El alcalde de Vila-real, José Benlloch, es, sin duda alguna, la terrible pesadilla del PP, tanto en la provincia de Castellón como en la Comunitat y fuera de ella; y la joya del PSPV-PSOE, que ha demostrado que un tripartito podría asumir las riendas de la Comunitat Valenciana y lograr buenos resultados para los ciudadanos. Acostumbrado a trabajar para sí mismo, manifestaba que lo bueno en política es saber mantener las ideas claras y la cara muy alta. “Mi preocupación era que la política no me convirtiera en un rehén”. Tolerante y con el diálogo como mejor herramienta, no se corta al afirmar que "Vila-real ha sido ninguneada por las instituciones"; o que "la monarquía es más útil que la república en estos momentos". Castellón Información presenta hoy el avance de una entrevista que se irá publicando a lo largo de la próxima semana.
E.Molina/X.Tirado
Está a punto de cambiar el 3 por el 4, de cumplir los 40 en el mes de agosto, o como él prefiere decir: de cumplir dos veces 20. Algo ‘coqueto’ con la edad, admite que lo de cumplir años no es lo suyo, pero que lo de la edad es más una ventaja que un inconveniente “porque siempre ha tenido la cabeza bien amueblada”.
“Somos el laboratorio de lo que tiene que venir en la Comunitat Valenciana”
José Benlloch, alcalde de Vila-real tras un pacto entre varios partidos tras las elecciones de 2011, ha sido capaz de demostrar que lo suyo no es una casualidad, sino un producto del diálogo y el buen hacer de los diferentes partidos elegidos por el pueblo de Vila-real, y es que “la democracia se basa en el diálogo y el consenso”. “Somos el laboratorio de lo que tiene que venir en la Comunitat Valenciana”.
Posaba para la entrevista de Castellón Información delante de la ventana, lo que provocaba un terrible contraluz para las fotografías que fue imposible de evitar. “Yo siempre me siento aquí, porque me gusta que detrás de mí se vea el escudo de mi ciudad”. Y es que Vila-real, afirmaba en algún momento es mucho más que una pequeña ciudad, es un estado dentro del estado, donde se reúnen todas economías posibles: Industria, agricultura, servicios... “y tenemos que hablar con todos y hacer política para todos”.
Con una camisa blanca, y un pantalón oscuro, Benlloch se muestra discreto, pero seguro. Gesticula mucho con las manos, y afirma que siempre ha dependido de si mismo, “mi preocupación era que la política no me convirtiera en un rehén". “No he sido ningún hipócrita y siempre he dicho quién soy a los demás", manifestaba cuando se le preguntaba si no temía la crítica de Izquierda Unida por declararse católico prácticamente y participar en las procesiones. “Yo no critico a quien no va o a quien deja de ir a las procesiones, como han hecho otros, que critican al que falta o al que no asiste”.
Benlloch se muestra serio, pero dialogante. Su herramienta, indica, es el diálogo, los intereses de su ciudad, y eso no le impide votar con el PP si se diera el caso de que su oposición planteara un tema que el considerara que es positivo, o de conciencia para su ciudad. Pero a la vez, y en medio de su discurso de paz, amor y armonía, donde parece incapaz de romper un plato, las deja caer como bombas y sorprende al interlocutor. “Yo voté a favor de que viniera el Papa", y de que se le diera una buena acogida, como jefe de un estado que es, “pero siempre con costes controlados y no aprovechar la ocasión para robar”.
Cuando se le hace una entrevista, se muestra abierto, dialogante y participativo, pero sin perder la perspectiva ni el control. Una entrevista es siempre una entrevista, y un periodiosta, aunque hable en tono coloquial, no deja de ser lo que le indica su profesión.
Por eso, Benlloch responde, pero siempre midiendo las palabras, para expresar justo lo que quiere decir. Y cuando su fuero interno le indica que ha podido ser rotundo en su respuesta, aprovecha la ocasión para volver de nuevo e intentar aclarar lo que entiende que se puede haber malinterpretado con su afirmación.
“La monarquía ha sido útil a la Nación”
Sabe y reconoce, que el partido lo mira con admiración y al mismo tiempo con cautela. Es la ‘joya de la corona’ en Castellón, podría hacer carrera en Madrid si se lo propusiera. Forma parte de la nueva generación del Partido Socialista, de la gente joven que vino al mundo cuando se aprobaba la Constitución ahora vigente, y exige la oportunidad de decidir, de pronunciarse para toda esa generación. Pero ojo, siempre dentro de una normalidad democrática donde las mayorías tengan capacidad para decidir frente a los ruidos mediáticos de las minorías.
Y en este sentido, opina que “la monarquía ha sido útil a la nación”, y por tanto se plantea abiertamente una continuidad en el proceso, antes de optar por alternativas como una república, que no haría sino imponer una nueva administración al conjunto de los ciudadanos, sin una utilidad aparente.
“No sé de donde han sacado algunos la tradición republicana de mi partido”
Además, declara, “No sé de donde han sacado algunos la tradición republicana de mi partido”. Para agregar posteriormente que su razonamiento no cuestiona la República como tal, pero si la definición que la liga única y exclusivamente con la izquierda. La República, indica, fue una fórmula histórica, que estuvo en connivencia tanto con la izquierda como con la derecha “La Ceda era de derechas y también gobernó en la República”.
Bennlloch admite que gobernar Vila-real durante estos tres años no ha sido fácil, porque “me ha tocado gobernar en el peor momento de la historia de Vila-real”. Pero señala que lo que para él puede haber sido difícil, ha sido mucho más duro para muchos de los ciudadanos que han tenido que lidiar tiempos muy complicados .
"Vila-real ha sido ninguneada tanto por la Diputación como por la Generalitat"
En lo que concierne a su relación con otras instituciones cercanas, Benlloch es rotundo. Tenía una buena relación con Moliner, que ahora no se sostiene. Afirma que Vila-real ha sido ninguneada tanto por la Diputación como por la Generalitat y el Gobierno. Que la Diputación es una institución anacrónica, que debería reconvertirse o desaparecer; y que tiene buena relación con algunos de los conselleres y miembros del PP, que también son compañeros diputados en las Cortes Valencianas… pero la verdad es que el tren pasa de largo en Vila-real. El presidente Fabra, indica, "no se ha dignado visitar esta ciudad en los tres años de mandato", pese a que se lo ha pedido formalmente, y si pasa por Vila-real, es prácticamente a escondidas.
Dicho todo esto, Benlloch se muestra satisfecho. Se han desbloqueado los temas más importantes, se ha dado un paso para avanzar en un municipio que ha vivido más que otros una fuerte crisis, y está convencido de que los ciudadano lo saben y lo respaldan.
Sus encuestas no se corresponden con los resultados de las elecciones europeas… Porque “tenemos que escuchar al 58% de los ciudadanos que se quedaron en casa”.
En cualquier caso, sabe que en ciertas esferas se lo rifarían, pero tiene un compromiso asumido con la ciudad. "Y si somos más partidos, simplemente dialogaremos y llegaremos a un consenso".
En cuanto a otras reivindicaciones, como la Estación de Mercancías, Bennlloch no está dispuesto a dar la callada por respuesta: “Tenemos que saber dónde queremos estar y a donde vamos. ¿Queremos un Puerto para importar lo que viene de fuera o para exportar y enriquecer nuestra economía?. Si es así, la alternativa más lógica es Vila-real”.
Castellón Información publicará la entrevista completa con las declaraciones íntegras de José Bennlloch a lo largo de la próxima semana.