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jueves, 5 de diciembre de 2024 | Última actualización: 23:11

La Basílica del Lledó celebra el 60 aniversario de la Cruz de Término con un solemne acto al que ha acudido su escultor

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La Cruz de Término se conoce en valenciano como ‘peirò’ y es una cruz de piedra elevada sobre un basamento, que señala la proximidad de un santuario o lugar sagrado. En la comarca de Els Ports y el Maestrat recibe el nombre de ‘prigò’, lo que en gallego es un ‘cruceiro’ o en castellano ‘cruz de término’.

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El ‘peirò’ del Lledó fue encargado por el prior Mossén Antonio Prades Safont en 1957 para sustituir otro mucho mas antiguo, del siglo XVII, conocido por sus grabados. Fue su autor el escultor Eduardo Cabedo Claros, que también realizó aquellos mismos años el ‘peirò’ de Sant Jaume de Fadrell,  la imagen de San Cristóbal sobre la puerta del Ayuntamiento y otras muchas obras dispersas por pueblos y ciudades de la provincia de Castellón.

 

 

Celebración del 60 aniversario

aniversario lledo peiróCon sencillez, pero con solemnidad la Basílica del Lledó ha recordado y celebrado este acontecimiento. Es tarde el Prior Mossén Josep Miquel Francés celebró una Eucaristía ofrecida en sufragio de los difuntos de esta antigua familia de escultores y marmolistas: el fundador, Vicente Ramón Cabedo Falomir; y también José Cabedo Claros, Vicente Cabedo Claros y Vicente Claros Viciano.

Ha asistido a la celebración el propio autor, que ahora cuenta con ochenta y dos años de edad. No en vano tan sólo tenía veintidós cuando esculpió esta obra tan significativa y visualizada de la Ciudad. También asistió su esposa, sus hijas y otros muchos familiares. Al finalizar la Misa se formó una procesión hasta la propia Cruz de Término, que aparecía iluminada con cirios. Allí el Prior rezó una Oración, procediendo a rociar con agua bendecida tanto la cruz como a los presentes, incensando después la imagen del Cristo y de la Virgen del Lledó.

Con el canto de la Salve, la familia Cabedo depositó una corona de laurel a los pies del ‘Peiró’, concluyendo con vivas a la Virgen y el agradecimiento de los presentes al autor de la obra y sus familiares, entre los que se encontraba el pintor Lorenzo Ramírez.

También se hicieron presentes algunos miembros de la Junta de Gobierno de la Real Cofradía, con su presidente Ferrán Barberá.