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viernes, 3 de mayo de 2024 | Última actualización: 22:30

La colla 'El Pixaví' nos acompaña hasta las alturas del Fadrí el lunes de Magdalena

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'El Pixaví', que lleva desde finales de los 80 firmemente comprometida con la recuperación de la esencia de los castellonenses.

Gemma Teodoro Baldó

Las actividades de Magdalena siguen su curso desde este fin de semana, entremezclando todo tipo de representaciones culturales que definen y explican el por qué del Castellón de hoy en día. Una de estas actividades viene siendo organizada por una de las principales collas de la ciudad, 'El Pixaví', que lleva desde finales de los 80 firmemente comprometida con la recuperación de la esencia de los castellonenses. Así, ya superan los 25 años con la muestra, el lunes de Magdalena por la tarde, del interior del Fadrí, la torre soltera por excelencia. Esta misma tarde, desde las 4 de la tarde, hasta última hora, habrán disfrutado de esta visita ya tradicional más de 600 personas, tal y como nos confirmaba de primera mano uno de los integrantes de la colla, encargado, entre otros, de llevar a término una exquisita organización.

Quien aún no haya experimentado esta visita, es aconsejable tener en cuenta que, dado lo estrechos y resbaladizos que son los escalones, el calzado deberá ser cómodo y minimamente flexible. Un atuendo cómodo y energía para la siguiente hora, que es lo que dura la visita, harán el resto.

Así, una vez comenzado el trayecto, el visitante pasará por cuatro estancias antes de pasar a la quinta y última: las campanas. En cada una  de ellas, desde el guardia de la Pixaví, que recogerá al grupo en la misma puerta, con una breve y amena explicación, hasta la última, nos recibirá un miembro de la colla, explicándonos de una forma ágil e interesante cómo se desarrollaba la actividad de este edificio en los tiempos en los que permanecía activo. Más de 400 años atrás.

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Vistas desde lo alto del Fadrí.

Por orden, se visitará la Cámara del Reloj, la Prisión de los Eclesiásticos, la escasa Vivienda del Campanero, la Sala de Campanas, y las Campanas, propiamente dichas, que ya se encuentran al aire libre. En estas mismas campanas, veremos Castellón desde las alturas que en su día fueron las más altas de la ciudad, a las que llegaron los maestros picapedreros de la ciudad entre los años 1591 y 1604. Hoy, las estrechas ventanas de las escaleras y de cada estancia nos dejan percibir la poca luz de la que disponía esta edificación, sintiendo, de algún modo, las emociones de aquellos años, en los que Castellón llegó a dar forma a algunos de sus elementos que más tarde pasarían a la Historia.

En esta edición 2014, han sido muchos los castelloneros que han hecho cola pacientemente a la espera de su turno para alcanzar las alturas del Fadrí. Al llegar arriba, el día, aún algo invernal, y con aire fresco en su parte más alta, ha sido posible que varios de los grupos guiados en su vista asistieran en persona al sonido de las campanas, mientras abajo, en la Plaza Mayor, un grupo de Castellers, animaba el ambiente de la zona con más muestras culturales de la tierra.

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Castellers en Magdalena 2014.

La Colla Pixaví siente que su deber, junto con las tres o cuatro primeras collas, fundadas en la década de los 80, es transmitir la cultura de Castellón, recuperando las costumbres que en su día estuvieron arraigadas al pueblo. En este caso, han cumplido con su cometido.