Noticias Castellón
jueves, 2 de mayo de 2024 | Última actualización: 17:59

“En carne viva.... ¿existe o no existe una personalidad altamente sensible?”

Tiempo de Lectura: 5 minutos, 57 segundos

Noticias Relacionadas

María B. Alonso. Psicóloga Clínica y Forense. Coordinadora UNED Castellón.

Cada vez con mayor insistencia, se escucha hablar en círculos clínicos, dentro de los despachos de psicólogos y psiquiatras, especialistas en salud mental en general y en algunos artículos, sobre la existencia o no de una personalidad, denominada “Personalidad Altamente Sensible”. Si bien en los círculos más académicos, no se recogen las características de este perfil, existen aún hoy, pocos estudios relacionados con esta personalidad llamada “PAS”.

Si bien, no se considera patológico, para aquellos autores que lo han investigado y estudiado. Tampoco está adscrito en el último Manual del DSM 5, de Asociación Americana de Psiquiatría  de 2013, como patrón disruptivo de la personalidad. Por tanto, de existir no está siendo encuadrado este patrón de personalidad como alterado.

Como se ha mencionado, aquellos investigadores y teóricos que la han valorado, no la consideran una patología, más bien lo contrario, estos sujetos estarían dotados de una alta cualificación mental (procesan más y mejor, tanto a nivel consciente como inconsciente) una mayor cualificación social (son más empáticos e intuitivos, en el mundo social y relacional) este alto nivel de sensibilidad les perjudica a la hora de procesar emocionalmente sintiéndose también en ocasiones sobresaturados por el medio externo y en un mundo social  individualista sufren y se sienten aislados e incomprendidos.

Atendiendo que la personalidad se define, en la manifestación general  de un individuo, de comunicarse con el medio físico y social y que se adscribe tanto en la manifestación cognitiva, emocional, relacional y conductual de un sujeto, siendo estable a lo largo de la vida y madurando en los individuos en la adolescencia y edad adulta joven.

Si respondemos a la pregunta: ¿Qué es sensibilidad?, podemos encontrar diversas acepciones. La sensibilidad en primer lugar, quedaría definida como: estar dotados de una capacidad adecuada para poder percibir con nuestros sentidos: visual, aditivo, olfativo,  gustativo y somato sensorial. Una alta capacidad sensitiva en parte o en todos estos sentidos, dotaría a las personas de la sensibilidad de captar más allá de lo que otros pueden detectar. Dotándolo de una alta rapidez y precisión en la información que le rodea. Procesando información más adecuadamente. Una alta capacidad en el procesamiento de la información, según las teorías del paradigma de  psicología cognitiva del procesamiento de la información, estaría relacionada directamente con altas capacidades intelectuales.

Una segunda acepción del término sensibilidad, hará referencia a la sensibilidad estética, la que hace que se produzca un “sobrecogimiento ante una gran obra de arte”. Esta puede ser educada y elaborada mediante un proceso de socialización, en el medio del arte y de la creatividad. Pero hay un componente genético, que prepara y que quizás este en la base de la sensibilidad sensitiva y la sensibilidad emocional, provocando que hayan sujetos que nacen con capacidad artística desbordada, con una gran sensibilidad para la creatividad y el arte.

El término sensibilidad en tercer lugar, podría vincularse al desarrollo moral, como lo definía Kohlberg. Los sujetos con una alta sensibilidad moral  o altas competencias en desarrollo moral, serían sujetos altamente empáticos, que no cabrían formas maliciosas o antisociales en su relación con los otros. En este tipo de individuos altamente morales, el odio, la envidia, la venganza, la mentira… no tendría cabida (nivel máximo de desarrollo moral).

La Teoría del desarrollo moral de Kohlberg, su etapa seis, o nivel más alto de desarrollo moral, queda definido como “principios éticos universales”, solo hay un justicia única, lo que está bien para todos, eso es lo justo, no se precisa ejecutor forzado externo. Así el sujeto actúa bien, porque solo eso es lo correcto y esa acción esta la justicia no del interés, la justica de todos y para todos, es universal.

Finalmente el termino sensibilidad emocional, hace referencia a la cualidad para percibir y elaborar nuestras propias emociones. Se hace hincapié entonces, en el filtro subjetivo emocional, a la hora de percibir nuestros propios estados internos y la realidad externa que nos rodea, filtrando la información a través del tamiz de nuestras emociones.

La literatura científica, sí que recoge ampliamente la implicación y el manejo emocional tanto para mencionar la adaptación (inteligencia emocional resilencia, intuición, empatía…) como para mencionar la desadaptación (las más exacerbadas emociones están vinculadas a numerosas patologías). La Terapia Racional Emotiva de Ellis, centra su intervención en el manejo y control de las emociones, para la superación de problemas psicológicos, incidiendo en la supervisión de lo emocional como forma de curarse a uno mismo.

La Doctora Elaine Aron, en su libro “El don de la sensibilidad” 2006, define que existe un tipo de sujetos que desde su más tierna infancia se les pone la etiqueta de: tímidos, débiles, indefensos, es decir con un sistema nervioso muy sensible. Estos sujetos según esta autora perciben más sutilmente todo lo que les rodea… Con una mayor capacidad de precisión, dotados de una gran intuición, una muy alta capacidad empática y otros “heurísticos” que le permiten una mayor adaptación, muy importante para la convivencia y la socialización. Según esta autora estas características estarían presentes en grandes genios y artistas. Sujetos altamente empáticos y con gran capacidad intuitiva.

Queda mucho por estudiar e investigar, pero quizá estos sujetos sean más humanizados y estén más desarrollados evolutivamente hablando. Evidentemente parecen tener una mayor sensibilidad en todas las acepciones del término, anteriormente expuestos. Tendrían pues una alta sensibilidad emocional, alta sensibilidad sensorial y alta sensibilidad moral. Pudieran ser confundidos con sujetos TEA (trastornos del Espectro Autista) de nivel I o con sujetos con TDAH (trastorno por Déficit de Atención con e Hiperactividad). Pero es compresible, que llegados a este punto, sujetos con este “patrón de personalidad altamente sensible” pueden ser más propensos al sufrimiento interior, por tanto a somatizar y a desarrollar algunas patologías como la depresión.

El Profesor Beck, en su teoría cognitiva,  para explicar las casusas cognitivas de la depresión hacía hincapié la Triada (como se ve el sujeto, cómo ve el futuro y cómo ve a los otros) como base para desarrollar la diátesis que aboca a los sujetos a una posible depresión. Ese “como ve” no se adscribe solo a componentes perceptuales o de sensibilidad sensorial, también encuadra en esa valoración aspectos emocionales…

Las próximas décadas nos irán acercando más a las características de este tipo de sujetos, donde la empatía, la intuición, la precisión en la percepción y  otros factores, los hacen altamente sensibles, a la hora de procesar la información.