La amenaza de las Desaladoras promueve una Declaración Institucional consensuada por los grupos políticos
El Grupo popular en Diputación ha retirado su moción de las Desaladoras para promover, con el apoyo de todos los grupos, una Declaración Institucional para que el Gobierno asuma el coste de las Desaladoras. En el pleno, la diputada Martínez ha salido en defensa de los sanitarios: “Enviarían ustedes a los bomberos a apagar el fuego en sus coches particulares?, los sanitarios también tienen derechos.
Esperanza Molina/ Castellón Información
La Diputación Provincial de Castellón ha reiniciado su curso político después del verano, con un pleno, el que corresponde al mes de agosto, en el que más que temas, ha habido posicionamientos.
La amenaza de las Desaladoras
Uno de los temas que más despertaban la atención de todos los grupos, es el que supone la amenaza de las Desaladoras para los municipios que firmaron el convenio con el Gobierno para su construcción dentro del programa ‘Agua’, que se promovió en tiempos de Rodríguez Zapatero, para justificar la anulación del Plan Hidrológico Nacional y el Trasvase del Ebro que había aprobado anteriormente el PP.
La ‘gracia’ de las Desaladoras para combatir la sequía y dotar de agua un desarrollo urbanístico que no llegó a producirse, se traduce ahora en ‘desgracia' y se cierne ahora como una sombra. La realidad es que ninguna de ellas ha llegado a entrar en servicio; los incrementos de población para los que se proyectaron no se produjeron. El coste de construcción fue altísimo, con la colaboración de los fondos de la Unión Europea; y en este momento y después de aplazamientos y prórrogas, la realidad es como un tortazo que ya no admite mirar a otra parte:
O las desaladoras entran en servicio antes de marzo de 2019, o España, y concretamente los municipios de Castellón donde se construyeron, tendrán que devolver a la Unión Europea los más de 50 millones que recibieron para ello.
Pero aún cuando las Desaladoras entren en servicio antes de esa fecha, también los municipios afectados tendrán que pagar ¡y mucho!, durante un periodo de 25 años para amortizar los millones de euros de construcción de esas infraestructuras, además de su mantenimiento, que también supone un pico.
En resumidas cuentas, Xilxes, Núles, Moncófar, Cabanes, Oropesa y Benicassim, verán grabadas sus economías municipales para poder devolver aquellos préstamos finalistas millonarios del programa Agua, en un plazo de 25 años. O lo que es lo mismo, serán sus vecinos los que tengan que pagarlo en sus recibos, que se multiplicarán un 300%.
Y no es ninguna tontería, porque no hay términos medios, o pagar, o pagar…
La cosa ha llegado hasta tal punto, que cada uno de los ayuntamientos afectados ha pasado por pleno una propuesta, respaldada por todos los grupos políticos municipales, para pedir al Gobierno que asuma ese gasto que sobrepasa la disponibilidad de los municipios, y modifique los convenios que se firmaron en su día con cada ayuntamiento.
Con la espada de Damocles sobre la cabeza, el Grupo Popular de la Diputación presentaba hoy una moción en el Pleno, para pedir al Gobierno de Pedro Sánchez que asuma el coste de las Desaladoras de la provincia de Castellón.
La moción presentada por el PP tenía algunas lagunas y quizá algún que otro error. Para empezar, aunque se refería en su conjunto a todas las desaladoras de la provincia, centraba el problema en la infraestructura de “Oropesa- Benicàssim”, con lo que dejaba en el tintero la afección del municipio de Cabanes...
Y puesto a enfocarlo en los municipios de Gobierno popular, la explicación de motivos refería únicamente el problema de Benicàssim: “Fruto de ese Convenio, el Ayuntamiento de Benicàssim se obliga y por tanto debe asumir el coste de la infraestructura, lo que supone en este momento un montante cercano a los 74 millones de euros, de los que Benicàssim debe asumir aproximadamente un 18%, y esta cifra solo hace referencia al coste de amortización del la obra de la desaladora, que debería abonarse a lo largo de los próximos 25 años.”
Presentado el tema, el vicepresidente de la Diputación, Vicent Sales, aprovechó para hacer historia política, e incluso, para verter acusaciones del sobrecoste de las depuradoras para pagar las campañas electorales del PSOE y el Bloc (tema que la historia investiga en estos momentos).
El diputado de CseM, Vallejo, anunció su abstención… porque su parecer era que las Desaladoras no entraran en servicio y se devolviera el dinero a Europa, ya que dijo, los Fondos Europeos se piden para desarrollos que alimentan a los especuladores.
Pero lejos de esta posición, el resto de diputados no podía quedarse indiferente, y además, la disyuntiva no era nada halagüeña.
Poco y mal se expresó el diputado de Compromís, Pau Ferrando, concejal de Benicàssim… porque le gustara o no, tenía que dar su voto a la moción del PP en coherencia con lo que su grupo había votado en el Ayuntamiento de Benicàssim… ¿Quién era el guapo que votaba en contra a sabiendas de que luego tendría que explicar a los vecinos de su municipio por qué se pronunciaba así cuando los recibos amenazan a los ciudadanos con subidas tan fuertes?
Pero dicho eso, la diputada de Cabanes, Virginia Martí realizó una intervención digna de premio.
Porque la diputada conocía el tema, sabía de que iba, qué costes se podían producir y, más aun, que su municipio estaba también metido hasta el cuello porque esa Desaladora que los populares ubican solo en Oropesa- Benicàssim afecta a Cabanes ¡y mucho!.
Y así, sin perder los nervios pero de forma razonada y convincente, la diputada hizo frente a Sales y al mismo Moliner.
Puso los números y las situaciones sobre la mesa… “No podemos admitir que...” Y razonaba el porqué… “Le recuerdo que…”, y también lo razonaba… “por esa razón….”
La intervención de Martí enmudeció al auditorio mientras su compañero, el portavoz oficial del Grupo Socialista, Toni Lorenzo, la miraba sonriente y le iba dando cabezadas de aprobación.
Y mientras el vicepresidente, Vicente Sales, y el presidente, Javier Moliner, cruzaban miradas, ojeaban el texto de la moción tomaban nota y cavilaban…
Es cierto que el PP tenía mayoría absoluta para sacar la moción adelante… pero también lo es, que incluso, en este caso, Moliner no quiso que el acuerdo de las Desaladoras tuviera la mancha de una imposición por rodillo.
De esta forma, Sales propuso a la diputada socialista cambiar el texto de la moción para contar con su apoyo. Pero Virginia Martí entró al detalle; no era una frase, no iba de introducir un nombre, era un problema de mayor trascendencia que debe pasar, incluso, porque se modifiquen los convenios que los ayuntamientos (y aquí hábilmente también jugó al juego de Sales para recordarle que cuando se firmó, el alcalde de Cabanes era del PP), para poder modificar unas condiciones que no se han cumplido.
Sales y Moliner lo intentaron de nuevo… Virgina Martí consultó con su grupo, y la habilidad política del socialista de Toni Lorenzo con las razones de su diputada de Cabanes, dieron a la situación una salida digna para todos.
Y es que Diputación celebrará un nuevo pleno, el correspondiente a septiembre, en cuestión de dos semanas, un periodo que no agrava la situación, pero que si permite un diálogo político para que la moción del PP se transforme en una Declaración Institucional, apoyado por todos los grupos, que sin duda alguna tendrá mayor peso y mucho mayor significado en el fin que se propone, que el Gobierno asuma el coste de las Depuradoras.
El PP retiró la moción, la Declaración Institucional irá al próximo pleno.
¿Dejarían ustedes que los bomberos fueran a apagar el fuego con su coche particular?
Otro tema que también generó algo más que diálogo, fue el relativo a la supresión de vehículos en la asistencia sanitaria a domicilio. La moción fue presentada y defendida por Ciudadanos. Pero la mejor intervención de todas fue la realizada por la diputada Nieves Martínez, del PP, sanitaria de profesión.
La moción solicitaba: “instar a la consellera de Sanidad a buscar una solución urgente y consensuada con los facultativos a la supresión de este servicio de transporte para evitar el caos en emergencias y garantizar la calidad asistencial” .
Solo PP y CS la votaron a favor. CseM tachó la moción de oportunista; Compromís, de exagerada, y el PSOE de alarmista.
Pero por el PP tomó la palabra Nieves Martínez, y sabía muy bien de lo que se hablaba. Además de tachar de hipócrita a la oposición de CseM, Compromis y PSOE, puso sobre la mesa las críticas que todos ellos dirigieron en su momento a Alberto Fabra, al que llegaron a acusar casi de ladrón por recortar servicios y contratar el servicio con la empresa que lo prestaba… cuando después, añadió, este Gobierno ha contratado con la misma empresa y encima ha reducido el presupuesto en 25 millones de euros.
Una vez expresada la parte política, llegó la diputada sanitaria. “El sector sanitario es muy pacifista” dijo, para explicar después que los recortes y la entrada en vigor de este decreto para el transporte del personal sanitario era una verdadera locura…
Pero por si el resto no lo había entendido suficientemente puso un símil: “Estamos hablando de urgencias, de urgencias sanitarias, y las urgencias deben atenderse como se merecen… ¿Enviarían ustedes a los Bomberos con la manguera a apagar el fuego en su coche particular?”.
