Juan Francisco Roca. Periodista deportivo.
Que no está nada mal para los tiempos que corren. Los acreedores aceptaron el convenio presentado por el presidente de la entidad, David Cruz, y le dieron oxígeno al club de la capital de la Plana, que verá reducida su deuda de 7,3 millones de euros a 4. Eso sí, a partir de ahora el Castellón tendrá que cumplir a rajatabla, y también alcanzar el mejor acuerdo posible con Hacienda y con la Seguridad Social.
Y es que el Castellón salvó su primera bola de partido. Este lunes era un día clave para el futuro del club castellonense porque estaba en juego la desaparición o la supervivencia, de este club que está a punto de cumplir 94 años de historia. Unas páginas que se están llenando de aventuras por el pozo de la Tercera División en los cuatro últimos años.
El conjunto 'orellut' dejó en manos de sus acreedores la supervivencia de la entidad y, de momento, ha ganado la partida, o al menos eso parece. De tener una deuda acumulada, por el presunto desfalco y/o saqueo al que fue sometido el club por parte de sus anteriores gestores (Castellnou 2005 SL), de 7,3 millones de euros, con la quita del 60% la deuda ordinaria se queda en 4.
De esos 4 millones de euros de deuda, dos corresponden a pagos a acreedores, y los otros dos corresponden a Hacienda y Seguridad Social. Con los primeros en acuerdo está cerrado. A pagar en diez años, con tres de cadencia, es decir, a pagar a partir de 2018. Aproximadamente tendrá que abonar 250.000 euros anuales. Y con los segundos está todo por negociar.
Es la otra cara del Castellón. La cruda realidad. Deportivamente hablando, las cosas ruedan bastante bien, a pesar del tropiezo contra el Acero que le costó perder la primera posición en la tabla clasificatoria. Luego están los otros temas extradeportivos que tiene su importancia porque está en juego la supervivencia de un club maltratado por los anteriores gestores, que lo dejaron abandonado de la manos de Dios, con una mano delante y otra detrás.
Por eso se puede decir que el Castellón está vivo, pero cuidado. En el momento que la entidad no atienda los pagos establecidos y pactados, se puede dictar sentencia y ordenar la liquidación del glorioso conjunto albinegro. Este paso ya está dado. El siguiente será el llegar a cabo una ampliación de capital social. Es necesaria. Justa y necesaria, pero tiempo por venir: futuro.
