Santiago Beltrán. Abogado.
El Tribunal Constitucional (TC) ha declarado inconstitucional y nulo el último párrafo del artículo 10 de la Ley de Caza Valenciana, introducido por la que conocemos como Ley del 'Parany', ya que por primera vez este sistema de caza ancestral era reconocido legalmente, con su propia denominación. Este último apartado, lo único que venía a poner de relieve era que el 'parany' es un método cinegético de raigambre popular, cuya regulación específica quedaba relegada a una reglamentación posterior.
En definitiva, lo que el TC viene a anular ahora, aunque parezca increíble, no es más que la consideración del 'parany' como caza tradicional valenciana. Ignoro cuál de las tres características del 'parany' es la inconstitucional, si su carácter cinegético, su historia o su localización geográfica.
En verdad no llego a comprender la importancia tan extraordinaria de este sistema de caza, para que para intentar eliminarlo de la faz de nuestras tierras, se hayan tenido que pronunciar todas las instancias jurisdiccionales competentes en la materia, desde el TSJ de la Comunidad Valenciana, hasta el Tribunal Supremo, pasando por el Tribunal de Justicia Europeo y ahora el Constitucional español; o que para erradicar su nombre, 'parany', de una ley autonómica, se haya necesitado del concurso de dos Direcciones Generales del Ministerio de Medio Ambiente, de la Abogacía y del Consejo de Estado, de un 'delicuescente' Presidente del Gobierno de la Nación y de la más alta instancia judicial española, el ‘desprestigiado y nada independiente’ Tribunal Constitucional.
Y que aun así tan vivo y pleno de salud. Menudas alforjas para tan corto e inútil camino.
Si lo piensas bien dan ganas de salir escopeteado de este país, tan ridículo y extravagante, y no volver hasta ver reducido a cenizas a este lobby anticaza que nos dirige y controla en todas las instancias del poder establecido. Seguro que si transcurriera mucho tiempo hasta nuestro regreso, quedaríamos epatados y traspuestos, al observar que el 'parany' había proliferado en todas las regiones españolas (o como entonces se denominaran) a golpe de subvención pública, para controlar la plaga de túrdidos que nos invadiría. Pero claro, esto no es más que un ejercicio impropio de ciencia ficción, cuando lo que nos debe interesar, únicamente es, nuestra singular realidad.
En este sentido, el 'parany' es y seguirá siendo, pese a quien pese, un sistema de caza -porque captura especies cinegéticas-, tradicional -porque hunde sus raíces en los albores de nuestra civilización occidental- y valenciano, en tanto que región mediterránea y europea, situada en el paso migratorio de los túrdidos hacia el continente africano y en el de su regreso a las regiones septentrionales del continente. Que resulta intrascendente si la competencia para su regulación es del Estado o de la autonomía, como predica el TC, ya que en cualquier caso la última decisión estará siempre en manos de instancias europeas, y que, lo que verdaderamente se necesita, son políticos que se atrevan a poner sus propias carnes en el asador y cumplan con sus promesas electorales, aunque sea por una sola vez. Que lo decisivo son los estudios y la investigación científica del método, y no las interpretaciones y opiniones partidistas y contaminadas de sus defensores y detractores. Que la igualdad que se presume de todos los países europeos sea real y efectiva, y por ello, que lo que esté permitido en Francia lo pueda estar en España, aunque sea deba cambiar la forma de cazar e incluso el nombre del método.
La sentencia del TC, no supone, ni por asomo, ningún perjuicio irreparable para el 'parany' ni para sus irreductibles seguidores, ya que la ley de reforma valenciana, en realidad, nunca ha estado vigente, y a efectos prácticos es como si nunca hubiera existido. Sin embargo, no solo se ha cazado durante los años de la suspensión sino que se han realizado estudios científicos rigurosos, nunca tenidos en cuenta por ningún Tribunal, con resultados muy concluyentes, que afirman que el 'parany' es selectivo y respeta la biodiversidad y el medio ambiente.
En definitiva, que el 'parany' está en mejores condiciones, a pesar de todo, que hace una década y que es el momento de seguir hacia adelante, corrigiendo los errores pasados, eliminando las malas hierbas, pero sin retroceder un solo paso del camino andado y firmemente recorrido. Y aunque siga la persecución penal y la descalificación personal, nunca deberá olvidarse que la causa es justa, y como premonitoriamente dijo John Milton: "En un mundo de fugitivos el que transita el justo camino, parece huir”.
