La popular lamenta que "será un daño irreparable para los comerciantes de la zona, pero también para acceder a la zona centro"
Castellón Información
La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, y el concejal Popular Juan Carlos Redondo han vuelto a visitar a los comercios de la Avenida de Lidón donde han comprobado que su malestar e indignación crece al ver que la alcaldesa Amparo Marco ha iniciado la cuenta atrás para reformar la avenida sin tenerles en cuenta. "Es lamentable, una vergüenza que la alcaldesa Amparo Marco no tenga en cuenta que la reforma que está decidida a imponer, sin que nadie se la haya pedido, causará un daño irreparable a los comercios de la zona, pero también del centro, por la eliminación de otro acceso a la ciudad", explica.
Durante la visita, los Populares han intercambiado impresiones con los comerciantes a quienes les afecta de manera directa la eliminación del carril de entrada desde Tombatossals a María Agustina, además de la supresión de centenares de plazas de aparcamiento. "Entre todos los establecimientos comerciales que hemos visitado en la Avenida de Lidón no hemos encontrado ni una opinión a favor del proyecto. Sólo con esta percepción la alcaldesa debería replantearse para quién gobierna y si piensa en el interés general, paralizar el proyecto", señala la portavoz de los Populares en la ciudad de Castellón.
Sin embargo, los plazos para el inicio de las obras corren mientras la alcaldesa desoye a los castellonenses que cada jueves se concentran en la plaza Mayor para decir 'No a la reforma de la Avenida de Lidón'. Cabe recordar que la alcaldesa ha anunciado que las obras comenzarán después del verano.
Ante el empecinamiento de la alcaldesa, Carrasco insiste: "Es lamentable que Amparo Marco siga sin pisar la calle y gobierne desde su despacho a golpe de imposición porque ni los comercios querían un sistema sancionador de cámaras que solo tenía fin recaudatorio, a razón de 200 euros por multa, y por eso no tuvo más remedio que apagarlas, aunque solo temporalmente, ni los comercios quieren ahora 14 meses de obras para acabar eliminando una arteria de entrada a la ciudad que acabará siendo la puntilla final para ellos", añade.
Begoña Carrasco y Juan Carlos Redondo han trasladado personalmente su apoyo y el de todo el Partido Popular a los comerciantes, a los vecinos y a los castellonenses en general al entender que se trata de una obra innecesaria e inoportuna, por suponer un desembolso de 3,3 millones de euros en plena pandemia, en una remodelación que nadie ha pedido y que nadie quiere, mientras la prioridad debe ser atender a los sectores más golpeados por la crisis económica y cuando sigue habiendo barrios en la ciudad con necesidades acuciantes, ya que los hay sin ni siquiera aceras.
Y porque "no es cierto que la reforma de la Avenida de Lidón vaya a suponer una disminución del CO2 porque los coches que ya no podrán circular por la avenida no desaparecerán, sino que se desviarán por las calles adyacentes, mucho más estrechas. De esta manera los recorridos serán mucho más largos por lo que las emisiones de dióxido de carbono serán mayores y estarán más concentradas al tener menos amplitud estas calles alternativas, además del colapso y los consiguientes problemas de movilidad y accesibilidad que se van a ocasionar", concluye Carrasco.
