La despoblación, la precariedad y la violencia de género son algunos de los problemas que siguen presentes en la Comunitat
Inés Romero / Castellón Información
El presidente del Comité Económico y Social de la Comunitat Valenciana (CES-CV), Carlos Luis Alfonso Mellado, ha afirmado esta mañana que la situación social y económica de la Comunitat ha mejorado en 2019, aunque ha advertido que la pandemia de la Covid-19 “cambiará estos parámetros al año que viene”. “La Comunitat Valenciana está en mejor situación que otras comunidades autónomas, pero tenemos dos problemas: el campo y el impacto en el sector turístico”, ha declarado Alfonso Mellado. Asimismo, el presidente ha destacado el esfuerzo de la sociedad y del Gobierno valenciano por mantener servicios públicos de calidad e inversiones en unos momentos en los que la financiación es “muy injusta socialmente” y “catastrófica económicamente”.
A pesar de esta mejora, que ha sido más lenta respecto a años anteriores, en la ‘Memoria sobre la Situación Socioeconómica y Laboral de la Comunitat Valenciana y en el ‘Informe sobre el Medio Rural, que se han aprobado por unanimidad en el pleno, se han notificado otros problemas que siguen presentes en el territorio valenciano. Así pues, el presidente del CES-CV ha mencionado la “despoblación de algunas comarcas del interior, las tasas excesivas de precariedad y la violencia de género” como algunas de las principales trabas a superar.
El interior de Castelló, en peligro de despoblación
Elisa del Río, presidenta de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), ha afirmado que se han identificado 171 municipios con problemas de despoblación. “Hemos contextualizado el 35% de la superficie, en la que reside el 2% de la población y se ha detectado que uno de los lugares con más municipios afectados por este fenómeno es el interior de la provincia de Castelló”, ha señalado del Río. Además, el presidente del CES-CV ha añadido que esto afecta, sobre todo, a las comarcas que “no tienen actividad industrial”.
La presidenta del CEV ha destacado algunos de los inconvenientes que provocan que estas zonas no estén habitadas: “La baja implantación empresarial, el acceso a la vivienda, la disponibilidad de servicios públicos, los sitios de ocio, el tipo de trabajo que se desarrolla en estos lugares y la brecha digital hace que la gente prefiera las zonas costeras”.
Por este motivo, el CES-CV ha elaborado una serie de recomendaciones para frenar esta lacra, como poner en valor el territorio, enfatizar la oportunidad para desarrollar actividades ligadas a la mitigación del cambio climático y la economía en verde y favorecer la colaboración público-privada para la movilización de recursos.
Una cohesión social que deja fuera a las mujeres
Pascual Romero, miembro del CES-CV y coordinador del bloque de Sociedad, ha asegurado que las brechas, a nivel de cohesión social, “han mejorado casi todas”. “La brecha en educación ha disminuido porque ha habido menos abandono escolar y en materia de sanidad han mejorado mucho los indicadores. Además, ha habido un importante progreso en el tema de la sociedad digital, pues el 95% de la Comunitat Valenciana ha avanzado en conexión a Internet en velocidad superior a 30 megas”, ha manifestado Romero.
Sin embargo, las mujeres no han tenido tanta suerte este 2019. “La brecha de género sigue existiendo de una manera muy evidente en el empleo y, aunque se haya avanzado en violencia de género, nunca es suficiente. Que 7 mujeres hayan sido asesinadas en la Comunitat Valenciana en un año es una cifra terrorífica”, ha expresado el coordinador del bloque de Sociedad.
Asimismo, Mila Cano, consejera del CES-CV y coordinadora del bloque de Mercado de trabajo, ha expuesto que la Comunitat Valenciana es la cuarta comunidad autónoma en España que ha disminuido su tasa de desempleo, no obstante, “el 54,7% de las personas que están en paro son mujeres y tienen más dificultades en su incorporación”. Igualmente, la representante de UGT, Elvira Ródenas, ha destacado que se ha mejorado la lucha contra la pobreza y vulneración de las personas más deprotegidas, pero “el riesgo de pobreza de las mujeres se ha incrementado”.
Siguiendo con los datos en empleo, Cano ha detallado que los jóvenes mantienen unas tasas de paro muy altas y que estas han empeorado respecto al 2018. Además, los parados de larga duración y mayores de 45 años representan un 40% de las personas en paro. “Nosotros incidimos en que se fomenten las políticas activas de empleo para que sea de calidad, estable y para conseguir disminuir la precariedad en estos colectivos”, ha afirmado.
