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jueves, 2 de mayo de 2024 | Última actualización: 13:37

El escaparate

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Francisco García Igual. Jefe Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Castellón.

Cuando vamos paseando por las calles, todos nos damos cuenta que existen muy diferentes tipos de escaparates, aquellos en los que instintivamente nos paramos a mirar, y despiertan sensaciones positivas, y aquellos que ni nos damos cuenta lo que tienen expuesto.

El Escaparate, es un factor clave de atracción para los clientes, no solo por el impacto visual que produce sino porque actúa como tarjeta de presentación de nuestro establecimiento.

Todos los elementos de animación externa sirven para captar la atención de los clientes potenciales, transmiten el concepto de empresa comercial y contribuyen así a crear una imagen propia que nos diferencia de la competencia.

El Escaparate debe sintetizar y reflejar las características del establecimiento. Del diseño y de la exposición de los productos del escaparate, depende la imagen de nuestro comercio. Si los clientes perciben una imagen positiva, entrarán a realizar la compra, si es negativa, se irán a otro comercio, con la consecuente pérdida que supone para nuestro negocio.

Lo que siempre nos preguntamos primero es, ¿Qué pongo en el escaparate?

El comerciante debe tener en cuenta que el escaparate es su anuncio, así que tendrá en cuenta los mismos aspectos que si se anunciara en otro medio, por tanto seleccionará productos que:

*Llamen la atención y despierten el interés en cuanto a color, forma, presentación…

*Generen deseo de entrar en el establecimiento.

*Llenen de vida el escaparate.

*Sean actuales, estén de moda.

*Tengan precio atractivo (si se basan en él como punto fuerte).

*Provoquen el proceso de decisión de compra.

El escaparate tiene una parte comercial y otra artística que es lo que hace que un producto cobre vida, llame la atención y haga que los clientes se paren a observarlo y entren a realizar la compra.

En la parte comercial lo más importante es el producto y la venta. La prioridad total es vender No se tiene tanto en cuenta la estética ya que se pretende enseñar el máximo surtido enviando un mensaje comercial.

En la parte artística, lo más importante es presentar estéticamente los productos y exhibir el establecimiento o marca, primando sobre todo la creatividad y teniendo muy en cuenta la iluminación.

Por lo tanto, tenemos que llegar a un objetivo que englobe las dos partes anteriores, un punto medio entre la parte comercial y la artística, teniendo siempre en cuenta que el primero debe subordinarse un poco al segundo ya que con los elementos artísticos y estéticos, se logra dar al escaparate un mayor atractivo, lo que supone para la empresa una mayor ventaja competitiva frente a la competencia.

El escaparate que consiga llamar poderosamente la atención para que despierte el  interés de los clientes potenciales, provocará deseo de compras impulsivas y logrará que sea un instrumento de promoción muy potente.

Resumiendo, tenemos que llegar siempre a las ya conocidas siglas A.I.D.A:

Atención-Interés-Deseo-Acción