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domingo, 28 de abril de 2024 | Última actualización: 19:43

Agotados los 'llibrets', pulseras y cintas de Magdalena en un día y medio y suspendidos los repartos

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El Ayuntamiento ha anunciado que a partir de esta tarde ya no estarán disponibles los puntos de distribución para la recogida de programas, cintas y pulseras

Agotados los 'llibrets', cintas y pulseras de Magdalena en tan solo un día y medio. El Ayuntamiento de Castelló ha anunciado este 'sold out' y ha adelantado que a partir de esta tarde se suspenden los repartos programados que debían extenderse hasta el jueves por la tarde en distintos espacios de la ciudad.

Una noticia que la concejala de Fiestas, Noelia Selma, ha tildado de “récord ya que la demanda ha sido como nunca se había visto, con colas de cientos de metros durante todas las horas alrededor de la plaza Mayor, y de importancia también en los otros puntos de reparto de las tenencias de alcaldía Norte, Sur, Este, Oeste y el Grau, durante todo el horario previsto para el reparto”.

En esta edición, según ha indicado el Ayuntamiento, se han distribuido un total de 40.000 programas, lo que supone un aumento de 10.000 ejemplares con respecto al pasado año, así como 160.000 cintas (10.000 más que en 2023) y 95.000 pulseras (3.000 más que el pasado ejercicio).

Un reparto que se realiza también en colectivos, asociaciones y entidades, como gaiatas, collas, entes vinculados, cofradías, asociaciones de vecinos, empresas, grupos teatro, grupos de danzas tradicionales, colegios e incluso hospitales.

“Ha sido un éxito sin precedentes. Una respuesta abrumadora que muestra las ganas que la ciudad entera tiene de disfrutar de la Magdalena. Un reparto que ha despertado un interés inusitado y que ha superado cualquier expectativa con respecto a otras ediciones”, ha asegurado Selma.

Sin embargo, son muchos los vecinos que se han mostrado molestos tras quedarse sin estos objetos tan tradicionales de las fiestas. Una de las quejas más generalizadas ha sido la limitación a una pulsera, cinta y programa por persona que obligaba a los castellonenses que llegaban al mostrador a volver a hacer la cola (de más de una hora) para recoger otro 'kit' magdalenero para familiares que no habían podido acercarse al reparto.