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viernes, 3 de mayo de 2024 | Última actualización: 22:30

La concordia fue posible

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Rafa Cerdá Torres. Abogado.

Con tranquilidad, casi de un modo suave, y rodeado de su familia, Adolfo Suárez ha dejado de vivir. Privado de memoria desde largo tiempo atrás, como consecuencia de una enfermedad neurológica de carácter degenerativo, el primer Presidente del Gobierno de España de la presente etapa democrática, se marcha entre el clamor de afecto y gratitud de una sociedad española a la que devolvió la capacidad de decidir su propio destino tras una larga dictadura, instaurando un régimen democrático que aunó a los dos bandos rivales en la Guerra Civil bajo el paraguas de una nueva Constitución de consenso y concordia.

No fue un designio histórico nada fácil para aquél joven de ambición política ilimitada que a principios del mes de julio de 1976, recibió el encargo por parte del rey Juan Carlos de presidir un nuevo Gobierno. El nombramiento efectuado por el Monarca, causó un enorme revuelo entre todos los sectores políticos y sociales, que apenas consideraban oportuno la entrega del proceso político que había generado la muerte del General Franco a un miembro del aparato franquista. Lo que casi nadie había llegado a vislumbrar era la Hoja de Ruta que la Corona llevaba preparando desde el año 1969. La única garantía de evitar que la clase franquista bloqueara el paso a una situación de democracia normalizada, recaía en la propia evolución del sistema franquista mediante una reforma de sus instituciones: la conocida como la "Reforma" frente a otras posibilidades más rupturistas auspiciadas por una oposición reprimida durante cuarenta años, y que en el mejor de los casos hubiera activado la reacción de militares y sectores ultras del pasado régimen todavía muy poderosos en los años 1976 y 1977.

Adolfo Suárez lo consiguió con el apoyo constante del Rey. Se consiguió liquidar el régimen franquista, vertebrando el vigente sistema de la Constitución de 1978, aprobada por sectores tan dispares como los nacionalistas catalanes, el Partido Comunista, la derecha conservadora (Alianza Popular), el centro político (Unión de Centro Democrático) y los socialistas (el Partido Socialista Obrero Español). La Transición fue un éxito en todos los aspectos por mucho que revanchistas de nuevo cuño pretendan disolver su indudable acierto con discursos propios del siglo pasado. España ha gozado de un tiempo de prosperidad, libertad y avance social como no se ha conocido en los últimos doscientos años de nuestra Historia. Lógicamente, el vuelco político de cambio de sistema que Suárez protagonizó se cobró un alto precio, demasiados sectores habían visto tocada su influencia, y en febrero de 1981, presentó su dimisión ante el Rey. Una característica que se advierte a lo largo de toda su carrera política ha sido la soledad, junto a la falta de lealtad de aquellos que debían haberle apoyado. El reguero de traiciones y luchas estériles dentro de la formación política que lideró, la mítica U.C.D., se convirtió en una de las principales causas que activaron su dimisión.

La trayectoria política de Adolfo Suárez fue apagándose hasta su total retirada de la vida pública. Su familia centró su atención y esfuerzos, y a medida que los años transcurrieron, la estela de su obra como dirigente político fue creciendo en forma de distintos reconocimientos provenientes de instituciones y entidades (premios, galardones, homenajes,...). En su tarea como gobernante se encuentran también zonas obscuras, como la incapacidad de sus Gobiernos de afrontar una situación económica muy delicada derivada de la Crisis del Petróleo de 1973, otorgando una clara prioridad a la Reforma Política que el país necesitaba. Pero el resultado de su trayectoria es abrumadoramente positivo.

Suárez se marcha con un reconocimiento casi unánime. Muchos de los que hoy le lloran desplegaron contra él una demoledora oposición política, no precisamente muy honesta. Supo perdonar todos los insultos, ofreciendo una lección permanente de honda categoría personal, como bien reseñaba hoy Alfonso Ussía a través de una red social. Si una frase puede condensar toda su vida sería ésta: el hombre que hizo posible la concordia entre todos los españoles.