Hay instaladas ocho en varios puntos conflictivos de tráfico.
Podrá identificarse y sancionar a los propietarios de animales que no recojan los excrementos.
Plantea ubicar cámaras en la Mayorazga, piscina del Termet o zona del José Soriano.
Clara Parra Roncero
Nuevos ojos para vigilar los principales puntos conflictivos de tráfico en Vila-real. Ese es el objetivo del plan que se puso en marcha hace dos años por parte del Consistorio y que ha permitido que a día de hoy la ciudad cuente con 72 cámaras de vigilancia entre edificios públicos, zonas peatonales y viales.
De ellas, ocho se han instalado en puntos conflictivos de tráfico y seguridad de espacios públicos como en la calle Furs de València a la altura del paso subterráneo de la carretera de Burriana, la rotonda de la avenida Cedre, la zona de la basílica de Sant Pasqual, la plaza del Llaurador, la rotonda del Rotary en las inmediaciones de la Ciudad de la Justicia, la avenida Río Ebro y la zona de la rotonda de la calle San Manuel con José Ramón Batalla que la Policía Local controla instantáneamente desde una nueva sala ubicada en la nueva jefatura y que ha supuesto una inversión cercana a los 300.000 euros.
El alcalde, José Benlloch, que hoy ha visitado el nuevo servicio y ha dado la bienvenida a siete nuevos agentes que se incorporan a la plantilla, ha asegurado que su intención es duplicar el número de cámaras para conseguir incrementar la seguridad y evitar afecciones al mobiliario público o incumplimientos de la ordenanza ciudadana como por ejemplo poder sancionar, o al menos apercibir, a los propietarios de mascotas que no recojan sus excrementos.
“Se trata de incrementar la seguridad y es una apuesta por las nuevas tecnologías y la evolución. Tenemos que seguir por este camino y multiplicar el número para poder actuar con una mayor rapidez. Todo es susceptible de vigilancia. Aunque su principal cometido es el tráfico, por su puesto que se utilizará para controlar cualquier acto incívico o que incumpla las normas”, ha señalado el primer edil.
Benlloch ha planteado como posibles nuevas ubicaciones de este tipo de de sistemas de vigilancia la zona de la Mayorazga, los jardines que rodean el colegio José Soriano, el parque junto al Centro de Tecnificación Deportiva, la piscina del Termet o la zona del Molí.
En camino de ser 'smartcity'
Además, según ha explicado el Intendente General Jefe de la Policía Local, José Ramón Nieto, este sistema de vigilancia con cámara se podrá ver ampliado próximamente con la implantación de cámaras a través del sistema wifi que hará innecesario el uso de la fibra óptica.
“Así podremos poner esta vigilancia donde se crea más oportuno en momentos puntuales como fiestas o actos deportivos”, ha resaltado, a la vez que ha explicado que también se ha incorporado un sistema que permite identificar en cada momento la situación de los agentes, vehículos policiales y de Servicios Públicos para incrementar la calidad de respuesta ante cualquier alteración del orden.
Respecto a este asunto, Nieto ha resaltado el crecimiento que en materia de nuevas tecnologías ha experimentado la ciudad y también la Policía Local. Un avance que la sitúan, según su opinión, en aras de convertirse en una auténtica smartcity por su aplicación de la tecnología tanto en los controles de accesos a las administración como en el propio día a día de la policía.
La jefatura de la Policía Local de Vila-real fue inaugurada en marzo de 2011 en vísperas de las anteriores elecciones pero no se puso en funcionamiento hasta mayo de 2012 cuando se solucionaron algunos aspectos y se finalizaron completamente los trabajos. El edil de policía, Javier Serralvo, ha recordado que costó 1,9 millones de euros y que una vez entró a gobernar el tripartito se consiguió un ahorro cercano a los 300.000 euros en el acta de recepción de la obra. La plantilla actual de la policía local de Vila-real es de 108 agentes y quedan por cubrir tres vacantes.
