Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
Ante el nuevo despropósito perpetrado por la señora Català y su equipo, ¿ alguien de la Generalitat del señor Alberto Fabra ha realizado un mínimo estudio de impacto económico? Me refiero a la decisión de la Conselleria de Educación de adelantar el inicio de curso para todos los niveles, para primaria y secundaria, al 3 de Septiembre. ¿Ha realizado alguno de los múltiples políticos y asesores puestos a dedo por el PP en la Generalitat algún estudio de su coste económico? Porque resulta que el 12,6 % del PIB valenciano depende del sector turístico, y no hace falta ser ninguna lumbrera para darse cuenta de que la medida de la señora Català, flamante portavoz del Consell por méritos que a mí se me escapan, implicará que el mes de Septiembre se convierta en totalmente inhábil para el turismo interno, ya que muchas familias dejarán de veranear y otras muchas regresarán a su lugar de residencia habitual para que los chavales inicien el curso. ¿ Qué porcentaje del PIB decrecerá entonces? ¿Cuántos puestos de trabajo se perderán?
Todo esto por lo que respecta al impacto meramente económico, pero es que resulta que esta medida no ha sido consensuada con nadie, que las propias AMPAs de la Comunidad Valenciana han criticado esta medida y han lamentado la supresión de los exámenes de Septiembre, y que los principales sindicatos se han pronunciado en el mismo sentido. En definitiva, lo que ha ocurrido es que se ha vuelto a aplicar el principio que se suele aplicar por el equipo de la señora Català en Campanar: hacer las cosas por las bravas y emplear la prepotencia como principal directriz de gobierno y de actuación.
Si el señor Wert obtenía una calificación según el CIS de 1,4 como valoración política, y de apenas un 0,8 entre los jóvenes, más temprano que tarde ocurrirá lo mismo con la señora Català. Y es que, fiel seguidora de Wert, como ha repetido el propio Ministerio de Educación, es difícil hacerlo peor. Y ello por no hablar del aumento de ratios, las campañas de desprestigio lanzadas contra el profesorado, y tantas y tantas cosas, que sin duda algo habrán influído en los desastrosos resultados electorales del PP valenciano. Pero allá ellos. Ya queda menos. Es la única buena noticia.
