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lunes, 13 de mayo de 2024 | Última actualización: 20:59

¿Ha muerto la derecha?

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Luciano Ferrer Pons. Vicepresidente Provincial VOX Castellón.

Existe quien afirma que la derecha había muerto, no sólo en España sino en lo que otrora se denominó el mundo libre. Puedo coincidir en su análisis en cuanto se refiere a los partidos que tradicionalmente se han identificado como tales, esos partidos políticos que en su constante viaje hacia el inexistente centro se han pasado de frenada asumiendo como propias las tesis marxistaengelianas que sustentan el paradigma filosoficopolítico que vivimos.

Ciertamente Engels afirmaba que la familia era la responsable última de las desigualdades sociales y que, precisamente por ello, debía ser destruida. Eso fue lo sucedido para con el surgimiento de la URSS, conseguido mediante una sublevación armada de los bolcheviques (que en idioma ruso significa minoritarios) frente a los mencheviques o mayoritarios, perpetrada en el marco de la Gran Guerra aprovechando que el ejército ruso se encontraba guerreando con el ejército alemán sin posibilidad de sofocar una sublevación interna.

Lo que sucedió a continuación doy por supuesto que es de todos conocido: establecimiento de un gobierno asambleario (soviets), checas, gulags,..., pérdida de la propiedad privada mediante confiscación generalizada de bienes, particularmente inmuebles transformados en comunas que acogían miserablemente a las familias que vivían hacinadas en ellas, para, posteriormente, justificar la confiscación de la patria potestad, asumiéndola el Estado, separando a los hijos de los padres llevándolos a internados donde el partido se ocuparía de educarlos (adoctrinarlos) rompiendo cualquier vínculo familiar, destrozando las familias, No en vano la primera ley abortista de la historia fue promulgada en la URSS en 1920.

Y todo esto sucedió amparándose en las halagadoras palabras de la consecución de un mundo feliz, un mundo sin Dios, donde las desigualdades sociales fuesen superadas. Las masas fueron atraídas al abismo por el flautista de Hamelin, el dulce son de su flauta los condujo a la peor de las pesadillas.

Como decía al principio, no pienso que la derecha esté muerta, que las buenas gentes con sentimientos nobles y sanos hayan desaparecido, gentes que quieren vivir su vida en familia y en paz, sin más preocupaciones que las propias de los avatares del día a día, gentes que pretenden criar a sus hijos según sus convicciones sin que nadie se entrometa, y menos aún el Estado, gentes que desean ser libres y ejercer esa libertad con responsabilidad, gentes que desean gozar y disfrutar de todos los bienes conseguidos a base de esfuerzo, trabajo, dedicación y sacrificio con la pretensión de legarlos a sus descendientes para que partan de una mejor situación de la que les correspondió a ellos sin que venga un tercero, el Estado, a mermar ese legado, del cual ya abonó sus correspondientes impuestos en su momento, confiscando una parte de él por medio de una nueva imposición cuando no la confiscación del total si, por desgracia de la vida, los herederos no pueden afrontar el pago del mismo en ese momento.

Varones, mujeres, en definitiva seres humanos, que piensan que el Hombre es digno en cualesquiera de los casos, que lo es por ser Hombre y por ello tiene derecho a vivir, derecho a nacer desde el momento en que es engendrado y derecho a poder afrontar pacientemente el momento de su muerte, que no debe existir discriminación alguna por haber nacido u optado vivir de tal o cual manera, que para evitar injusticias sociales no debe primarse legislativamente a cualquier grupo de población frente a otro mediante la promulgación de privilegios conducentes a transformar en delincuente a quien piensa de forma distinta imponiendo normas de conducta contrarias al hecho mismo de la realidad, justificando dicha ley con razonamientos de lo más peregrinos, contrarios a la propia esencia del Hombre y a la Naturaleza.

Pienso que estas gentes existen, aunque quizá se encuentren adormiladas, abducidas o alienadas por el discurrir del momento en que vivimos, bombardeados por la propaganda mediática y las noticias de titulares sesgados.

Esta derecha existe y existirá. Porque no existe teoría económica que no se fundamente en una forma de ver la existencia, porque no existe ciencia si se fundamenta en una distorsión del mundo natural, porque no puede existir humanidad si se pierde el concepto integral de Hombre, siempre existirá quien, contra viento y marea, lo reivindique y defienda, es innato.

Por eso existe VOX, la derecha sin complejos, sin tapujos, valiente y con coraje, dispuesta a hacer a España grande otra vez.