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jueves, 2 de mayo de 2024 | Última actualización: 22:34

Pase de largo

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Rafa Cerdá Torres. Abogado.

Si lo que desea es acabar bien las mini-vacaciones de Pascua, hágame caso: no pierda el tiempo leyendo estas líneas. Si le va basta con saber que la Liga de Fútbol va a tener el desenlace que usted espera, con la victoria del equipo de sus amores, abandone esta página. Si piensa que este país apesta con tanto chorizo suelto y el nivel de corrupción resulta irresponsable, pero no ejerce una mínima crítica frente a la propia conducta personal, tendente a eliminar los comportamientos individuales que conculcan  los mínimos deberes cívicos...déjelo porque le voy a aburrir.

Si se marcha, qué pase un buen Lunes de Pascual.

Si desea continuar, agradezco su esfuerzo, pero no voy a regalar lindezas. Mientras este contradictorio país se sumergía en las vacaciones de Semana Santa, en la Universidad de Garissa, al este de Kenia, un grupo terrorista de corte yihadista denominado ‘Al-Shabab’, irrumpió en el recinto universitario llevándose por delante la vida de 147 estudiantes cristianos a sangre y fuego. Las fotografías de esta espantosa carnicería infunden un verdadero terror. Pues bien, el clamor internacional contra la nueva atrocidad del terrorismo islámico ha sido realmente lamentable. Las organizaciones de estados africanos han emitido tibias declaraciones de condena, y poco más. Las comunidades musulmanas presentes en Kenia y en los estados vecinos, tampoco han elevado mucho el tono de voz. En la Organización de Naciones Unidas, se habrá aprobado la creación de un Comité que investigue el hecho, y con su habitual rapidez, algún lustro de éstos emitirá una condena. En Europa, cómo no nos afecta, tampoco nos vamos a calentar mucho la testa, qué estamos de vacaciones y los campeonatos de fútbol acaban la temporada. Nada que ver con el clamor producido a causa del ataque contra la revista satírica francesa ‘Charli’, por parte de idénticas cédulas yihadistas, hace escasas fechas.

Por supuesto a los indignados de siempre, a los enemigos de ese belicismo contrario a los Estados Unidos y/o Israel, si no existe la presencia del enemigo yanqui o del malvado hebreo, no cabe esperarlos. Una bomba en Gaza o una incursión americana en Irak, bien vale una portada de periódico, una matanza de estudiantes cristianos en África a manos de terroristas islámicos (los mismos que bombardean Israel por cierto) queda relegada a una página interior. Idéntico tratamiento informativo están recibiendo la persecución de comunidades coptas en Egipto, la eliminación física de las poblaciones cristianas en Siria e Irak a manos del Estado Islámico, las salvajadas infinitas que Boko Haram sigue efectuando en Nigeria (¿le suena el grupo de doscientas estudiantes que fueron secuestradas con destino a la peor de las esclavitudes?) y que apenas obtiene repercusión,... y tantos frentes de una guerra soterrada que empieza a abarcar a todo el planeta, de la que la feliz Europa, únicamente adquiere conciencia cuando uno de sus ciudadanos cae en un atentado perpetrado por estos bestias.

Estos terroristas fanáticos de un Islam que sólo existe en su delirio, bien financiados por las fortunas petrolíferas y por Irán, no son ajenos a Occidente, multitud de sus integrantes han nacido y crecido en Europa, y se han nutrido de sus debilidades. Sólo hace falta ver los millares de jóvenes europeos que acuden a la llamada del Estado Islámico a engrosar sus filas en Siria e Irak. Ha leído bien: miles de jóvenes que estudiaron en nuestros colegios y universidades, en aparente respeto con los sistemas democráticos. Resultado: una cascada de aspirantes a terroristas de corte yihadista esperan la oportunidad para unirse a su "causa", la falta de responsabilidad escondida bajo el discurso de la tolerancia ha permitido que falsos imanes se hayan colado en mezquitas de ciudades europeas, sembrando un discurso del odio contra todo lo que implique libertad y democracia.

Mal, muy mal estamos haciendo las cosas. Bien lo expresó Martin Luther King: "Lo preocupante no es la perversidad de los malvados, si no la indiferencia de los buenos"...