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viernes, 26 de abril de 2024 | Última actualización: 13:40

No al derribo de la cruz

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Begoña Carrasco. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castelló y Presidenta del PP de Castelló de la Plana

No al derribo de la cruz del Parque Ribalta. No es un símbolo del franquismo. No lo es desde el año 1979, por más que la alcaldesa de esta ciudad se haya empeñado en derribarlo, con el fin de perpetuar una división de los castellonenses que estaba superada, y mantener un debate político de frentes que solo se sustenta por el deseo de agitar fantasmas del pasado de hace más de 40 años.

La Cruz del Parque Ribalta es un símbolo religioso, el de los católicos, que además forma parte de un monumento que está dedicado a todas las víctimas de la violencia. En todas sus formas, pero única, porque la violencia es violencia se mire por donde se mire y venga de donde venga.

Por eso, desde el Partido Popular de la ciudad de Castellón, hemos presentado alegaciones al proyecto de derribo del monumento del Parque Ribalta, que nos va a costar a todos los castellonenses más de 80.000 euros y que, desde luego, nadie ha pedido, porque en realidad a nadie molesta, salvo al equipo de gobierno de PSOE, Compromís y Podemos. Y llegaremos en la defensa de esta idea hasta la última de las instancias que sea necesaria. Precisamente, hace muy pocos días, se ha conocido una sentencia de un juez que tumbaba los recursos del PSOE y salvaba el monumento de Sa Feixina en Palma de Mallorca porque ya “no es franquista”. Como el de Castellón.

Tenemos un equipo de gobierno que en plena pandemia, en lugar de estar repartiendo ayudas para reactivar la economía y proteger a las familias castellonenses, reabre heridas y tira cruces. Por eso no deja de ser absolutamente surrealista que, al mismo tiempo, se adhiera a la Carta para la Gestión Municipal de la Diversidad Religiosa. Esto es el colmo de la contradicción. Puro sectarismo.

La libertad ideológica, religiosa y de culto de los ciudadanos y de las comunidades religiosas, es un derecho fundamental recogido en la Constitución Española. El equipo de gobierno que juega al tetris con la cruz católica, que situó en el mapa de la ciudad las iglesias ilustrándolas con la media luna árabe, que quiere derribar la cruz del Ribalta, nos trata de vender a todos los castellonenses que es tolerante y respetuoso. No cuela.

La cruz está bien donde está. No al derribo de la Cruz del parque Ribalta. Basta de imposiciones y sectarismo político. Sí a la libertad. Pero libertad real, no de titulares y gestos vacíos. Libertad religiosa, libertad a la hora de la lengua en la que expresarnos. Y respeto a las instituciones, a la igualdad real entre personas, de oportunidades… Los castellonenses merecen y necesitan libertad y respeto. Justo lo que no tienen con este gobierno de Amparo Marco, que desprecia a los vecinos que no piensan como ella.