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domingo, 12 de mayo de 2024 | Última actualización: 14:08

Viajes (7). Benicàssim

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Jorge Fuentes. Embajador de España.

Desde los lejanos años setentas, mi familia y yo hemos acudido puntualmente, verano tras verano, a nuestra cita de vacaciones con Benicàssim. Lejos de España a causa de mi profesión, a veces bajo la presión de incidentes políticos, Benicàssim  se convertía en la patria, el refugio seguro. Hemos conocido la evolución del lugar desde que apenas había en su playa más que las villas, hasta que fueron creciendo edificios de altura que cubrieron toda la costa, desde el recodo del Hotel Voramar, hasta el límite con Castellón cerca del aeródromo.

Hemos vivido en hoteles y en apartamentos de alquiler hasta que decidimos comprar el nuestro propio y mucho más tarde  --al crecer la familia con una nueva generación de pequeños veraneantes--, construimos nuestra propia casa.

La simbiosis entre Castellón y Benicàssim es muy interesante. De alguna forma ambas ciudades son una sola. Entre Junio y Septiembre Castellón se vacía y los castellonenses se asientan en Benicàssim, a escasos diez kilómetros de distancia de sus viviendas de invierno, de forma que, en esos meses de verano, Castellón queda con una población de menos de cien mil habitantes y Benicàssim más que duplica esa cifra.

Quienes hemos vivido en Benicàssim en las cuatro estaciones del año pensamos que las más agradables en el lugar son las que transcurren entre Octubre y Mayo, es decir los meses tranquilos del Otoño, el Invierno y la Primavera, meses en que la población apenas llega a los 20.000 habitantes y la vida transcurre plácidamente.

Casi todo lo que se puede necesitar para la vida cotidiana se encuentra en Benicàssim, en las tiendas de la calle de Santo Tomás y aledaños, en el mercadillo de los jueves, mejor surtido que decorado, en los supermercados Consum, Mercadona y Lid’l. Un buen 80% de las compras y gestiones diarias ya sea en ferreterías, perfumerías o en farmacias y bancos, pueden resolverse fácilmente en el pueblo.

Para futuros visitantes de la ciudad diré que ella tiene grandes atractivos y algunos inconvenientes que no dudo serán corregidos.  Empecemos por estos últimos, por los defectos.

1.    Por el particular y bello emplazamiento entre las montañas y el mar, Benicàssim genera más vientos de los que sería deseable. Quienes soportamos la lluvia, la nieve, la lluvia y el calor mejor que el viento, este es un hándicap. Pero no hay que exagerar, el viento no suele molestar más de dos o tres días al mes.

2.     El agua del grifo es potable pero no bebible. Su carga de cloro es de tal índole que mancha los grifos, corroe las cañerías y no quiero pensar lo que haría con nuestras tripas si la bebiéramos a diario. No hay filtro que pueda con ella. Por ahora la única solución es el molesto acarreo de bidones y botellas de agua mineral o la contratación de compañías distribuidoras.

3.    Hasta no hace mucho había fumigaciones frecuentes que desde el aire prevenían la aparición de peligrosas plagas de mosquitos cada verano. No olvidemos que el animal más mortífero del mundo, no es el león ni la serpiente o la araña sino el tsé-tsé. En Benicàssim abunda en estos años el ‘tigre’ cuyas picaduras complican enormemente la vida de los residentes.

4.    Somos grandes amantes de los perros. Aun no hemos olvidado ninguno de los que hemos tenido en nuestras vidas. Son nuestros mejores amigos incluso cuando ladran o se ensucian cerca de nuestra casa. Está en su naturaleza. Pero no en la de sus pocos sociables amos que no los educan y asisten.

5.    Benicàssim es un hermoso lugar pero no es Biarritz o S’Agaró, a los que solo supera en una cosa: los impuestos municipales. El Ayuntamiento proyecta revisar a la baja el catastro. Es muy urgente que se haga por la supervivencia misma del lugar reteniendo a quienes se verán obligados a huir en estampida  por no poder afrontar las elevadísimas tasas.

Excepto lo que depende de la naturaleza  -el viento- todo  lo demás es corregible. Para eso está la inteligencia humana, los políticos y los alcaldes a quienes hemos elegido encomendándoles  la noble tarea de, representándonos, resolver los problemas comunes.

Ahí acaban los defectos. El resto son virtudes.

1.    La situación del lugar, a 10 Kms. de Castellón (con cinco magníficas carreteras que les unen), a 70 de Valencia y 250 de Barcelona, junto a unas playas interminables y limpias, con bellas montañas protectoras, convierten a Benicàssim en un pequeño paraíso con vocación de balneario de talasoterapia, especialidad que intentó  sin el éxito que merecía.

2.    El micro-clima es excelente, con inviernos templados (es raro que el termómetro baje de 10º) y con veranos moderados (casi nunca rebasa los 30º). Lluvia suficiente y moderada, nieve inexistente.

3.    Gracias a la guardia civil, a la policía local y a la D.G de tráfico la seguridad es muy alta. Tranquiliza ver a sus agentes en motos, coches y en los puestos volantes, muy frecuentes tanto en el pueblo como en las playas y en las urbanizaciones, efectuando controles respetuosos.

4.    Los servicios sanitarios de limpieza de calles, recogida de basuras, de podas y talas, de hojas muertas, es regular y mantienen el lugar en muy aceptables condiciones.

5.    Destacadamente buena para una localidad mediana es la atención cultural del lugar. En el teatro municipal es posible ver funciones de categoría nacional con la actuación de actores como Diego Botho, Luis Homar y otros, musicales de prestigio y  una selección excelente de films. Las exposiciones de pintura están bien escogidas. Quizá lo mejor sea la magnífica biblioteca  provista con 50.000 ejemplares y con un club de lectura muy pedagógico. Capítulo aparte merecen los festivales musicales –el FIB, el de guitarra clásica Francisco Tárrega o el Rototom— que han exportado el nombre de Benicàssim al mundo entero.

6.    Pondré juntas otras grandes ventajas del lugar sin que sea demérito para ninguna de ellas: los servicios religiosos capitaneados por ese joven e inteligente párroco, el padre Yago Gallo; los servicios médicos; las rutas de paseo y bicicleta que permiten ir hasta el Grao de Castellón y hasta Oropesa; los atractivos restaurantes y bares; el fácil aparcamiento, el club para pensionistas, el casal joven etc…

No cabe duda que el balance es positivo. Esperemos que pronto sea extraordinario.