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domingo, 28 de abril de 2024 | Última actualización: 23:03

PSOE: Intereses contrapuestos

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Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.

El pasado fin de semana, en una aparición conjunta de Pedro Sánchez (Secretario General del PSOE) y  Susana Díaz (su equivalente al socialismo andaluz) en la campaña electoral andaluza, el primero de ellos le propuso a la andaluza una ruta común para los dos pero con diferentes destinos:

Tu a San Telmo (sede de la Presidencia de la Autonomía Andaluza) y yo a La Moncloa (sede de la Presidencia del Gobierno de España).

Y  estaba en su perfecto derecho de pedirlo, y ese sería el sueño y el deseo de todos los socialistas, de no aparecer por el camino circunstancias especiales que no sólo lo impidieran, sino que llegaran a hacerlo incompatible.

Las decisiones deberán de tomarse una tras otra según se vayan desarrollando, a fin de no adquirir compromisos de difícil cumplimiento, y precisamente por eso Susana se limitó a darle la mano, sin responderle.

Si Susana ganara las elecciones con una mayoría minoritaria (como parece inevitable) tendría que decidir con quien le convenía pactar, llegando a acuerdos de gobernabilidad estable en Andalucía.

Y en esa situación tendría que optar fundamentalmente entre entregarse a PODEMOS, (en caso de que ellos aceptaran) con el evidente riesgo de correr la misma suerte que CiU en Cataluña (que ahora se encuentra ante  la posibilidad de ser desbancada como primera fuerza en votos de Cataluña por Esquerra Republicana) o llegar a acuerdos puntuales con el PP, para que le permitiera gobernar allí a cambio de una justa correspondencia en el Estado Español, caso de que el PP también fuese mayoría minoritaria en las elecciones generales.

Son sólo hipótesis, pero muy probables a la vista de las encuestas actuales.

¿Qué deberían de hacer tanto el PSOE como el PP en Andalucía?

¿Y qué harían posteriormente en el Gobierno de España, en el caso supuesto?

Precisamente por eso creo yo, que la Sra. Díaz, ni aceptó ni se negó, para tener la libertad de decidir cuando llegue el momento.

Incluso he llegado a pensar que si consumado su triunfo en Andalucía, no se atrevería a presentarse a las primarias socialistas para la elección de candidato a Presidente de Gobierno en las generales, enfrentándose a Pedro Sánchez si las encuestas de intención de voto al actual Secretario General siguen disminuyendo.

Su posición estaría perfectamente justificada, en primer lugar porque ya lo había dejado caer y segundo porque estaría usando el mismo argumento que ha utilizado D. Pedro para fulminar al recién defenestrado Secretario de la Federación Socialista Madrileña.

Pedro Sánchez ha querido suscribir un compromiso formal, y solo ha recibido una sonrisa y un apretón de manos educado, pero nada comprometedor.

Desde que Susana Díaz decidió convocar las elecciones anticipadas en Andalucía, percibí que lo hacía con la sana idea de comprobar su verdadera fuerza en el mayor caladero de votos del socialismo español, para consolidar y reconfirmar sus posibilidades de éxito de cara a ponerse al frente del socialismo español.

Ella había sido elegida y ‘dedocraticamente’  designada por un Griñán  (ahora imputado con Chaves)  para Presidente de la Autonomía Andaluza.

Una vez ganadas las elecciones andaluzas por ella, nadie le iba a discutir su derecho democrático a optar a lo que ella decidiera, sobre todo si pasaba el filtro de unas primarias entre todo el socialismo, para optar a la Presidencia del Gobierno español.

Por lo tanto habrá que esperar a ver lo que pasa en Andalucía, y lo que decide Susana Díaz, para conocer lo que le espera a Pedro Sánchez.

Yo diría que es el futuro de Sánchez, el que puede estar en manos de  Susana, y no al contrario como podría parecer desde fuera.

Y llegados a esta situación, el comodín lo tiene ella y sin duda lo va a jugar como considere más conveniente y en función de los resultados de Andalucía y de las perspectivas de voto que vayan saliendo de cara a las generales.

No creo que quiera comprometer su futuro en Andalucía a largo plazo, poniéndose en manos de los comunistas de PODEMOS, después de los sapos que ha tenido que tragar con los otros comunistas de IZQUIERDA UNIDA.

Y precisamente por eso, no descarto unos acuerdos de Gobierno a dos bandas, en caso de hacerse necesarios, aunque entre las elecciones andaluzas y las generales haya casi un año, que pudiera presentar mil incidencias en uno u otro sentido.

Caber, cabe todo lo que se quiera intuir, pero lo cierto es que Susana en éste caso particular ha preferido “nadar y guardar la ropa” por lo que pueda ocurrir de cara a Pedro Sánchez y eso a él, no puede haberle dejado ni contento ni tranquilo.

El tiempo dirá.