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martes, 21 de mayo de 2024 | Última actualización: 13:58

Gobierno y justicia

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Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.

En poco más de una semana, hemos asistido a dos convocatorias en el País Vasco, en defensa de unos supuestos derechos de los etarras aún encarcelados.

En los dos casos en principio no se autorizaron por el correspondiente poder judicial, para posteriormente y por arte de birlibirloque acabar permitiéndolas con unos argumentos tan incomprensibles para la gente de la calle, como aparentemente bien explicados por quienes en un principio les negaron ese derecho.

Hay un hartazgo generalizado entre la gente de bien, que acaba por no saber si es el gobierno quien convence a los jueces o al revés, pero siempre se acaba dándoles cancha a los mayores asesinos de la historia de España.

Antes los socialistas y ahora los populares.

Dentro del juego de con una mano dar la de cal y en la otra la de arena a ETA, hace unos días se llevó a cabo la Operación Jaque, con la que se quiso desarticular el último centro existente del núcleo duro de ETA, que es su sólida estructura jurídica.

Se le encomendó a la Guardia Civil la logística para entrar en el domicilio donde se sabía que iban a estar reunidos los ocho abogados, con todos sus ordenadores y un cantidad importante de documentos comprometedores

El operativo estaba preparado para las 5,30 de la tarde, y curiosamente a las 3,07 se remite un twit desde los Cuerpos de Seguridad del Estado, y a renglón seguido se manda un comunicado informativo de la operación que se iba a llevar a cabo.

Parecía que a alguien desde dentro del Ministerio, le molestaba que fueran a detener y desarticular los últimos vestigios legales de la banda asesina.

Algo así como el FAISAN, pero del PP.

O sea que pocas diferencias entre la iniquidad socialista de Rubalcaba y sus hombres y la del actual Ministerio del Interior de Jorge Fernández, ya que de momento no se ha tenido noticias de ninguna dimisión ni del cese de los responsables del hecho.

Pero lo más aberrante, y lo que me lleva a pensar que los actuales gestores de lo que queda de ETA, se sienten blindados y muy protegidos, han sido las declaraciones de Arantza Zulueta, una de las abogadas que estaban en la anteriormente mencionada reunión, que al parecer se ha atrevido a decir (al menos así lo he leído  en prensa) mas o menos que “si estaba allí, era porque ETA así se lo había pedido, y que si ETA le pedía que cogiera la pistola y matara, ella lo haría”.

Me parece poco menos que imposible que El Mundo se atreviera a publicar en primera página esos titulares, de no tener la evidencia de que así se había expresado esta asesina en potencia, según sus propias declaraciones.

Y ahora estoy impaciente por conocer que trato se le va a dar a esa señora.

Al menos incurre en dos delitos evidentes:

1) Pertenecer   a una banda armada.

2) Hacer una apología evidente del terrorismo.

¿Se impondrá el criterio ‘buenista’ de ser condescendiente con ella en aras al proceso de paz, buscando recovecos legales difíciles de entender para exculparla o aliviar la pena que se merece?

¿O quizás de una vez por todas, vamos a terminar llamando a las cosas por su nombre y aplicando la justa sentencia a cada delito?

Sólo el cielo, Rajoy, Fernández y Gallardón lo saben.

Nosotros, como de costumbre a tragar y a digerir los sapos que ellos nos sirvan a la mesa, aunque estoy convencido de que con su pecado llevarán su penitencia.

Al ciudadano le pueden decepcionar los políticos, y la única arma que nos dejan es negarles nuestro voto.

Aunque en este caso, uno acaba por no saber a quien votar, ya que unos y otros nos tienen hartos y saturados de decepciones.