Luis Andrés Cisneros.
Alberto Garzón @agarzon - "Mi apoyo al entorno de las víctimas de Orlando y de las dos mujeres asesinadas en 24 horas. Víctimas de la misma lacra: el heteropatriarcado".
Alguien dijo una vez: "He aprendido a dejar de decir ¿Se puede ser más gilipollas?, porque los gilipollas se lo toman como un reto". Recordemos que gilipollas, según la RAE es una persona necia, falta de inteligencia o razón
Encima de estas líneas pueden leer lo que ha publicado en su cuenta de Twitter el dirigente de, la casi extinta, Izquierda Unida. Sí, el mismo que se ha dejado fagocitar impunemente por el inefable Iglesias. Al menos tendrá el dudoso honor de pasar a la historia por haber sido el liquidador del Partido Comunista.
Aprovechándose, de manera cobarde, de la matanza que ha tenido lugar en un club gay de la ciudad de norteamericana de Orlando, vuelve a hacer gala de su ceguera total, al servicio de su estulticia patológica, acusando al heteropatriarcado como responsable de este atentado (por cierto, el palabro que utiliza el licenciado Garzón no existe en la RAE).
Como buen aspirante a podemita, mezcla churros con merinas, al mezclar, en el mismo saco, el atentado terrorista con las dos mujeres asesinadas recientemente. Dos hechos que no tienen nada que ver el uno con el otro. ¿O acaso este individuo no se ha enterado que los del Daesh han reclamado la autoría del primero? ¡¡Ah no!! Claro, esto último no le da rédito electoral.
Al fin y al cabo, no deja de seguir la línea del políticamente correcta y evita mencionar la palabra Islam, imaginamos que será por miedo a ver si se presenta en su casa alguien para hacer cumplir la sharia.
Pero aún puede llegar más lejos, ya que en su cerebro tiene cabida cualquier idea iluminada. Dentro de su delirio, puede acusar al arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares de ser el responsable ideológico de esta matanza y llevarlo a la Corte Penal Internacional de La Haya.
Y este filósofo de pacotilla quiere seguir medrando en la política de nuestro país, cuando, a duras penas, podría llegar a ser vocal de la Comunidad de Propietarios en la que reside.
Y si esto es preocupante, no lo es menos, los socios con los que se presente coaligado a las elecciones, Podemos, Compromis, Mareas, etc. Todos ellos achacan el ataque terrorista a un delito de odio, pero nadie se atreve a llamar a las cosas por su nombre, que no es otro que terrorismo islámico.
El autor de la masacre, llamado por el Estado Islámico un soldado del califato, era un estadoudinense de origen afgano, y ya había sido investigado (¿) con anterioridad, pero, sorprendentemente y sabidas sus derivas yihadistas, estaba en total libertad.
Siguiendo con la aplicación más estricta de la sharia, los homosexuales son un grupo a extinguir y su religión prohíbe esas prácticas sexuales, cosa que, curiosamente, nadie de los progres de nuevo cuño, critica ni censura. Y a todos se les llena la boca de la palabra odio, pero ocultan que es producto de las prácticas islámicas.
Los incesantes ataques al cristianismo y a sus practicantes y/o creyentes por parte de los amigos y socios del gobierno a la valenciana alcanzarán su máxima expresión cuando, en la enseñanza se declaren laicos, pero autoricen el estudio del Corán y del Islam en la escuela pública. ¡Ver para creer!
Es una prueba más del secuestro del lenguaje por parte de la izquierda anti-española, que no duda en usar palabras antónimas para decir lo contrario.
De momento, el único partido que ha dicho que lo de Orlando es un atentado islámico ha sido Vox. Su presidente, Santiago Abascal, lo ha calificado de terrorismo islámico y no de delito de odio, como marcan los cánones de la cobarde política que impera en la actualidad.
Ahora, me asalta una duda: ¿El Sr. Garzón es gilipollas, o lo hace con conocimiento de causa? Tan grave es lo uno como lo otro. Ahora bien, el título de Gilipollas (tonto, estúpido, lelo) del Siglo XXI, no se lo quita nadie.
