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lunes, 6 de mayo de 2024 | Última actualización: 22:20

8 marzo: Por la libertad de las mujeres

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Susana Ros. Diputada socialista por Castellón en el Congreso.

Un derecho no es lo que alguien te da, un derecho es algo que tienes reconocido y que nadie te puede quitar.

El anteproyecto de reforma del PP sobre la Ley Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo es el mayor retroceso en derechos y libertades que ha sufrido la España democrática y nos devuelve a tiempos que creíamos superados. Nos trata a las mujeres como seres inferiores, sin capacidad para decidir nosotras mismas. Mujeres a las que nos tienen que tutelar y quitarnos un derecho que tenemos reconocido hace años. Porque la maternidad es eso, un derecho,  una opción, no una obligación.

La ley del PP diferencia dos tipos de mujeres. Las de primera con dinero, que viajarán a abortar a países con leyes como la que ahora tenemos en España. Y mujeres de segunda sin recursos, arrojadas al aborto clandestino, como si fueran delincuentes. Pero, lo que es peor, poniendo en grave riesgo su vida y su salud.

La vigente Ley de 2010 es una ley de plazos que sigue la pauta de los países de nuestro entorno. Es una ley avalada por el Consejo de Estado, que reconoce derechos y no obliga a abortar.

Es una ley que recoge las recomendaciones de organismos internacionales. Da seguridad jurídica a las mujeres y a los profesionales sanitarios. Proporciona garantías y equidad sanitaria. Garantiza la educación sexual y reproductiva y métodos anticonceptivos. Habla de prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. Ha reducido el número de abortos.

Con ella, las mujeres deciden, el estado garantiza un derecho y la iglesia no interviene. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.

No existe demanda ni clamor social para cambiar la ley vigente. El 86% de los españoles creen que la reforma es un atropello a la libertad y el 75% opinan que no hay que cambiarla.

Y no vale arrogarse con la  exclusividad de la defensa de la vida. El PP votó en contra de la ley de reproducción asistida que hoy permite ser madres a muchas mujeres. Una ley que posibilita una nueva concepción, genéticamente compatible, para salvar la vida a un hijo ya nacido. ¡Qué cinismo¡

Estamos igual que el 8 de marzo pasado, peor si cabe, porque las mujeres deberían trabajar 82 días más al año que los hombres para poder cobrar lo mismo, porque en España hay 2,8 millones de paradas.

Las y los socialistas sí vamos a luchar por la libertad y los derechos de las mujeres, como siempre lo hemos hecho. Por la igualdad.