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miércoles, 1 de mayo de 2024 | Última actualización: 14:47

El mayor problema español

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Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.

Y del que apenas se habla y se lee en los medios, es el aberrante incremento de nuestro  desequilibrio entre los INGRESOS  y los GASTOS DEL ESTADO, y el lamentable incremento de las DEUDAS DEL ESTADO,  que se agravan de año en año al incorporar los déficits anuales y acabaran asfixiando el funcionamiento del mismo, ante la irresponsabilidad de los consecutivos Gobiernos.

Cada pocos meses me reitero en exponer esta opinión y tratar de despertar el interés ciudadano ante un problema tan trascendental, como obviado por nuestros gobernantes, que se limitan a emitir Deuda Pública de todas las maneras posibles, tratando de encontrar el “paraguas europeo”, para que nuestra credibilidad y crédito internacional no acabe evaporándose.

En términos reales, bastará decirles que los Ingresos del Estado en 2012 ascendieron a 397.000 millones de euros, y los Gastos del Estado a 490.000 millones, es decir que en un solo año incrementamos nuestro endeudamiento en casi 100.000 millones de euros.

Es cierto que durante 2012 hubo que aportar 40.000 millones para sanear las instituciones financieras, pero aún así se generó un déficit adicional de más de 53.000 millones, llegando nuestra Deuda Pública, hasta casi un billón de euros (un billón europeo, es decir un millón de millones, ya que el billón americano son tan solo la milésima parte, es decir mil millones) a mitad del 2013, y esa cifra representa muy cerca del 90 % de nuestro PIB.

En tan sólo 18 meses, hemos pasado del 84 % al 90 %, y aunque los tipos de interés que pagamos por nuestra deuda se ha reducido sensiblemente en el último año, no es menos verdadero que los gastos financieros representan un porcentaje irracional dentro de nuestros Gastos del Estado, y no hay forma de reducir los mismos, pese a las mil promesas realizadas por el Gobierno de Rajoy para acabar con todas las cargas innecesarias e improductivas de las diferentes administraciones públicas.

A este paso, antes de 2016 ya habremos alcanzado y superado el 100 % de nuestro PIB en Deuda del Estado, y eso puede llevarnos a un punto sin retorno.

Nuestra casta política puede pasarse las semanas discutiendo sobre mociones de censura, o sobre la financiación ilegal de todos los partidos (ya que todos se financian igual), pero si no se dedican a ADMINISTRAR EL ESTADO, como administrarían sus propias familias (suponiéndoles inteligentes, sensatos y honrados) la situación se deteriora a un ritmo frenético, y nadie mueve un dedo para evitar en la medida de lo posible el descalabro.

Lo siento, pero para mi éste es un problema trascendental, y mal abordado.