Es la primera Ley que integra los criterios urbanísticos y medioambientales que permitirá que administraciones y promotores cuenten con más certidumbres para la toma de decisiones.
La ley refunde cinco leyes: la Urbanística, la de Ordenación del Territorio y Protección del Paisaje, la del Suelo No Urbanizable, y la de los Campos de Golf.