Enrique Domínguez. Economista.
Parece que las últimas cifras publicadas respecto a 2012, indican que la producción española en metros cuadrados de azulejos y pavimentos cerámicos supera ya a la italiana. El sector español mantiene en 2013 la trayectoria positiva de sus exportaciones y la parálisis en el mercado interior.
Sin embargo, esto no termina de encajar con las ingentes masas de producto terminado y embalado que se ve en los exteriores de la mayor parte de las azulejeras y que se intuye en las restantes, que lo tienen perfectamente guardado en almacenes a buen recaudo de miradas inquisitorias. Y tampoco encaja con el hecho de que el 37% de las empresas del sector cerámico castellonense consideran excesivos sus stocks de productos terminados según la encuesta de coyuntura Industrial del Area de Estudios de la Cámara de Comercio de Castellón.
¿Es positivo para el sector español superar a Italia?.
Si solamente se plantea el reto en producir más metros cuadrados totales, el fabricar más no dice mucho. Ojalá pudiéramos superar al sector cerámico italiano en otros aspectos.
Incluso hablando de metros cuadrados producidos, Italia está fabricando fuera del propio país más de 15% de su producción total en sus principales áreas de destino, mientras España tiene una producción fuera sus fronteras poco significativa. Esta es una de las cosas de Italia que deberíamos imitar y, en su caso, superar.
Si nos centramos en las redes comerciales, Italia tiene una gran tradición exportadora y de introducción de los productos italianos en los circuitos comerciales de los principales países receptores y ello les permite mejorar el conocimiento del cliente y la difusión de sus productos; además, el made in Italy está mucho más consolidado que el made in Spain. También en esto deberíamos imitar y superar a Italia.
Las arcillas rojas españolas son, en general, de mayor calidad que las italianas pero los italianos han tenido la habilidad de hacer creer al consumidor que el producto con arcilla blanca es mejor y así lo han impuesto al mercado. Y nosotros no hemos sabido vender la mayor calidad de la arcilla roja. También se podría reivindicar esto frente a Italia.
En cuanto a investigación e innovación, en España son las firmas de fritas las que proveen al sector cerámico, en líneas generales, de los avances en estos campos, mientras que un número bastante superior al español de empresas italianas tienen en su seno ese departamento. También deberíamos superar en esto a Italia.
Y lo mismo podemos decir de los departamentos de marketing, prácticamente inexistentes en las firmas españolas en las que el conocimiento previo de los gustos de los potenciales clientes apenas se estudia y el comercial sale a vender lo que se fabrica; apenas se estudia lo que tiene venta para producirlo. Otro campo en el que superar a Italia.
Y el precio medio del producto vendido: Italia está dirigiéndose más a los segmentos medio y alto mientras que las firmas españolas se centran más en los segmentos medio y bajo, con honrosas excepciones por supuesto. Otro aspecto en el que sí se debería superar a Italia.
Y, aunque hoy en día la transferencia de tecnología no plantea retrasos como en décadas anteriores, Italia destaca en la fabricación de maquinaria y de materias primas, pero mientras en la primera España se ha visto claramente superada por Italia, en lo relativo a fritas y esmaltes se sitúan en niveles muy próximos.
Hay, por tanto, bastantes aspectos en los que el sector español debería superar o aproximarse al italiano y no precisamente en los metros cuadrados producidos; el futuro del sector depende de esos otros elementos.
