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viernes, 26 de abril de 2024 | Última actualización: 15:02

III Escala a Castelló: Cómo disfrutar la visita a los barcos que marcaron la historia del mundo

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Los secretos de la Nao Victoria y el Galeón y la aventura que ahora cumple su Quinto Centenario

Hoy comienza la III edición de Escala a Castelló en una versión reducida que permitirá disfrutar de dos de los navíos históricos que conquistaron las aguas del mundo en los siglos XVI y XVII: La Nao Victoria y El Galeón Andalucía. La visita es gratuita, pero con cita reservada. ¿Cómo disfrutar de la visita y aprender parte de la historia de la armada española?. Los secretos de la Nao Victoria y el Galeón y la época de las grandes expediciones por mar

Esperanza Molina/Castellón Información

Hoy comienza oficialmente la III edición de Escala a Castelló en una versión reducida que contará con las réplicas de los navíos históricos: la Nao Victoria (la que dio por primera vez la vuelta al mundo) y el Galeón Andalucía (sobre el modelo del Galeón Manila).

Las visitas son gratuitas a las dos naves de la fundación Nao Victoria y El Galeón, pero ojo, por medidas de seguridad, hay que reservar la visita para evitar aglomeraciones y poder cumplir las medidas de seguridad sanitarias.

Si el lector tiene interés en esta visita, conviene que conozca algunas de las historias fabulosas que podrá visualizar durante su incursión a una época en que los marinos realizaron proezas increíbles.

¿Cómo era el mundo conocido de los siglos XV y XVI?

En el siglo XV ya se sabía que la tierra era redonda, pero se desconocía cual era la dimensión del globo terráqueo, la extensión de sus mares y océanos y la existencia de todos sus continentes.

Se situaba a la tierra como el centro del universo y las teorías de Aristóteles, defendidas por la iglesia durante siglos, que situaban al hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, como centro de ese universo alrededor del cual se movía el sol y los planetas. (La teoría de que los planetas giraban alrededor del sol no se publicó hasta la muerte de Copérnico en 1543, y los estudios de Galileo Galiei no desmontaron la teoría de Aristóteles hasta 1610)

Los geógrafos de la época dibujaban sus mapas ‘de oídas’ a través de las noticias que les llegaban de las expediciones, los navegantes, las caravanas o los viajeros.

Muchos de esos mapas estaban condicionados por las teorías religiosas y culturales. El mundo se veía con dos orientaciones diferentes, de sur a norte o de norte a sur.

La navegación

Mapa siglo XIV El_mar_Mediterráneo_en_el_Atlas_catalán_de_Cresques_Abraham

La navegación tradicional se centraba en la ‘técnica de costear’. Los barcos iban de punto a punto de la costa donde se proveían de agua y de comida. Estaban dotados de velas cuadras que aprovechaban el impulso del viento en la popa, no podían maniobrar en otras direcciones o de vela latina. No tenían aparejos de orientación, conocían el Mediterráneo, pero no estaban preparados para surcar grandes océanos ni rutas largas ya que se orientaban por la posición del sol y las estrellas y el relieve de la costa cercana.

Las naves

Las naves tradicionales estaban preparadas para realizar recorridos costeros, con una resistencia y un aparejo limitado.

Carabelas de Colom 2

Las carabelas: La creación de las carabelas, barcos más potentes y de mayor resistencia facilitó a Colón poder atravesar el océano en busca de ‘las indias’, la zona de Asia donde se encontraban las especias según las mediciones del mundo conocido. Pero además, Colón ya navegaba en una nao, la Santa María.

Nao victoria Escala a castello

Las Naos: La nao era una evolución de la carabela. Las carabelas tenían un francobordo más bajo, un mástil y solo un castillo de popa. Las naos incorporaron, un francobordo más alto, más mástiles, y como se puede observar en la Nao Victoria, un castillo de popa y uno de proa.

Además, incorporaban también un timón o ‘pinzón’, alineado longitudinalmente en el barco, de forma que el timonero podía observar las velas y como impactaba el viento en ella.

Los Galeones: Tras el descubrimiento de América y después, la navegación oceánica, el comercio y la guerra, las naves evolucionaron también hasta convertirse en galeones. Barcos más grandes, habilitados para la tripulación y el pasaje, con mayor espacio en las bodegas, más velas pero más pequeñas, habilitados para largas travesías.

Marco_Polo,_Il_Milione,_Chapter_CXXIII_and_CXXIVMarco PoloLas historias de Marco Polo

Expediciones como las de Marco Polo, en el siglo XIV, descubrieron el exotismo de Asia y China. El libro de las maravillas relataba historias de tierras, como la de Zipango (actual Japón), lleno de riquezas al alcance de la mano. Los productos de Asia, como las sedas o las especias se cotizaban a precio de oro en Europa. Pero había que ir a buscarlas o comerciar con intermediarios

El poder económico y político sobre los mares

Cuando el imperio turco cerró el Mediterráneo a los países europeos, dos potencias, España y Portugal buscaron rutas alternativas para llegar a las Molucas y poder comerciar con aquellos productos tan valorados.

El objetivo fundamental: el dominio político de los mares y los territorios, y el económico, con la creación de una ruta comercial.

Solo había dos caminos posibles: bordear África para llegar al índico y a las Molucas, con la técnica del costeo, que fue lo que hicieron los portugueses. O atravesar el océano Atlántico de este a oeste para llegar al otro lado del mundo donde se encontraba Asia, que es lo que hicieron los españoles.

Y para garantizar sus dominios, ambos países se dividieron el dominio de los mares en sucesivos tratados con la mediación del Papado de Roma.

Mientras Portugal avanzaba por la ruta africana, España lanzaba la expedición del descubrimiento, capitaneada por Cristóbal Colón en busca de las Indias, al otro lado del Atlántico. Pero en lugar de encontrar Asia, se topó con un nuevo continente, el americano en 1492.

El descubrimiento de América fue importantísimo, pero no había alcanzado el último objetivo.

El 25 de septiembre de 1513, Núñez de balboa descubría la existencia de un nuevo mar en la costa oeste del continente americano, que entonces denominó ‘mar del sur’

Y el 10 de agosto de 1519 se iniciaba desde Sevilla una nueva expedición, la de Magallanes y Elcano, para prolongar aquella ruta oeste hasta las Molucas dotada con 5 navíos. Dos naves de las 5 fletadas llegaron a Tidore y cargaron el clavo tan ansiado, pero solo una retornó a Sevilla con su cargamento, la Victoria, patroneada por Juan Sebastián Elcano, después de circunnavegar el planeta.

A raíz de la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, se realizaron otras muchas expediciones por el Pacífico, conocido como ‘el lago español’. Pero quizá los datos que resultaron más importantes son: el descubrimiento de las Filipinas (durante la primera vuelta al mundo), o la expedición de Urdaneta y Miguel López de Legazpi, que por fin encontraron 40 años después una ruta segura para ir y volver por el Pacífico de forma segura: ‘El tornaviaje’.

Ruta del Galeón Manila y Ruta Portuguesa

En abril de 1529 España vendió las Molucas a Portugal. La ruta era demasiado larga y peligrosa para sacarle un rendimiento suficiente y los portugueses llegaban allí por una ruta más corta y segura. Pero a cambio, y asegurada la ruta del ‘tornaviaje’ España estableció una ruta comercial mucho más provechosa, la que surcó durante 200 años el Galeón Manila, que cruzaba el Pacífico entre México y Filipinas para comerciar con los productos españoles y asiáticos.

Los secretos de la Nao Victoria

Nao Victoria mapa (1590) de Abraham Ortelius

La Nao Victoria de la Vuelta al Mundo de Magallanes y Elcano se construyó en Zarauz, pero debe su nombre a la iglesia de Santa María en Triana, Sevilla.

De la nao original no queda nada, pero la Fundación Nao Victoria construyó una réplica de la original, botada con ocasión de la Exposición Universal de Sevilla (Expo 92)

Como anécdota, el día que se botó la réplica y se echó el barco al mar, el 22 de noviembre de 1991, apenas había 80 centímetros de agua, el barco no estaba lastrado para la ocasión, y tal como tocó el agua, volcó por un costado. La estrella de la Expo, Curro (representado por una actriz) hubo que salir a nado de la nave.

La Nao Victoria es un barco simple, austero comparado con las naves que la sucedieron, con los elementos básicos de navegación. Con una longitud de 28 metros de eslora. Cuenta con tres mástiles, con aparejo en cruz con gavias en trinquete y mayor y mesana latina.

La original tenía una capacidad de carga de 102 toneladas. Inició la expedición de la Vuelta al Mundo con 45 hombres, 9 oficiales, 11 marinos, 3 artilleros, 10 grumetes 2 pajes y 10 hombres más entre criados y otros viajeros. Tres años después de iniciar la navegación en Sevilla, la Victoría volvía a puerto destrozada, con vías de agua, sin trinquete, y solo con 18 hombres maltrechos, hambrientos y llenos de harapos.

Vuelta al Mundo regreso de La Victoria (J Ors)

En la réplica de la Victoria se puede observar el pinzón (timón), o palo que sobresale de cubierta, está sujeto a una viga que atraviesa el barco y sale por popa donde se encuentra la pala, de forma, que, moviendo el pinzón, hacia un lado o hacia otro, se podía variar el rumbo en función de la dirección del viento.

Llama la atención el ‘winch’ de madera, con el que se articulaban las velas y otros aparejos, con los agujeros donde se insertaban los palos empujados por la tripulación para poder utilizarlo como polea.

En la expedición original la tripulación y parte de los oficiales iban en cubierta, donde hacían toda la vida, tanto de día como de noche, hiciera buen o mal tiempo. En el castillo de popa se encuentra el camarote del capitán, ahora también sala de aparejos de navegación. Si se contemplan las medidas de la cama, se puede comprender que la altura media de la época era mucho más corta que la actual. Y también puede entenderse el relato de uno de los cronistas de la Expedición, Pigafetta, cuando afirmaba en su diario que se encontraron con ‘gigantes’ en la Patagonia. Hombres que sorprenderían a los navegantes por su altura y su constitución para la época.

El viaje de La Victoria fue heroico, y en ella pueden observarse dos mapas, uno que recorre la ruta origina de la Expedición, y otro en el que la réplica reprodujo aquella expedición, pero de forma ‘acortada’ atravesando el continente americano por el Canal de Panamá.

El Galeón de Andalucía

01-Escala 2 - Galeón Andalucía

Se trata también de una réplica que reproduce la imagen de los antiguos galeones españoles, en el siglo XVI y VII y en mayor medida el Galeón Manila, que durante 200 años realizó una ruta regular entre México y Filipinas.

Tiene 49,40 metros de eslora (longitud), 10,10 metros de manga (ancho), una profundidad de 6,07 metros, con un calado de 3 metros y un peso de 589 toneladas.

Dispone de un mástil mayor con vergas para la vela mayor y la vela mayor (velas cuadradas). Mástil con vergas para el trinquete y la proa-Topsail (velas cuadradas), mesana con vela de mesana (vela latina), y bauprés y mástil de vela vertical con vergas para la vela menor y superior spritsail (velas cuadradas).

El visitante podrá observar, que el Galeón no tiene nada que ver con la Victoria, para empezar, dispone de una línea de 10 cañones, con los que se protegía la navegación de la nave de los ataques de piratas y corsarios.

El interior estaba preparado para llevar pasaje, por lo que mucho menos austero, con varios camarotes y mobiliario. Dispone de castillo de proa y de popa, y de varias bodegas.

'No te metas en ese jardín'

La anecdota: Pero si además el visitante quiere conocer una curiosidad, pregunte por ‘el jardín’, y recuerde el comentario de ‘no te metas en ese jardín’.

El jardín se encuentra en la zona de proa y sobresale al resto de la nave con un suelo de láminas cruzadas con ‘caída al mar’. Se le llamaba también ‘el hacedor de viudas’, y se refiere al ‘retrete’ que tenían aquellos barcos.

A diferencia de las naves modernas, los navíos históricos de aquella época no llevaban retrete a bordo. Los marineros se colgaban en la proa para hacer sus necesidades. Pero los menos diestros y el pasaje debía llegar al ‘jardín’ para realizar sus necesidades fisiológicas. El embate de la proa sobre el mar, limpiaba la cubierta y evitaba que los restos llegaran a la zona común.

Agradecimientos y menciones:

 Juan Ors, Emilio Forcen, Marcos Fco Pavo, Nuria Plaza, Rafael Moreno, El Corte Inglés, Fundación Quinto Centenario