Jorge Fuentes. Embajador de España.
Cuando uno llega al aeropuerto de Bruselas, entre las atracciones turísticas mostradas en los paneles publicitarios -ya pueden imaginar, Tintin, los chocolates, los surrealistas, el atomium, la gastronomia, el art duco y art nouveau- se encuentra una oferta inusitada: Europa. Y es cierto, en una ciudad llamada a ser segundona se instalo la capital de Europa y eso la propulso al estrellato.
Circular por Bruselas a una hora punta, cuando un millón de personas, muchos de ellos burócratas comunitarios entran cada día a trabajar, se convierte en una misión complicada. Las avenidas que desembocan en el barrio europeo, se ponen a tope. ¿Como están Bruselas y la Unión Europea en estos días de crisis? 2014 va a ser un año importante para la UE ya que en Mayo, la Comisión y el Parlamento se van a renovar profundamente. Entraran también en vigor las nuevas perspectivas financieras para los próximos siete años. Las caras que hemos estado viendo representando a la Comisión -Barroso, Lady Ashton, Joaquín Almunia, Oli Rehn- terminan sus mandatos y se van a casa.
Alguna vez les conté que el escaso carisma del Presidente del Consejo, el belga Van Rompuy, o de la Comisión, el portugués Durao Barroso, eran lo máximo que Europa podía permitirse en el momento en que accedieron a sus puestos. Los estados miembros, en especial los más relevantes, no hubieran admitido unos líderes de la categoría de nuevos de Gaulle, Churchill o Adenauer que oscurecieran a los mandatarios nacionales. Incluso los países de los que proceden Los actuales líderes-Bélgica y Portugal- distan de encontrarse entre las grandes y potentes naciones.
Estemos atentos en los próximos meses a quien releva a Barroso y también de que país procede. Un Presidente de un Estado mediano, como Austria o Dinamarca seria una cosa. Un Presidente alemán o francés seria otra muy distinta que quizá llegara con vocación de mando y de reformas.A nivel nacional, a partir de Mayo, nos libraremos de Almunia que tantas veces parecía más empeñado en fastidiar a España antes que defender los intereses de la Unión. Por supuesto el nuevo comisario español será del PP y si en dos años hubiera cambio de Gobierno en España -cosa que empiezo a dudar ocurra- el comisario seria intocable hasta acabar su mandato de cinco años.
Cambiara también el Parlamento Europeo en pleno y me atrevo a predecir dos cosas y ojala me equivocara en mi pronóstico: que la participación en las elecciones en España apenas superara el 50% y que tanto el PP como el PSOE serán penalizados por el votante. En España, como en otros países europeos se tiene la equivocada impresión de que en las elecciones europeas no nos jugamos gran cosa y que el votante puede permitirse el lujo de manifestarse de modo menos responsable o de no hacerlo en absoluto.
Y sin embargo, en Bruselas nos jugamos todos cuestiones trascendentales y el proyecto europeo sigue siendo válido. Sin duda alguna tiene futuro pero ello es así solo si avanzamos desde el estadio en que nos encontramos: hay que alcanzar más política común, más defensa, más sistemas financieros, bancarios y fiscales comunes. Solo así el proyecto europeo podrá prosperar. Si por el contrario, las fuerzas nacionalistas se imponen, el proyecto común no avanzara y en algunos decenios podría incluso verse agotado.
De aquí a Mayo seguiré hablándoles de Europa. Hoy, desde Bruselas, les envió un gran saludo de comienzo de año.
