Noticias Castellón
sábado, 4 de mayo de 2024 | Última actualización: 22:51

Champions

Tiempo de Lectura: 2 minutos, 39 segundos

Noticias Relacionadas

Juan Teodoro Vidal. Químico. 

Resulta curioso hablar de algo en lo que no me siento integrado y que sin embargo me atrae como fenómeno de estudio. Me despierta sentimientos ambiguos. Esto ocurre con los deportes de exhibición para las masas protagonizados por deportistas de élite, como el fútbol profesional, el tenis y el motor en España. Antes de seguir declararé que la única vez que me he dormido en el cine fue, teniendo unos 12 años, en los Salesianos de Burriana, mientras proyectaban como aperitivo de la sesión dominical, un documental tipo NODO de las entonces 6 copas de Europa del Real Madrid.

Me irrita que los jugadores de primera perciban por su trabajo millonarias cantidades, mientras que profesionales, también de primera, que han dedicado su vida al estudio y a la práctica de su especialidad para beneficio de sus conciudadanos, pasan muchas veces dificultades económicas y sacrificios para acudir a todos sus pagos y tienen que demostrar continuamente lo que valen, para apenas salir adelante. Supongo que es cosa del mercado, e indica cuales son las cosas que realmente interesan a los ciudadanos. Puede que la clave sea que les llamamos deportistas pero en realidad hacen la función de los antiguos gladiadores, aunque con menos exhibición de sangre (Algo hemos avanzado).

Al mismo tiempo, tengo el sentimiento opuesto, de que es importante reconocer la aportación de esos ídolos populares para canalizar la ilusión de la gente, que necesita sentirse integrada en un grupo y que ese grupo sea 'el mejor'. Los deportes de masas también son una exhibición de habilidad, de lo que el cuerpo humano puede lograr improvisando acciones con la pelota, o con un vehículo, que cualquier máquina necesitaría grandes dosis de programación y múltiples pruebas a base de 'error y corrección' para poder realizar con éxito y con la precisión que solo consiguen nuestros 'deportistas'. Y esto puede servir de estímulo para valorar la auto-superación y el tesón, sobre todo para los jóvenes. Además para algunos el deporte profesional es la oportunidad de 'ser alguien' y salir de la pobreza. Añadir que, cuando se trata de deportes de equipo, también enseñan el valor de la colaboración y el trabajo conjunto.

También es importante el papel que juega un equipo ganador en la imagen de una ciudad. En efecto, le otorga una aureola de valor, de importancia, la pone en el foco, la da a conocer al mundo. Una imagen de ganador vende, ayuda a potenciar el turismo, da oportunidades que de otra forma se perderían para la ciudad.

En esta última notable ocasión, 'la Champions' se la jugaron dos equipos de la misma ciudad. Fue Madrid quien ganó la competición europea del mejor equipo de fútbol, porque los dos equipos que compitieron son de la capital española. Gran logro desde el punto de vista de la imagen. Recordemos el que logró Barcelona con las Olimpiadas. Y coincide con el despegue, que preludia el final de la crisis. Esperemos que sea aprovechado.