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martes, 19 de marzo de 2024 | Última actualización: 23:58

Benlloch revela que no hay ninguna empresa interesada en explotar el parking de Pío XII

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El Consistorio ni resolverá el contrato con la empresa adjudicataria de las obras ni asumirá la finalización de las mismas

El caso sigue en los tribunales

Clara Parra

El Ayuntamiento de Vila-real sigue firme respecto al parking de la avenida Pío XII que fue construido durante la anterior legislatura de Juan José Rubert. Una infraestructura que a día de hoy sigue a medias, paralizada desde 2008 y con un futuro más que incierto ante la negativa de la empresa de concluir las obras, las peticiones de pago de la mercantil, y la oposición del equipo de gobierno de sufragar unos trabajos que consideran no finalizados.

“Es una infraestructura que Vila-real no la puede asumir”, ha afirmado tajantemente el alcalde de la ciudad, José Benlloch. “El tema está judicializado, la empresa reclama al Ayuntamiento más de 3,7 millones de euros. La solución no es pagar, sino que hay que acabarlo y hay que explotarlo el problema es que no hay ninguna empresa que se dedique a ello que tenga interés en hacerlo”, ha revelado el primer edil.

Para Benlloch, lo mejor sería que una empresa asumiera la parte de obra que está pendiente, pagara la parte y a cambio podría explotar la infraestructura. Pero, a día de hoy todo parece indicar que los objetivos del primer edil están lejos de cumplirse. “Este caso no es como el Centro de Tecnificación donde había riesgo de que la maquinaria y las instalaciones se deterioraran. Esta infraestructura no nos pide pan así que como no la podemos asumir veremos lo que pasa en los tribunales”.

Final “negro”

Según el primer edil, el juicio que enfrenta al Consistorio y a la mercantil por lo que ésta reclama cerca de 4 millones de euros y la resolución del contrato, “acabará mal pero hay que tener claro que la empresa también ha incumplido”.

El aparcamiento subterráneo de la avenida Pío XII empezó a construirse en 2006 y dos años después la mercantil decidió parar las obras pese a que ella misma iba a encargarse de la explotación de las plazas. Entre los argumentos de la adjudicataria para reclamar la indemnización destaca los cambios surgidos en el proyecto original como la construcción del jardín en superficie y la biblioteca, o la exigencia de devolver las 16 plazas a propietarios junto al compromiso del entonces equipo de gobierno de comparar 130 plazas por parte del Consistorio por un valor de 1,5 millones de euros.