La oposición dice que se abrió sin ‘recepción de obras’, el PP, que contaba con el visto bueno de la empresa y todas las condiciones de seguridad
La remodelación de la Plaza de la Paz ha generado una guerra interna entre los grupos políticos del ayuntamiento. El gobierno coincide con muchos vecinos, en que la anterior estaba mejor y con más servicios. PSOE y Compromís, cuestionan que se haya abierto al público sin que se haya realizado ‘la entrega total o parcial de la obra, y dicen que las obras no están terminadas.
La remodelación de la plaza de la Paz de Castelló no fue uno de esos proyectos imprescindibles que provocara un movimiento ciudadano ilusionado… de hecho, la mayoría de los vecinos consultados por este periódico se preguntaban todos lo mismo: ¿Hacía falta?
Pero el equipo de gobierno de Amparo Marco se encontró con la oportunidad de hacerlo, con la cofinanciación de los fondos europeos, y se decidió a aprovechar la oportunidad. ¿Quién podía negarse a una renovación de la plaza, con nuevos materiales, con un diseño más acorde, más adaptado a la sostenibilidad…y al dinero que podía llegar desde Europa?
Pero lo cierto, es que el proyecto y las obras generaron suspicacias. Se trataba de una plaza, estilo isabelino… Se hubiera podido entender que se arreglaran las aceras… que se mejorara algunos puntos como las jardineras… Pero levantar el pavimento completo, aprobar un proyecto con carril bici que luego hubo que descartar porque no cabía, reducir el carril que comunica Herrero con la calle Mayor… Y bien, Europa ponía dinero, pero no todo, solo una parte. Castellón también financiaba la otra parte.
Lo cierto es, que el ayuntamiento intentó ilusionar a vecinos y comerciantes, e incluso, cuentan algunos, ‘maniobró’ para que se modificaran ciertos aspectos de la obra y se descubrieran las vallas de protección antes tapadas… antes de las elecciones municipales.
Otro de los objetivos por parte de la legislatura anterior, fue que se valorara positivamente la intervención. Por parte de los actuales, que se pudiera ‘pisar’ cuando las nuevas reinas de la ciudad desfilaran a la imposición de bandas… y por parte de la gran mayoría, que se pudieran retirar las vallas cuanto antes y se recuperara el tráfico de la zona, por la que transitan varios autobuses urbanos de la ciudad.
Y cuando las cosas no se hacen o no se explica bien, pasa lo que pasa, y en este caso, la Plaza de la Paz es ahora la plaza de la guerra entre gobierno y oposición.
Lo que dice la oposición: falta el acta de recepción de obra
Lo que dice la oposición, y así se preguntó en Comisión informativa, es si el ayuntamiento, ahora gobernado por el PP y VOX tenía en su poder el ‘acta de recepción parcial o total’ de la obra.
Dicho de otra manera, si la empresa que ha ejecutado el proyecto había entregado oficialmente esta plaza porque las obras ya estuvieran acabadas. Un documento que actúa como garantía para evitar problemas de seguridad, y que luego se puedan achacar defectos a la empresa que lo ha ejecutado.
Y según la oposición, no había documento de recepción parcial o total, y por lo tanto había imperado la irresponsabilidad…
Sergio Toledo: la empresa dijo que era totalmente segura
Según el concejal de Urbanismo, no se contaba con ninguna de estas actas, pero si con el compromiso oficial de los responsables de la obra, de que el tránsito a pie o la apertura del tráfico era seguro.
Si los primeros (los anteriores) acusaban de irresponsabilidad a los actuales gobernantes, los segundos achacaban a los de antes, que no hubieran seguido los mismos principios en otras obras inauguradas antes de elecciones, como la avenida del Castell Vell, o el Colegio Vicent Marzà. (Pero eso son cosas de los políticos)
Sin embargo, cuando ha saltado la polémica porque el resultado de la plaza no convence ni a vecinos ni comerciantes y los mandatarios actuales anuncian mejores, la actual oposición se rebela: la obra no está acabada.
Y con todo esto, la guerra está abierta.
Las críticas de vecinos y comerciantes se centran en que: 'para tamaño viaje no hacían falta tantas alforjas. La plaza no ha ganado gran cosa, pero sí que habría perdido mucho de su estilo isabelino original. Los parterres y maceteros han desaparecido y han sido sustituidos por césped artificial… las zonas verdes sustituidas por cemento, y faltan muchos servicios.
Pero es que, si las obras no están acabadas, indica la oposición ¿Cómo se permite el equipo de gobierno hablar de mejoras sobre una obra a la que todavía le quedan muchos detalles?
El concejal de Urbanismo reconocía a Castellón Información que parte de lo afirmado por la oposición es cierto. Las obras no están acabadas pero la plaza si es segura para el tráfico y para los peatones.
Y en este sentido, manifestaba, que fue el equipo de gobierno anterior el que dio la orden de modificar el orden de los trabajos, para poder ‘vender’ su obra antes de elecciones. Según estas declaraciones, nunca se debía de haber cerrado al tráfico la plaza de la Paz durante las obras. Primero se debía haber intervenido en la acera más cercana a los edificios, mientras se mantenía el tráfico en la otra parte de la calzada para luego actuar sobre la calzada y pasar el tráfico sobre la acera…
Y es que las nuevas líneas urbanísticas que se promocionan ahora como si fueran palabras de ley, son las de eliminar aceras y desniveles, para mejorar el tránsito peatonal… aunque sobre eso tendrían mucho que decir los vecinos de la manzana de Maestría o los de la avenida de Lidón.
Porque las aceras y los desniveles no se crearon por casualidad… y ahora todos se empeñan en que desaparezcan.
Otro dato importante que también se ha vendido hasta la saciedad, durante los últimos años, son los denominados ‘suds’.
Dicho de forma coloquial, se trataría de incorporar canales de recogida de agua de lluvia por debajo del pavimento, para intentar de aprovechar esa agua ‘limpia’ para otros fines… como el riego u otros usos sostenibles.
Pero lo que no se cuenta es, que si esos ‘suds’ no desembocan en otros dispositivos que lleven esa agua para su aprovechamiento posterior… a lo mejor, no sirven para nada.
Y que, además, si se quitan aceras, se construyen los suds, sin aprovechamiento posterior y se eliminan imbornales, como ocurrió en la avenida de Lidón, el resultado es que una tromba de agua en temporada de tormentas puede convertir la zona en una gran piscina.
Esta explicación viene a cuento, de la sustitución del pavimento de la plaza en una zona donde siempre se ha tenido ‘miedo’ o ‘prevención’ de excavar y levantar, por todo lo que puede estar escondido de restos arqueológicos bajo su superficie.
Luego ¿no hubiera sido más práctico y más económico haber introducido mejoras puntuales en lugar de levantar toda la plaza? Lo que ocurre es que, a lo mejor, para una mejora tan sencilla Europa ni hubiera dado dinero.
Así las cosas, los políticos de uno y otro lado hacen su guerra en la plaza de la Paz… la alcaldesa ya lo ha dicho muy claro, no se va a volver a levantar la plaza. No están los tiempos para ‘destruir’ todo lo realizado durante los últimos ocho años para devolverles su estado original. Habrá que aprovechar lo mejor de lo que se haya realizado en cada momento.
Pero si el lector quiere quedarse con un pequeño toque de nostalgia y un pensamiento positivo ¿qué mejor que echarle un vistazo a la historia de la plaza y sus sucesivas transformaciones?. Disfruten de la galería: