, pero que no podía exceder el techo de gasto autorizado por el Estado, por lo que se recurriría a incrementar el presupuesto destinado al Hospital Provincial del 2016 con un millón y medio de euros más, que se destinarían a la compra del acelerador, el mismo procedimiento que llevaría a cabo la Generalitat Valenciana.

Y aquí fue donde se lio la primera.

Y es que la Generalitat Valenciana ha pasado a ser la madre y el padre de los militantes del PSOE y Compromís, y la madrastra del PP. Tanto para Psoe como para Compromís, cualquier mención a la Generalitat y sus políticas, se convertía hoy en un ataque personal.

En esta línea, lo que debía de haber sido un punto tranquilo, consensuado y sin más problemas, estalló cuando Compromís cuestionó el procedimiento utilizado, la gestión del Grupo Popular, lo que consideran como falta de información por parte del PP y preguntó abiertamente que para cuando se dispondría de esta herramienta para el tratamiento del cáncer.

Lógicamente, el Psoe tampoco quiso ser menos que su socio en el órgano autonómico, y puestos a cuestionar y ponerle la cara roja al PP, le echó en cara a sus dirigentes, que presumieran en el discurso de investidura con las cuentas de la Diputación  y no pudieran gastar en algo que era prioritario. Claro que, la culpa la tenía el gobierno central que es quien impuso las limitaciones de gasto.

¡Y claro!, una vez mareada la perdiz, el portavoz del PP, Miguel Barrachina, tampoco pudo sujetarse.

Explicó entonces, que el cambio político producido al frente de la Generalitat había introducido otras prioridades sobre las existentes anteriormente. Que si la Generalitat antes había priorizado el tratamiento del cáncer, en el Hospital Provincial, ahora sus líneas de actuación iban por otros derroteros. Que en septiembre comunicó a Diputación que el expediente para la contratación del acelerador lineal, que debía haber sido aprobado antes del verano, seguía pendiente, y es más, que la GVA no disponía dinero para iniciar el procedimiento.

Y todavía fue más allá, Barrachina quiso sacar los colores a los políticos del bipartito autonómico, e indicó que el cien por cien de la contratación sanitaria corresponde a la Generalitat, por lo que no podía responder a Compromís cuando estaría en marcha este aparato. “Si quiere, saber más, pregúnteselo a su socio de gobierno en la Generalitat. Se aprobó por unanimidad.

Pero la cosa no había hecho más que empezar. A partir de entonces y, prácticamente, punto por punto de los que podían dar debate, lo dieron, ya fuera en referencia al punto aprobado o a cualquier otra cosa.

Representaciones partidistas

El presidente Javier Moliner dijo a la oposición, que la Diputación no era una sucursal de la Generalitat Valenciana. Y el portavoz del Grupo Socialista, José Benlloch aprovechó una de sus intervenciones para acusar de victimismo al PP, e indicar que el partido Popular había tardado poco en cambiarse el uniforme del victimismo.

Con los ánimos más que calentitos por las decisiones de la Generalitat, que durante las últimas semanas han levantado ampollas en el PP, surgió el nombramiento de representantes para distintos órganos.  La oposición acusó al PP de darles poca representación en sus patronatos. Pero a su vez, el PP explicó que el bipartito se ha repartido los cargos y las representaciones en las distintas instituciones, patronatos y órganos similares, sin tener en cuenta el porcentaje de votos, que le hubiera dado una mayor representación al PP en unos, y presencia en otros.

En consecuencia, el Partido Popular ha decidido hacer lo mismo en las pocas instituciones que todavía le quedan, las Diputaciones Provinciales y los organismos que dependen de ellas, para “mantener el equilibrio en la representación”.

Aprovechamiento de la biomasa

Llegó el Despacho extraordinario donde salió a relucir el tema de la biomasa y el aprovechamiento forestal como fuente de riqueza, pero también de oportunidades. Todos los portavoces declararon su afinidad con esta gestión, aunque cada uno a su manera y con una redacción diferente. Y al final, después de una larga discusión en la que el portavoz del PP pidió estudios y certificados que avalaran sus propuestas al PSOE, Javier Moliner indicó que había recibido una carta por la mañana, según la cual la Conselleria de Medio Ambiente ha paralizado cualquier acción en torno a este proyecto por considerar que es ilícito sacar rendimiento de los bosques. Se aprobó con los votos del PP.

“Los ricos también tienen derecho a la educación gratuita”

Y llegó uno de los temas que planeaba en la sala desde el principio, la gratuidad de los libros escolares. Cabe decir al respecto, que la medida se aprobó de forma unánime, porque se había alcanzado un acuerdo entre todos los grupos. Pero aun así hubo intervenciones de todos los gustos y por parte de todos.

Según relató Javier Moliner, después de coincidir por espacio de varias horas los presidentes de la Diputación y la Generalitat, con el conseller de Cultura, nadie comunicó a la Diputación, que al día siguiente la Generalitat iba a soltar la gran bomba: gratuidad de los libros para los alumnos de primaria y secundaria; pero ¡ojo!, con un coste repartido a tres partes: Generalitat, Ayuntamientos y Diputaciones.

Dicho esto, el presidente de la Diputación acusó a los socialistas y a Compromís, de haber jugado con el dinero de la Diputación sin haber contado previamente con la institución,  sin saber si se podría disponer de él, adjudicando un gasto que la Diputación no tenía presupuestado, y sin dialogar previamente la posibilidad con los populares, parta que el mérito fuera de los otros dos partidos.

El portavoz del PSOE, José Benllóch, comentó que el  PP había hecho el ridículo al negarse, al conocer la noticia, y que había tenido que rectificar obligado por la dirección de su presidenta, Isabel Bonig. e indicó que con el Plan de Empleo de la Generalitat, el Partido Popular que presidía Alberto Fabra, había hecho lo mismo.

Compromís sacó a relucir la procedencia de los fondos, porque si se había podido solucionar para el acelerador lineal, también se hubiera podido discurrir una fórmula para los libros. En este caso, Castelló en Moviment habló de que las soluciones se pueden dar con imaginación.

Todo un cuadro que pasó a ser impresionista cuando, además, el PSOE le echó en cara al PP, haber solicitado que se aplicara una regulación en las bonificaciones de libros en función  de la declaración de la renta y las posibilidades de las familias.

Porque, según Castelló en Moviment, Compromís y Psoe, la cultura es para todos, debe de estar abierta a todos, y debe ser tan gratuita como la sanidad. “los ricos también tienen derecho a la educación”

Sales defendió la educación para todos, pero también, la buena gestión de los fondos públicos. Acusó al bipartito de considerar a las Diputaciones como ‘Los paga fantas’ pero también los ‘paga cocacolas’ de sus propuestas.

Benlloch manifestó al presidente de la Diputación que si un día lo invitaba a comer, no le preguntara primero qué es lo que iba a comer, porque su adhesión al tema de los libros, no significaba poder cuestionarlo después. A lo que Moliner, todavía más irónico le respondió: “no se preocupe usted, que si yo le invito a comer, no le tocará pagar la factura”.

Libros para la casa de Alba

Y metidos en harina, y como “los ricos también tienen derecho a la educación gratuita” y eso incluye también los libros de texto, Benlloch remató la jugada indicando como ejemplo, que según el PP,” la familia de la Duquesa de Alba no hubiera tenido derecho a una educación pública”.

Moliner cerró la disputa con otra pincelada cubista: “No se preocupe usted, que lo que sea bueno para la provincia de Castellón tendrá el apoyo de la Diputación . No sé si para la familia de Alba o no, a no ser que durante estos días la haya empadronado usted en su municipio”. Se aprobó por unanimidad (el acuerdo para la gratuidad de los libros, no el empadronamiento de la familia de Alba).

Presencia en el Consejo del Puerto

Solventado el tema de los libros, se pasó a la moción presentada  por el Grupo Popular, en al que se solicita al Puerto que incluya un representante de la Diputación provincial en el Consejo de Administración. En este tema, el PP volvió a denunciar el uso partidista que está caracterizando a los partidos de la coalición de la Generalitat en torno al nombramiento de los representantes en las instituciones, y señaló “desde su creación, en 1902, la Diputación provincial siempre ha tenido presencia en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, para defender los intereses de la provincia de Castellón.

En este caso, el que defendió el tema, por parte del Psoe, fue Toni Lorenzo, para quien esta moción lo único que persigue es el nombramiento personal de Moliner en el Puerto. Tanto Lorenzo, como Xavier Trenco, pusieron en evdencia que las normas del consejo de administración no obligan a tener un representante de la Diputación, y consideraron que era prescindible.

Miguel Barrachina, portavoz del equipo de Gobierno, agradeció el apoyo de Ciudadanos a su moción, recordó el papel que ha jugado la Diputación enlal reivindicación de las infraestructuras y el crecimiento del Puerto. Durante más de 30 años se ha producido una colaboración que ustedes se han cargado en tres minutos”

Señas de identidad

Debate hubo también en torno a las mociones sobre las señas de identidad de la Comunitat Valenciana, y a la defensa de su autonomía. La moción original fue presentada por el PP. Ciudadanos presentó una sustitutoria. El texto de las dos era muy similar en todo menos en un aspecto. El PP pedía la defensa de la integridad y Ciudadanos, de la sustitución de , lo mismo pero  el gobierno de la Comunitat Valenciana, y Compromís, la integridad y el gobierno de España.

El punto se convirtió en un debate contra Vicent Marzá y sus declaraciones. Se aprobó la enmienda del PP, con los votos del PP