La cirugía mínimamente invasiva con un vitreotomo implica un postoperatorio menos doloroso y una recuperación más rápida
Castellón Información
La edad y la diabetes constituyen dos de los principales factores de riesgo para desarrollar alguna alteración de la retina que, de no tratarse, puede evolucionar hasta la ceguera. El desprendimiento de retina es uno de los más frecuentes y serios problemas y se produce por la aparición de una o varias roturas -debido al movimiento del gel vítreo que rellena el globo ocular- sobre una zona frágil de la retina. Según datos de la Sociedad Española de Retina y Vítreo, en España se registran un total de 30.000 casos anuales de desprendimiento de retina y se prevé que debido al envejecimiento de la población vayan en aumento.
Una de las manifestaciones que pueden alertar sobre la existencia de algún problema retiniano es la aparición de "moscas volantes" o manchas, puntos o filamentos suspendidos en el campo visual, que no se corresponden con objetos externos reales, y que, aunque es necesario examinar, generalmente no suelen tener trascendencia clínica. "También pueden aparecer sombras fijas en el centro de la visión; distorsión o deformación de objetos que sí implican normalmente la existencia de lesiones que es preciso tratar", explica el doctor Julián Zarco, oftalmólogo especialista en retina y responsable de la sección de retina quirúrgica de la unidad de oftalmología del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo.
Cirugía de la retina
La vitrectomía es una técnica microquirúrgica por la cual el cirujano oftalmólogo accede a la parte posterior del globo ocular, llamado cavidad vítrea. Mediante la técnica se puede extraer el humor vítreo, a través de un sistema de corte y aspiración que mantiene todo el tiempo la presión ocular estable. "Esto nos permite acceder a las estructuras de la parte interior del ojo y trabajar en ellas (retina, coroides). En este espacio y con instrumental de tamaño inferior a medio milímetro, se puede manipular la retina con pinzas, tijeras, láseres y luces. Se trata de una clase de microcirugía ocular, utilizada para combatir los problemas de la retina y el humor vítreo", agrega el especialista en retina.
Se realiza bajo anestesia local y sedación. "Para el paciente, -afirma el doctor Zarco-, ser intervenido con un vitreotomo de última generación se traduce en un postoperatorio menos doloroso y una recuperación más rápida".
La doctora Teresa Sánchez-Minguet, oftalmóloga y responsable junto al doctor Juan Miguel Tomas de la unidad, agrega que "gracias a este equipamiento de última generación, podemos practicar una cirugía mínimamente invasiva y más respetuosa con los tejidos sanos cercanos a la lesión, así como reducir las posibles complicaciones durante la intervención".
Ventajas de la cirugía hospitalaria
Un alto porcentaje de la patología vítreo-retiniana precisa tratamiento quirúrgico. En este sentido, el hecho de afectar principalmente a pacientes de edad avanzada y tratándose de una cirugía técnicamente más compleja y exigente, puede acarrear una dificultad añadida, pues en muchas ocasiones "estos enfermos arrastran problemas sistémicos asociados que es preciso manejar (insuficiencia cardíaca, broncopatías, etc.)", subraya la doctora Sánchez-Minguet.
En estos casos, la importancia de realizar la intervención en un hospital, dotado con la infraestructura y un amplio equipo médico de profesionales suma una dosis importante de seguridad y tranquilidad tanto para el paciente como para el oftalmólogo. "Podemos encontrarnos cualquier situación no predecible durante la intervención, que aconseje el ingreso del paciente y que pase la noche bajo vigilancia médica. Esta opción sólo es viable cuando la cirugía se realiza en un hospital", aclara el Dr. Zarco.
Otra de las ventajas que ofrece la Unidad de Oftalmología del Hospital Nisa Virgen del Consuelo es su capacidad de realizar un estudio de cada caso consensuado con los distintos especialistas que conforman su equipo médico. "En los pacientes con problemas de retina es habitual descubrir otras complicaciones oftalmológicas como cataratas, glaucoma, alteraciones en párpados, en la vía lagrimal, etc...Cuando esto sucede, el paciente es atendido en el mismo servicio por el oftalmólogo más especializado en el problema que se pretende solucionar", concluye la doctora Sánchez-Minguet.
