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jueves, 2 de mayo de 2024 | Última actualización: 22:30

Compromís, racistas y clasistas

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Tal vez ponerme a escribir estas líneas es iniciar una batalla gráfica entre mi compañero de corporación y portavoz del grupo municipal Compromís en Castellón, Ignaci García, y un servidor. No pude resistir las ganas de volcarme en el ordenador al leer (por quinientosmilésima vez) como se nos tacha de racistas y clasistas en un artículo en el que el edil nacionalista alababa las bondades de la regularización masiva de inmigrantes. Con estas pocas líneas vengo a demostrar que son en realidad los socialistas nacionales de Compromís los verdaderos racistas y clasistas y que VOX lo único que propone es orden y sentido común en las políticas migratorias.

Una de las cosas que los políticos y 'las políticas' han dejado de lado es el concepto de Bien Común, sustituyendo este por el de Interés General, es decir, el interés del que tenga más votos (es decir, en el caso de la izquierda: nuestro interés siempre independientemente de que seamos menos). La izquierda es, en el siglo XXI, lo mismo que los burgueses ilustrados en el XVIII o la inquisición en el XVI: los que siempre tienen razón sin importar la situación. Los que sentencian y condenan. Y ahí están, sentenciando, mi filiación a VOX me convierte automáticamente, en racista, clasista (y facha). Sin pasar por juicio y sin oportunidad de explicarme: a la hoguera progre directamente.

De la migración ya se hablaba hace miles de años y sobre ello se ha escrito y pensado mucho. Santo Tomás de Aquino dedica parte de su 'Summa Teológica' a ello. En la 'prima secundae', en la cuestión 105 habla sobre la acogida de los forasteros, que debe ser con misericordia según las escrituras, pero es necesario “guardar su orden” y esperar un tiempo para su consideración como parte del pueblo. “La razón de esto era que, si luego que llegasen fuesen admitidos los extranjeros a tratar los negocios del pueblo, pudieran originarse muchos peligros; pues, no estando arraigados en el amor del bien público, podrían atentar contra el pueblo”. ¿No les suena esta advertencia? El aumento de la delincuencia, las manadas, las agresiones a mujeres, ancianos, las bandas y demás despropósitos tienen su razón en esta sentencia del siglo XIII: porque no están arraigados en el amor del bien público. Es por eso que no se puede repartir la nacionalización como si fueran caramelos, porque ello es un atentado contra el bien común. Son muchos migrantes los que han llegado, se han integrado y han ayudado a levantar este país y esperamos que lleguen a nuestras tierras muchos más como ellos.

Sin embargo, parece que nuestros compañeros progres esto no lo entienden, o no quieren entenderlo. Tal vez se crean que todos los inmigrantes son como el buen salvaje de Rousseau: inocentes y puros. Tal vez se crean con una superioridad moral capaz de civilizar a los que entran sin respeto a la tierra que les acoge. A la izquierda, que manadas de extranjeros violen niñas no les causa tanta preocupación (tal vez piensan que es parte de su fase de integración) como que exista un político de VOX, algo alarmante para ellos. Nosotros somos la raza ideológica a exterminar, nosotros somos la clase política a erradicar. Compromís es, claramente, racista y clasista.