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viernes, 26 de abril de 2024 | Última actualización: 23:10

La Torná de la Romería: todos los relatos de la fundación de la ciudad el domingo de Magdalena

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Carros engalanados, procesión cívica y procesión religiosa con las ‘tres caigudes’ se dieron la mano en el Forn del Pla

La Tornà de la Romeria de les Canyes volvió a contar los diferentes relatos de la historia de la ciudad de la que forman parte el pueblo, la iglesia y hasta las cofradías de Semana Santa. Entrada espectacular de los carros engalanados, desfile de romeros y corporación, y procesión religiosa con el acto de 'Les Tres Caigudes’ de la Magdalena.

Llegaba la tarde en Castelló y los peregrinos de la Romeria de les Canyes retornaban a la ciudad después de un día de celebración en el Ermitorio de la Magdalena, que nunca se vio tan concurrido como este tercer domingo de Cuaresma.

Comenzaba el segundo capítulo de la jornada más importante de las fiestas: La Tornà, que a su vez incluía varios actos, los relatos que se conservan de una misma historia: la fundación de la ciudad y todos sus protagonistas: los romeros, la procesión cívica, la procesión religiosa y el desfile de Gaiatas.

Las reinas de Castelló, Selene Tarín y Alejandra Sáez retornaban a la ciudad, con parada en Sant Roc de Canet, el convento de los Carmelitas Descalzos de San José, y posteriormente en la Basílica de Lledó.

Las Cofradías convocaban a sus penitentes para reunirse en el Forn del Pla.

En Rosa Mº Molas se prendía una potente mascletá. Los romeros ya estaban en la ciudad.

Rondaban las 19:30 horas cuando entraban a la ciudad los carros engalanados, ruidosos, llamativos, con sirenas y música. Alquerías sobre ruedas, Magdalenas, Panderolas. Los carromatos bellamente adornados anunciaban el principio de esa fiesta del atardecer del domingo.

En Sant Roc formaba la corporación municipal con sus trajes de gala, precedidos por los Guardas de Campo, los maceros municipales y los Policía Locales con su traje de Gala.

Era el comienzo de la procesión cívica, que preside la corporación, de la que forman parte los romeros que vuelven a la ciudad con sus faroles, cayados y gaiatas de mano, y con el obispo y el capellán que guarda la reliquia.

En esta ocasión, el obispo formaba parte de la comitiva en el lugar que le tocaba. “Esta mañana les di instrucciones, llamé a un jefe de protocolo y ordené como debíamos de salir y cómo debíamos de regresar”, se jactaba la primera autoridad religiosa. Pero lo cierto es que dio resultado.

Y funcionó, no en valde, ese jefe de protocolo al que recurrió el obispo fue durante muchos años el responsable del protocolo municipal y conocía muy bien el oficio. Cerraba la Banda Municipal de Castelló.

En Sant Roc ya estaban aparcados los carros de la Magdalena, para la procesión religiosa, y tras ellos, las Gaiatas que salieron esta madrugada del almacén.

Y así, la procesión cívica y religiosa (Con el clero) desfilaba ya por la calle Sant Roc.

A la altura del Colegio Bisbe Climent se paró la comitiva. La alcaldesa, Amparo Marco y la reina, Selene Tarín, se acercaron al  ‘Forn del Pla’, el lugar donde Sant Roc, se divide en dos calles, San Félix y Sanhuja. También lo hicieron el obispo y el capellán de la reliquia.

Porque allí ya dispuestos estaban las cofradías de Castelló, y con ellos el Cristo de la Sangre y los niños que representan a ‘Las Tres Marías y San Juan’, con el Colegio Apostólico y los miembros de la Germandat dels Cavaller.

Se trata de un antiguo auto sacramental que interpreta esa parte religiosa de la ciudad, dedicada a María Magdalena y a sus caídas y arrepentimientos.

Los niños realizaron sus rezos y las tres genuflexiones delante del Cristo de la Sangre. Un ritual que habla de la depuración de las almas, del rezo por los pecados y de la forma en la que la fiesta también tiene un componente de confesión, arrepentimiento y rogativa.

Esta segunda parte no dura mucho, pero es muy vistosa aunque quizá demasiado desconocida.

Completado el acto de ‘Las tres Marias’, la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco y la reina de la ciudad, Selene Tarín retornaron a sus puestos en la procesión Cívica. Arrancó entoces esa procesión Civica  que recorrió las calles de la ciudad para terminar en la Concatedral de Santa María.

Tras ellos se organizaba la procesión religiosa, la primera de Semana Santa, que con los carros de la Magdalena, Los niños de ‘Les tres Caigudes’, el Colegio Apostólica y el Cristo de la Sangre, también hicieron el mismo recorrido.