Noticias Castellón
miércoles, 22 de mayo de 2024 | Última actualización: 12:08

2014, el futuro ya no es lo que era

Tiempo de Lectura: 2 minutos, 44 segundos

Noticias Relacionadas

Juan Teodoro Vidal. Químico. 

Cuando al final de los años 60 vimos por primera vez la mítica película de Kubrick "2001, Una Odisea del Espacio", aún no se había pisado la Luna pero se nos planteaba un futuro que parecía estar al alcance de la mano. En aquel film los avances en la exploración espacial permitirían tener una base lunar estable y naves espaciales amplias en que la inactividad de los astronautas en los largos viajes interplanetarios se resolvía con unas cápsulas individuales de hibernación donde 'dormían' durante meses, y tenían una pista circular en rotación que generaba sensación de gravedad mediante la fuerza centrífuga. Hoy en día, 50 años después, no tenemos nada parecido. El prototipo de la nueva nave Orión, con el que han anunciado que se viajará a Marte, es del tamaño de un salón en donde 'van a encerrar' hasta 6 astronautas 'despiertos' y apiñados durante meses. No parece mucho más confortable o capaz que los ingenios que llegaron a la Luna en el 69. Menudo agobio.

Lo que hacía creíble ‘2001’ era que utilizaba los principios y leyes físicas que conocemos. No fantaseaba con la posibilidad de viajar a velocidades superiores a la de la luz o usar 'sables láser', sentir gravedad en el espacio sin más, o viajar a otras galaxias. como las posteriores, y menos realistas películas tipo Star Wars, Startreck, Alien, nos han hecho creer posibles.

En algunas cosas nos quedamos 'atrás' pero hay otras muchas de “2001” que 'el futuro' ha superado. Allí las comunicaciones eran sólo de radio, pues no se había inventado aún internet, que tanto ha cambiado nuestras vidas. El ordenador que manejaba la nave, HAL, ocupaba una habitación, como todos los ordenadores de la época. Sin embargo ahora, en nuestro móvil, tenemos un ordenador muchísimo más potente que HAL, comunicado por muchos canales a la vez: Telefonía, WiFi, Bluetooth, NFC, etc.

Pensábamos que se acabaría el petróleo y ahora hay más coches que nunca, aunque no sean voladores. No se tenía ningún indicio de que fuera a terminar la política de bloques creados tras la Segunda Guerra Mundial; que surgiría la Unión Europea juntando a Alemania y Francia; ni que China, India, Brasil y otros países emergentes tendrían el despertar económico que hemos visto. No se podía pensar que acabaría la segregación racial en USA y mucho menos en Sudáfrica. No había sucedido aún la Transición en España.

La medicina no logró hibernarnos, pero somos capaces de secuenciar el ADN, de guiarnos por GPS, miniaturizar los láser para uso civil y popularizar los equipos de examen por imagen y tratamiento por radioterapia. Estamos comunicados globalmente. El futuro no es lo que era. Quizá es menos grandioso, pero yo creo que, con todos los problemas y retrocesos que hemos tenido, este futuro es mejor sin duda para los ciudadanos, porque la tecnología ha supuesto muchos más recursos en manos de la población, para mejorar sus medios de vida.