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domingo, 5 de mayo de 2024 | Última actualización: 14:03

La crisis como yo la veo: modelo inspirado en el tráfico

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Juan Teodoro Vidal. Químico. Director del Museo de la Casa de la Moneda.

¿Terminará esta crisis algún día? ¿Qué hace falta para salir de esta angustiosa situación? Hace unos meses escribía en mi blog www.3palmeras.wordpress.comLa crisis económica se parece a un atasco en la autopista. Solo puede resolverse si se vuelve a un estado de fluidez o de liquidez obtenido mediante el ahorro de todos los agentes económicos.

Los agentes económicos (bancos, empresas, particulares, las administraciones públicas del estado) se parecen a vehículos circulando en una autopista. Cuando realizan una operación cobran unos ingresos, parte de esos ingresos o de sus ahorros previos los dedican a realizar sus pagos al siguiente y así avanzan, dejando detrás de sí el espacio para que otros agentes avancen. Al realizar los pagos que deben, proporcionan liquidez al siguiente. Si con sus ingresos o con sus ahorros no tienen suficiente para efectuar sus pagos, bien sea porque gastan más de lo que ingresan, bien sea porque sus acreedores no les están pagando puntualmente, y por tanto no se quedan con una cantidad líquida o disponible sin asignar, entorpecen la actividad del siguiente.

Por ese motivo, la regla de oro del funcionamiento del sistema económico capitalista es que los gastos de cada agente económico no superen los ingresos y se produzcan acumulaciones de dinero disponible, ahorros, que proporcionen liquidez. La circulación fluida es la ideal. Para que la circulación sea fluida, tanto en la autopista como en la economía, los vehículos no han de depender totalmente en su marcha de los que les preceden, deben poder avanzar un tiempo por sus medios, sin tener que esperar el movimiento de los que están antes en la ruta. En un atasco los vehículos tienen su marcha entorpecida, de forma que esta depende de que los vehículos que están delante se muevan. En una crisis, el dinero no fluye con facilidad, porque en algún punto del sistema no hay bastante acumulación para efectuar los pagos a los siguientes agentes, impidiendo la actividad normal o continua.

Las crisis de los sistemas capitalistas suceden periódicamente, igual que los atascos en las autopistas, por los mismos motivos: cada agente económico depende en su actividad de los otros y de las vías de funcionamiento, marcadas en la economía por la capacidad de operaciones que pueden soportar el mercado y las leyes, que son limitaciones, como los límites de velocidad de la autopista. Al igual que pasa en la autopista cuando un vehículo disminuye su marcha o se para, si un agente económico deja de cumplir sus obligaciones de pago por falta de liquidez, entorpece la marcha de los que le siguen. Ambos son casos de sistemas que funcionan por etapas sucesivas.”

Pues bien: justo en el momento más difícil es cuando no queda otra que ahorrar. Al igual que pasa en el atasco de la autopista, la única forma de salir de la crisis es despacito. Al principio a trompicones, como se sale de los atascos, arrancando y parando, para al final empezar a tener una marcha cada vez más fluida. Siempre hay alguna empresa a la que la crisis le ha pillado menos sensible y está en disposición de evitar gastos innecesarios y va haciendo un poco de remanente que puede permitirle aguantar un poco, va pagando a sus proveedores y empleados y liquidando sus impuestos al Estado, y lo que parecía un nubarrón que iba a durar siempre, se acaba esfumando poco a poco. Explotando un poco más el modelo, hay que evitar y perseguir por medios legales a los que ‘adelantan por el arcén’, es decir los privilegios y la corrupción, porque restan a los demás capacidad de reacción, y los vehículos más lentos y grandes (las Administraciones) han de dar ejemplo a todos.

En España los ciclos de ‘las vacas gordas y las flacas’ duran igual que en el periodo del Faraón: 7 años cada uno, si nos fijamos en la serie histórica, con crisis fuertes en el 2008, 1994, 1980, 1976,... Aunque los políticos no hubieran hecho nada (y yo creo que incluso mejor que no hubieran hecho nada), nos queda aún un año largo, casi dos, de vacas flacas... y saldremos. El sistema se habrá regenerado y será mucho más eficiente y estable... Hasta la próxima crisis en 2022.