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viernes, 26 de abril de 2024 | Última actualización: 23:10

¡El fútbol como fenómeno de masas!

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Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.

Mis amigos y aquellas personas que me conocen bien, saben perfectamente mi pasión por este deporte.

Me encanta analizar cada partido, no sólo en base a los recursos y capacidades de cada plantilla, sino incluso la forma de plantearlo en función de los puntos fuertes o de los flancos más débiles del equipo contrario.

La estrategia de cada encuentro, es fundamental para la obtención de resultados, por lo que aunque a mucha gente le pueda parecer que el resultado pueda estar predeterminado en función de los presupuestos de los contendientes, Fútbol es Fútbol.

Esa frase que acuñó en su día Bujadin Boskov, siendo entrenador del Real Madrid, a finales del siglo pasado, le puede sonar a perogrullada a cualquier ciudadano, pero los verdaderos aficionados a este deporte, la traducimos inmediatamente sin problemas.

Quería decir el serbio, “que una vez la pelota en juego, cualquier resultado es posible” y nada está prefijado ni establecido de antemano.

Aunque sin la menor duda, a mayores presupuestos mayores son las posibilidades de conformar plantillas más completas con jugadores más cotizados, lo que nadie es capaz de garantizar es la capacidad de sacrificio y voluntad de poner el trabajo personal de cada jugador al servicio colectivo del equipo.

Y en ese sentido, tiene un valor incalculable el carácter de cada entrenador, su potencial como conductor de equipos humanos en busca de un objetivo único, que acabe convenciendo a todos y renunciando a objetivos individuales en busca de los generales.

En cierto modo, tiene mucho de común con lo que necesita cualquier empresa que quiera tener éxito en su ámbito específico.

Precisamente por eso, quiero destacar hoy la labor del entrenador y ponerles dos ejemplos, uno de la temporada pasada y otro de la actual.

Destacable el año pasado la labor de Unai Emery al frente del Villarreal CF, y a la administración adecuada del esfuerzo, en base a conservar la posesión del balón y desgastar  física y sobre todo  sicológicamente al adversario.

Así llevó a nuestro equipo a la consecución del título de Campeón de Euroliga, que marcará un hito inolvidable en el corazón de todos los aficionados amarillos que lo disfrutamos en Polonia en el Estadio del Gdansk.

El precio lo estamos pagando esta temporada, ya que los otros equipos, ya conocen nuestra forma de jugar y ya no les sorprendemos en la Liga, aunque si lo sigamos haciendo en Champions hasta ahora.

En el torneo español por excelencia, de momento estamos en mitad de la tabla, lo cual no nos augura ni garantiza nada muy brillante, aunque aún sigamos disponiendo de dos caminos diferentes pero llenos de dificultades,  para volver a competir el año que viene en el mejor torneo de futbol internacional por equipos.

El segundo entrenador que quiero destacar por su labor, es Marcelino García Toral al frente de un Atlético de Bilbao, histórico del futbol español, pero huérfano de éxitos hasta que ha llegado a su  banquillo el asturiano.

Los “leones” bilbaínos, que habían perdido “sus garras afiladas”, hasta la llegada de Marcelino, vienen encadenando presencias en finales de Copas y Supercopas españolas en los últimos años, ininterrumpidamente.

Este excelente entrenador que ya dejó unas huellas excelentes tanto en el Villarreal como en el Valencia, ha encontrado su mejor ambiente en el futbol vasco, donde el esfuerzo y sacrificio nunca son negociables y sus jugadores se suelen entregar hasta la extenuación si se les sabe exigir y corresponder a sus esfuerzos.

Precisamente por eso, en los primeros minutos de la madrugada del jueves al viernes de esta semana, acaba de derrotar a un Barcelona, muy rejuvenecido y aguerrido por 3-2 después de una prorroga muy emocionante, en la que unos y otros, nos brindaron un partido excepcional.

Con partidos como este, es como vibramos todos los enamorados del Deporte Rey, aunque seamos sólo espectadores sin preferencias.

La fuerza, la velocidad y la potencia, se ha impuesto esta noche a la técnica y estrategia más exquisita.

¡Enhorabuena a los dos equipos y a sus aficiones!