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lunes, 29 de abril de 2024 | Última actualización: 23:03

Chantaje del comercio del centro de Castellón al Ayuntamiento

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Federico Arnau. Comerciante jubilado.

Lícito es que los comerciantes, en general, revindiquen mejoras para facilitar el acceso y la comodidad a las personas que acceden al centro de las ciudades para efectuar sus compras.

Lo que no es normal, es que unos comerciantes, que generalmente han sido los privilegiados de toda una ciudad, chantajeen al Ayuntamiento retirando y declinando la oferta de 500 euros para su zona, por considerar que no son merecedores del mismo trato que el resto de comerciantes de la ciudad, se creen que son superiores.

El comercio jamás ha estado unido en su totalidad. Desde las primeras asociaciones que aparecieron para unificar criterios y reclamar ante las autoridades mejoras para el comercio, y las acciones que puso en marcha la concejal de Comercio, Marisa Ribes, durante los años que estuvo como responsable, excepto ‘la Muestra de Moda en la Calle’, en la que podía participar cualquier establecimiento de Castellón,  todas las actividades de dinamización, como ‘La Vuelta a la Ciudad’, u otras acciones de animación, sólo se han hecho en el centro histórico durante años; esto es, el cuadro entre Banco de Bilbao, Plaza Cardona Vives, Plaza de la Paz, Avenida del Rey, donde se efectuaban todo tipo de actividades favoreciendo a todos los establecimientos que se encontraban ubicadas allí. Sin embargo, al resto, ni agua.

Toda esta zona, ya de por si, es donde se concentra el mayor número de personas desde siempre que sale a dar una vuelta, aunque no sea a comprar o tomar un café en cualquier terraza, y lógicamente, la vida evoluciona; las grandes ciudades y algunas no tan grandes, presentan sus centro históricos con calles no demasiado anchas, por lo que para ofrecer mayor comodidad se peatonalizan; y, por ejemplo, en la calle Alloza, donde los comerciantes al principio no estaban mucho a favor, una vez peatonalizada y viendo el resultado, estaban encantados.

Los comerciantes del centro histórico tienen sus ventajas y sus desventajas. La peatonalización ha sido progresiva… aunque no siempre acertada. Cuando se hicieron obras en la calle Zaragoza para la plataforma del Tram, sin modificar los párquines que ya había, parte de la calle se cortaba a la altura de la Plaza Tetuán,  por no haber espacio entre la parada y el edificio de Correos. Pero el resto de la calle es transitable y permite  circular por el carril habilitado para ello y que facilita la entrada al parquin de Huerto Sogueros y Avenida del Rey Don Jaime.

Ahora se quejan del diseño y del acceso al aparcamiento,  cuando el acceso es el mismo, pues no hay impedimento para acceder a los aparcamientos. Si es cierto, que se cometió un error y no se quiso atender, y es el giro de Ruiz Zorrilla para poder entrar a la Avenida del Rey, frente a la CAM (Hoy Banco Sabadell). Obstáculo fácil de reparar. En cuanto a la Puerta del Sol, el paso para entrar al parquin no está penalizado. Por lo tanto ¿de qué se quejan?

Ahora tienen la posibilidad de que el Tram facilita el acceso de Oeste a Este y las líneas de autobús que cruzan por Santos Vivanco y la Puerta del Sol,  un transporte que acerca al ciudadano al centro histórico.

Durante el tiempo que la concejal Carmen Albert sustituyó a Marisa Ribes  en la concejalía de Comercio, además de continuar con las acciones puestas en marcha por Ribes, Albert, consciente de que el resto de comercios de otras zonas no estaban atendidos de la misma manera que los del centro, impulsó acciones para que cualquier establecimiento, sea de la calle Alloza o del barrio San Lorenzo, pudiera adherirse y participar en dichas campañas; un trabajo con vistas a ir mejorando y extender la promoción al resto de la ciudad descentralizando el centro… Es cierto, que  las campañas como el ‘Viernes Negro’ o similares, solo podían desarrollarse donde hay concentración de negocios, y no en el extra radio o en ubicaciones más lejanas o con comercios más dispersos. Pero eso no significaba que se discriminaran, y de hecho en extra radio también se adhieren los centros comerciales.

La información de acceso al centro y aparcamiento se determinó en las reuniones que la concejal Albert y los comerciantes mantuvieron semanalmente en el Salón de Plenos; y de esas reuniones salieron las decisiones que llevaron a modificar el tráfico,   se pintaron en las rondas las flechas, así como los carteles de información que incluso los responsables de la empresa concesionaria de los párquines pidieron a los técnicos, e indicaron donde debían de colocarse para ser más eficaces.

Algunos, por quejarse de lo que sea, se quejaban de que se habían perdido plazas de aparcamiento al eliminarse los estacionamientos de la calle Zaragoza;  dichas plazas apenas daban servicio a 30 o 35 coches, y tras su supresión se habilitaron en el entorno de Hacienda, calle Cataluña, Concepción Arenal etc... Quien aparque en esa zona apenas debe caminar para llegar al centro, solo son cinco minutos hasta la Calle Colón; sin embargo, estos que protestan ahora no protestaban cuando los viernes y los sábados, a las 6 de la tarde, colocaban unas vallas en la Farola para no dejar pasar los coches por la calle Zaragoza y evitar el acceso a la Calle Colon antes incluso de peatonalizarla para facilitar la movilidad de la gente.  Los que nos veíamos perjudicados, como éramos de segunda, no se nos hacía caso, pero los privilegiados ni contaban con nosotros.

En la actualidad, la responsabilidad la tiene Patricia Puerta; y, aparte de seguir con lo que ya había puesto en funcionamiento Carmen Albert, que es lo lógico, (como en el caso del premio de 3.000 euros para que quien resulte agraciado o agraciada se lo gaste en los comercios adheridos del centro) ha hecho con muy buena idea repartir el premio en seis zonas que abarcan el conjunto de la ciudad, no discriminando a nadie. Tampoco es criticable la buena idea de la alcaldesa, Amparo Marco, al bajar a atender a los 10 manifestantes que se concentraron en la plaza. ¡Muy bien por la alcaldesa en este caso! Ahora bien, no debe dejarse chantajear por estos comerciantes del centro.

El vicepresidente de Espaí Comercial, Álvaro Grajero, lleva muchos años como comerciante y sabe perfectamente cuando a un comercio se le trata como si fuera de segunda. En la calle Zaragoza se sabe muy bien, como en la Calle Asensi, o la calle Trinidad, o la parte Norte de la calle En Medio, porque el resto ya es de tercera y sin derechos.

¿Cómo tienen ustedes la desfachatez de renunciar a los 500 euros porque se creen ustedes mejores y superiores al resto de comerciantes y reclamar un trato diferente a los demás, cuando todo esto se hace con dinero público que todos tienen derecho?

Ustedes han sido, desde hace muchos años, los mimados del Ayuntamiento, cosa que los demás no han sido, sin embargo son incapaces de unirse. Incluso en el cuadro privilegiado en el que se ubican, se apuñalan unos a los otros. ¿O no?

Por citar y justificar, recuerdo el ‘Viernes Negro’, hace dos años. Los comerciantes de la calle Colon enfrentados con los de la calle Alloza; los de Ruiz Zorrilla por su cuenta; los de la calle En Medio sin participar…  y encima se sienten superiores a los demás.

Si no quieren participar, no participen, pero no chantajeen al Ayuntamiento. Ustedes pueden hacer mucho más que nadie por sus propios comercios… como por ejemplo,  los vales de aparcamiento que a ustedes les cuestan 0,50 céntimos cada uno… no está demás que puedan dar a su clientes no uno por compra, sino dos o tres, que son dos o tres horas de parking gratis, para que puedan realizar su compra sin agobios y transiten por ‘su’ centro; además de otras acciones personales.  No se lo tienen que poner más en bandeja cuando ya tienen suficientes privilegios con todas las dinamizaciones que hace el Ayuntamiento, y que no llega ni a los de segunda categoría. El resto de los comercios de barrio también tienen el mismo derecho les guste o no les guste y vuelvo a incidir, el dinero público de las campañas es de todos.